La cadena agroalimentaria europea reclama a la CE una simplificación legislativa ambiciosa
Las principales organizaciones de la cadena agroalimentaria europea han unido sus voces para solicitar a la Comisión Europea una simplificación legislativa ambiciosa, coherente y efectiva que permita garantizar la competitividad del sector y la viabilidad de agricultores, ganaderos y empresas alimentarias en el largo plazo.
En un contexto marcado por crecientes exigencias normativas, costes de producción al alza y desafíos derivados del cambio climático, estas entidades alertan de que la complejidad regulatoria se ha convertido en un factor que limita la innovación, ralentiza la adopción de nuevas tecnologías y, en muchos casos, genera incertidumbre en el mercado interior. La fragmentación normativa entre Estados miembros y la acumulación de requisitos administrativos son, según denuncian, obstáculos que reducen la productividad y elevan los costes operativos, especialmente para las pymes rurales.
Las organizaciones firmantes insisten en que la simplificación no debe interpretarse como una relajación de estándares, sino como una optimización del marco regulatorio para hacerlo más claro, estable y predecible. Proponen revisar reglamentos duplicados, agilizar procedimientos de autorización de maquinaria y tecnologías agrícolas, y mejorar la coordinación entre direcciones generales de la Comisión para evitar solapamientos y contradicciones normativas.
Asimismo, reclaman acelerar la aprobación de herramientas clave para la transición digital y sostenible, como la regulación sobre datos agrícolas, la actualización del marco de homologación de maquinaria inteligente y el impulso de políticas que incentiven la inversión en innovación.
El objetivo final, sostienen, es que los agricultores y la industria alimentaria dispongan de un entorno regulatorio que favorezca la adopción de soluciones más eficientes, contribuya a la sostenibilidad medioambiental y fortalezca la resiliencia del sistema alimentario europeo. Sin un esfuerzo decidido de simplificación, advierten, Europa corre el riesgo de perder competitividad frente a otras regiones con marcos más ágiles y orientados al crecimiento.













































