El despegue digital: cómo las tecnologías disruptivas están transformando la fabricación aeroespacial

La empresa de investigación y análisis Deloitte informó recientemente [1] que la industria aeroespacial tiene el potencial de poner en práctica de forma generalizada muchas tecnologías, incluida la inteligencia artificial. Esto es indiscutible, y este cambio hacia la digitalización en la industria aeroespacial actual va mucho más allá de la eficiencia; abre el camino para desarrollar la resiliencia y garantizar la competitividad a largo plazo. La IA y los sistemas de datos avanzados no solo pueden optimizar la producción, sino que también permiten a las empresas anticiparse a las interrupciones, garantizar la trazabilidad completa y reforzar la fiabilidad de la cadena de suministro. Además, las herramientas digitales apoyan la innovación continua, lo que permite a las empresas adaptarse más rápidamente a las necesidades cambiantes de los clientes e introducir gradualmente soluciones más inteligentes, seguras y sostenibles.

Desde la perspectiva de mi propia empresa, somos miembros activos de muchas iniciativas tecnológicas centradas en la industria del futuro y llevamos tiempo intensificando nuestros esfuerzos para digitalizar nuestras operaciones. Esto nos ha llevado a emplear la robótica y las tecnologías de la información para automatizar la producción, realizar un seguimiento del progreso de la fabricación y almacenar registros detallados, incluidas imágenes serializadas de los productos. Un objetivo clave de esta transformación es perfeccionar nuestros procesos de fabricación, garantizando una recopilación y un análisis de datos sin fisuras para mejorar la planificación, el seguimiento y la trazabilidad de los productos. De hecho, nuestra solución KeyProd, desarrollada internamente, ha sido fundamental para permitirnos recopilar datos de producción en tiempo real. Para mí, y para otras personas como yo que dirigen empresas de fabricación, transformar las operaciones de producción de esta manera nos proporciona una información muy valiosa que nos ayuda a dar los pasos necesarios para alcanzar nuestros objetivos. De hecho, la captura y el análisis de estos datos para determinar en qué áreas podemos mejorar aún más es muy valioso. A través de nuestro gemelo digital, podemos probar digitalmente diferentes opciones para optimizar nuestro flujo de trabajo de producción y entrega.

Sea como fuere, sigue habiendo mucha disparidad en el sector, y veo que muchas empresas no tienen acceso a sus datos en absoluto. Cuando eso ocurre, y los datos no están centralizados y archivados para proporcionar la información retrospectiva necesaria, resulta imposible utilizar la IA de forma eficaz.

Las empresas que ya están equipadas para aprovechar el análisis preciso de datos se están dotando de la capacidad de mejorar la planificación de la producción, aumentar la eficiencia de los materiales y reducir los residuos, optimizando así el consumo de energía. Para nuestra empresa, esto significa no solo una mayor eficiencia operativa, sino también una contribución tangible al desarrollo sostenible y a los esfuerzos de descarbonización. La digitalización ya no se limita a la productividad, sino que también tiene que ver con la responsabilidad, garantizando que la industria aeroespacial evolucione en consonancia con los objetivos medioambientales.

En mi propia experiencia, la digitalización tampoco se limita a la planta de producción, sino que se extiende a todo el ecosistema industrial. La capacidad de compartir datos de forma segura entre fabricantes, proveedores y clientes permite una mayor transparencia y confianza en toda la cadena de suministro. He visto de primera mano cómo esto mejora la capacidad de colaborar más eficazmente con los socios, anticipar los riesgos con mayor antelación y crear sistemas de producción más resistentes. En una industria en la que los retrasos o las interrupciones pueden tener consecuencias importantes, este nivel de integración supone un verdadero cambio revolucionario.

A pesar de ello, la tecnología por sí sola nunca será suficiente y, para aprovechar todo su potencial, la digitalización debe integrarse con éxito en la mano de obra humana. La industria aeroespacial se basa en la precisión, la experiencia y la confianza, por lo que los empleados deben sentirse seguros y respaldados al utilizar nuevas herramientas.

La aplicación adecuada de la tecnología puede hacer que esto sea posible. Al automatizar las tareas repetitivas o de bajo valor, las empresas pueden liberar a los empleados para que se centren en funciones de mayor impacto, oportunidades de mejora de las competencias y áreas en las que el juicio humano es insustituible. De este modo, la digitalización no solo consiste en ser más eficientes, sino que es en realidad un catalizador del crecimiento, que permite a las personas realizar una mayor contribución y, al mismo tiempo, crear una mano de obra más inspirada, satisfecha, resistente y capaz. De hecho, desde el punto de vista empresarial, mejorar las cualificaciones de la mano de obra para que desempeñe funciones de mayor valor y, potencialmente, trayectorias profesionales más satisfactorias, puede incluso ayudar a retener a los empleados.

Es aquí donde la digitalización de determinados procesos de fabricación también puede abordar la escasez de mano de obra cualificada a la que se enfrenta actualmente nuestro sector, ya que estos empleados pueden recibir una nueva formación para adquirir las habilidades especializadas que más escasean en el mercado. Desde mi punto de vista, esto nos ha llevado, por ejemplo, a considerar a personal que anteriormente desempeñaba funciones de montaje y a volver a formarlo en funciones como actividades de soldadura especializada. En JPB Système, hace tiempo que reconocemos que invertir en formación, reciclaje profesional y compromiso es tan importante como invertir en la propia tecnología.

Creo que seguiremos viendo cómo la digitalización crea demanda de nuevos conocimientos en áreas como el análisis de datos, el mantenimiento de la robótica o la optimización de procesos, habilidades que definirán el futuro de nuestra industria. Esta combinación de tecnología y desarrollo humano refuerza tanto la competitividad como nuestra capacidad para atraer talento en un mercado laboral difícil. De hecho, para los posibles empleados, la oportunidad de trabajar en un entorno de vanguardia habilitado para la Industria 4.0 en una empresa que se equipa continuamente con nuevas tecnologías para llevar a cabo una fabricación inteligente, sin duda tiene que ser más favorable que trabajar para una empresa que no lo hace. Las empresas con visión de futuro que están adoptando la digitalización se dotan de una ventaja competitiva a la hora de contratar, lo que aumenta su capacidad y, a su vez, su productividad.

Y aunque la digitalización de ciertos procesos de fabricación puede resolver claramente el problema de la contratación para determinadas tareas, personalmente no creo que pueda sustituir por completo la necesidad de personas cualificadas. En última instancia, basándonos en el hecho de que en JPB Système solemos incorporar nuevos empleados cada vez que instalamos un nuevo robot, creo que somos la prueba de que los humanos necesitan a los robots y los robots necesitan a los humanos.

[1] Perspectivas del sector aeroespacial y de defensa para 2025.