Entrevista a Luis Iglesias Moreno, socio experto de Aecra en Cádiz

El socio experto de la Asociación Europea de Profesionales para el conocimiento y regulación de actividades de Seguridad Ciudadana, Aecra, Luis Iglesias Moreno, ha querido ofrecer su punto de vista sobre los servicios de seguridad privada, analizando temas como las consecuencias de la entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad Privada o el nivel de conocimiento de los ciudadanos sobre los servicios que ofrece la seguridad privada.

Se trata de una Ley que levantó grandes expectativas y que era esperada como agua de mayo, no olvidemos que tuvieron que pasar más de 20 años. La valoración es del todo positiva. Esta Ley nació con una interpretación y un carácter mucho más flexible y abierto, y con la cual la sociedad debe de beneficiarse de los servicios de seguridad privada. Ahora estamos en un momento clave. Por un lado, una sociedad que demanda servicios cada vez más profesionales, y por otro, una ley que permite a las empresas adaptarse a esas verdaderas necesidades, ampliando competencias e incluso áreas de negocio, y dando un importante salto cualitativo en la cobertura jurídica.

No debemos de olvidar, que cuando nació esta ley muchos pensaban que la seguridad privada iba a invadir funciones y competencias de las Instituciones del Estado, creándose una verdadera alarma social, quizás también por culpa de sindicatos y asociaciones policiales, y ayudados por muchos medios de “desinformación”, con un claro desconocimiento del sector y una profunda ignorancia del mismo. Y por supuesto de la Ley. Y está claro que se puede y se debe ser crítico, pero debemos de reconocer que se ha avanzado. Podemos comprobar día tras día cómo ha mejorado la coordinación entre los Cuerpos de Seguridad del Estado y la Seguridad Privada. Existe una mayor concienciación y, por qué no decirlo, sensibilización por parte de las instituciones con este sector. Y por supuesto que queda muchísimo por recorrer y conseguir, pero lo importante siempre es arrancar y pienso que ya lo hemos conseguido.

Se ha avanzado mucho en estos últimos años, pero es una tarea ardua e ingrata, y en la que todos los espectros del sector nos debemos de involucrar. Cada vez es más amplio el abanico de demandantes de servicios de seguridad y la diversidad de los mismos y las empresas de seguridad debemos estar preparados para cubrir esas demandas. La sociedad ha cambiado, así la tipología de los delincuentes y por ende, los delitos. Tenemos que estar atentos a los cambios, no debemos de anclarnos en el pasado. Tiene mucho que decir en este aspecto los centros de formación y los programas formativos de las empresas. No tenemos que pensar que el reciclaje es una obligación solo del personal operativo, de los vigilantes de seguridad, etc. No debe convertirse en un mero trámite. Todos tenemos la obligación de reciclarnos constantemente, de estar al día, los primeros los gestores y directivos. Tenemos la obligación de asesorar a los clientes que cada día demandan servicios más profesionales. Olvidémonos de vender horas de vigilantes y servicios poco profesionales.

Claro que sí, y cada día más. Existe con esta Ley un cordón umbilical entre prestadores de servicios y usuarios obligados. Cada día creo que es más difícil encontrar clientes desinformados. La misma competencia en el sector hace que los futuros clientes estén al día. Todos nos preocupamos por aportar algo más, y esto es muy importante, por lo menos en lo referente al intrusismo. Ya nadie puede hacerse el tonto diciendo que no sabían o que le han engañado. Entiendo que la policía también hace una importante labor en este campo, otro tema distinto es que existan clientes que miren para otro lado, o que hagan caso omiso a la Ley en su propio beneficio económico. Esto siempre va existir. Hay quien tiene una motocicleta y se compra un casco velando por su seguridad y otros que se compran un casco barato e inútil, pero que le sirve para que no le pongan multas…

Sería ideal, debemos de involucrarnos todos, asumir servicios con la mayor profesionalidad hará posible que consigamos esa confianza por parte de esos sectores de la sociedad que todavía le cuesta creer en la Seguridad Privada. Además se conseguirá que la Seguridad Pública asuma otras competencias ineludibles para estos, pero no es tarea fácil. El sector, por la brutal competencia existente, se está convirtiendo en una selva en donde parece que todo vale, en una letal guerra de precios. Sería importante contar con medios suficientes que evalúen, auditen, y fiscalicen la ejecución de los servicios en defensa de los usuarios de dichos servicios. Sería como crear una oficina del consumidor que exija que se cumplan unas normas de calidad específica para servicios de seguridad.

En Aecra somos conscientes en todo momento que el movimiento se demuestra andando. Nadie nos podrá nunca discutir que somos parte activa de todo este entramado y mediante grupos de trabajos, ponencias, conferencias, asesoramiento, procuramos estar presente allí donde se nos requiera. Para Aecra es muy importante trabajar en proyectos e iniciativas que puedan ser valoradas. En nuestra asociación se conservan las formas y los protocolos administrativos con sumo respeto a las instituciones, pero siempre con el objetivo claro y sin perder nuestro rumbo, que no es otro que aportar y colaborar con este sector que tanto lo necesita.

Sería absurdo seguir el camino de muchos actores de este sector que reclaman y exigen, pero sin aportar absolutamente nada. Así, indicar que actualmente estamos preparando en Cádiz (que parece siempre la eterna olvidada por su situación geográfica) una jornada de trabajo sobre la Seguridad Privada, en donde están invitados todos los que conformamos este sector: usuarios, empresas, personal operativo, etc. Toda colaboración es poca y reitero que se conseguirán grandes cosas con la colaboración de todos.