"Una empresa que ya existía antes de su fundación y que perdura más allá de sus fundadores"

TEYME cumple 50 años y lo celebró el pasado mes de mayo con una convención técnica y una jornada con clientes y empleados, una señal inequívoca de que el proyecto mantiene impulso y ambición industrial.

Durante cinco décadas, TEYME ha evolucionado desde un taller especializado en soluciones mecánicas a un fabricante de referencia en equipos para la protección de cultivos, con una huella industrial y comercial que hoy integra ingeniería propia, fabricación de componentes y una red de distribuidores internacionales.

Los orígenes de la marca datan de 1975 y se remontan a la combinación de los talleres de sus fundadores, Alejandro Eguren y Roberto Mestre, en Lleida, con raíces en La Bordeta y posterior traslado a Torre-serona, donde se consolidó la apuesta por la fabricación y la reparación de aperos y maquinaria agrícola.

En 1988 se convierte en sociedad mercantil de maquinaria agrícola y se incorpora un nuevo socio: José Ramón Cambray. En 1992, Mestre deja la empresa y entra como socio inversor Joan Buira, un ingenioso creador e innovador en pulverizadores y atomizadores, entonces propietario de Ilemo y Solteka, dedicadas respectivamente a la producción de maquinaria para la aplicación de fitosanitarios y a la fabricación de grupos de aire.

Uno de los puntos de inflexión se vive en 2012, con la jubilación de Joan Buira y la llegada de su hijo Bartomeu. Fue un momento delicado, con incertidumbre entre los trabajadores que llegaron a temer por la continuidad de la empresa. Con el firme propósito de poner orden y evitar el cierre, se recurre a un asesor externo, Ferran Iturbe, quien hoy en día es el director general del grupo Teyme. “Era una empresa mal gestionada. Tenía una plantilla de 30 personas, facturaba 3 millones de euros y tenía 1,5 millones de pérdidas”, recuerda.

Se elaboró un plan estratégico y en apenas un año se observan los primeros resultados económicos. Así fue cómo, en 2015 se acepta la entrada de socios inversores (Indes Capital) que pasan a tener el 80% del capital de la empresa. Sin embargo, se complica la toma de decisiones ligadas al sector, debido a su desconocimiento. Por ello, se tomó la decisión de incorporar socios industriales de Lleida, entraron la familia Roca, Baltrons, y aumentó su presencia IFG. De esta forma TEYME no es una empresa familiar al uso, sino "un grupo de varias familias". 

xxxxxxx y Ferran Iturbe brindan por los primeros 50 años de TEYME y los que están por venir.

El cambio de foco —desde la mecánica general a la tecnología aplicada al campo— marcó el ADN de TEYME: diseñar y producir máquinas de pulverización y atomización que aumentan la eficacia del tratamiento, reducen la deriva y optimizan el uso de insumos. “Comenzamos a colaborar con universidades, a participar activamente en el Clúster de Maquinaria Agrícola y Medios de Producción de Cataluña (FEMAC) y en la Asociación nacional de Exportadores (AGRAGEX). Apostamos por crecer en el territorio y vender no solo hierro, sino también electrónica”, señala el directivo.

Con el tiempo, la compañía ha profesionalizado su I+D y verticalizado componentes clave, un paso que le ha permitido controlar calidad, fiabilidad y plazos. Hoy su catálogo abarca atomizadores arrastrados y suspendidos, equipos neumáticos de viña, columnas para espaldera y soluciones específicas para frutal y cítrico. Modelos como el EOLO GTE10 —centrado en distribución proporcional del aire, homogeneidad de aplicación y reducción de consumo— o la gama ZEFIR para viñedo en espaldera ilustran esa orientación a la eficiencia agronómica y a la reducción de la deriva.

El catálogo de TEYME incluye una amplia gama de atomizadores.

La modernización tecnológica no se queda en la máquina: TEYME ha participado en programas de apoyo a la internacionalización (ICEX-Next) y en proyectos europeos de robótica aplicada a la pulverización, como SCORPION, que persigue tratamientos de precisión en viñedos de ladera mediante plataformas autónomas. Esta combinación de producto, componente y conocimiento aplicado apunta a una estrategia de valor añadido frente a la mera ‘commoditización’ del hierro.

La estructura también ha crecido. La formación de TEYME Group representa la consolidación del proyecto empresarial: TEYME se une a Solteka y Argilés, configurando un grupo que refuerza la innovación, la integración tecnológica y la presencia internacional, con más de 85 profesionales y exportación a más de 40 países, lo que facilita abordar proyectos integrales —desde atomización y cañones hasta soluciones de pulverización— y reforzar la capilaridad de servicio y recambio. Esta integración industrial es clave para sostener el ritmo de lanzamiento de mejoras incrementales y adaptaciones a cultivo, marco y orografía.

El principal mercado de TEYME es España, seguido por Portugal, Francia y Estados Unidos. “Hace años que somos muy reconocidos en México, que fue el primer país al que fuimos. El último lugar al que hemos llegado es Florida, en Estados Unidos, donde acabamos de firmar un contrato para abrir una filial en Miami”, señala el director general, quien también destaca la presencia en otros territorios, como Sudáfrica.

Regulatoriamente, la nueva PAC 2023-2027, los ecorregímenes y el diálogo estratégico abierto por la Comisión Europea marcan el sentido de marcha: más resultados ambientales medibles, eficiencia en insumos y trazabilidad. España, además, ha presentado el borrador del Plan de Acción 2025-2029 para el uso sostenible de fitosanitarios, que incide en minimizar los riesgos y mejorar la calidad de la aplicación; esto sitúa a fabricantes de pulverización ante el reto de demostrar, con datos, reducciones de deriva y mejoras de uniformidad. Aquí, tecnologías de canalización de aire, regulación proporcional y kits específicos por cultivo —como los de espaldera— son diferenciales competitivos.

En TEYME lo tienen claro: "Siempre hemos querido y queremos facilitar la vida a los agricultores, ayudarles. Cuidar del campo y de las personas”.

Mirando al próximo decenio, la hoja de ruta del sector pasa por tres vectores:

• Precisión y digitalización: dosificación variable, sensores, conectividad.
• Sostenibilidad: reducción de deriva y de consumo de mezcla, compatibilidad con prácticas ecológicas.
• Servicio: Mantenimiento predictivo y disponibilidad de recambio.

La participación de TEYME en proyectos de robótica y su integración de componentes propios sugieren una estrategia de ‘sistema abierto’ que puede acoplarse a plataformas autónomas, consolas ISOBUS y soluciones de gestión de datos de terceros, sin perder la robustez que el agricultor demanda. “Vamos hacia máquinas autónomas con detección de datos para una aplicación de producto y tratamientos localizados”, afirma Iturbe.

En resumen, el 50º aniversario llega con la empresa en plena madurez industrial, una oferta consolidada para frutal, olivar, almendro, viña y cítrico, y una agenda de innovación alineada con las exigencias del mercado y la regulación. La combinación de producto especializado, grupo industrial diversificado y proximidad al cliente deja a TEYME bien posicionada para traducir los próximos cambios del sector en ventajas agronómicas y económicas medibles a pie de parcela.

Facturación y plantilla

El Grupo TEYME ha cerrado los cuatro últimos años con una facturación por encima de los diez millones de euros. La plantilla ha crecido un 90% en nueve años y se divide: Teyme (53), Argilés (18) y Solteka (7).