Entrevista a Jordi Rovira, director de Fike Ibérica
2 de abril de 2009
¿Cómo fueron los inicios de Fike?
En 1945, Lester L. Fike fundó en un garaje de Missouri la empresa Fike Metal Products. Entonces, fabricaba discos de ruptura para alivio de presión. Veinte años más tarde Fike fue el primero en aplicar la tecnología de discos de ruptura para una aplicación muy concreta: aliviar la sobrepresión producida por una explosión. A ese disco se le llamó panel de venteo y en ese momento nació la división de Fike de protección contra explosiones.
¿Ya existían las normas Atex o equivalentes por aquel entonces?
No, en absoluto, las normativas son muy recientes, pero el riesgo de explosiones de polvo en la industria son muy antiguas. La primera explosión de polvo de la que se tiene documentación fue en un molino de harina en Italia en 1785.
El objetivo de Fike es salvar vidas, reducir riesgos y mantener bajo control riesgos residuales. Por todos son conocidas las explosiones recientes en España, que se habrían evitado con un adecuado programa de prevención y protección. Las consecuencias de una explosión pueden ser desde una simple parada de producción, la destrucción de un equipo hasta la muerte de trabajadores.
Las normativas son las herramientas que utilizamos para hacerlo en conformidad con las directrices que nos marca la administración y de una forma común en todos los países de la comunidad europea. Se sabe que antes de la implantación de la PED y la directiva Atex, cada Estado miembro tenía sus propias normas para limitar estos riesgos. Ahora existe un único marco normativo a nivel comunitario.
¿Por qué entra Fike en España?
En Fike siempre hemos tenido muy claro que la proximidad con el cliente es muy importante para nuestro negocio: entender el proceso de producción, las necesidades del cliente y cuando se argumentan las distintas soluciones es necesario hacerlo cara a cara, en el mismo idioma y con un equipo de ingenieros, debidamente formados capaces de dar una solución técnica, veraz, rápida y de acuerdo a los estándares locales. Nuestro servicio técnico también esta ubicado en España, queremos dar respuesta de forma rápida y con un técnico que conozca bien todas nuestras instalaciones y sus particularidades.
La capacidad de producción de nuestra fábrica es vasta y puede ofrecer desde productos de stock hasta desarrollar un producto único específico para una aplicación hecha a medida del cliente.
Para llegar a buen puerto no sólo es necesario entender muy bien las necesidades técnicas sino también el potencial de esta aplicación. Realizar este proceso aparta la idea de tener un distribuidor cuyo objetivo sea comprar y vender productos de stock o más o menos estándar, o por teléfono utilizando un idioma que no es el propio.
¿Qué aporta Fike al mercado?
¿Cómo ha evolucionado el mercado de la seguridad laboral estos últimos años?
La Administración ha hecho importantes esfuerzos para concienciar a las empresas de invertir en prevención y protección. La industria lo ha valorado positivamente y lo ha aceptado con criterios de rentabilidad.
En 1995 se aprobó en España la ley de prevención de riesgos laborales para garantizar la seguridad de los trabajadores relativa a su puesto de trabajo. Esta ley se elaboró de acuerdo a la política de prevención comunitaria cuya directiva más significativa es 89/391/CEE. Por otra parte, existe la necesidad de unificar los criterios técnicos de seguridad para garantizar la libre circulación de equipos en el interior de la comunidad sin fronteras técnicas. A partir de este momento se van integrando al marco jurídico español directivas europeas encaminadas a crear un marco único, con los mismos estándares de seguridad. Trabajadores, fabricantes y la industria en general salen beneficiados de este conjunto de directivas.
La primera norma que se unificó a nivel comunitario (de nuestra incumbencia) fue la PED Directiva 97/23/CE relativa a los equipos a presión y que se traspuso al marco jurídico español con el R.D. 1244/1979.
¿Y cómo surge la directiva Atex?
La directiva Atex se traspuso al reglamento español en 2003 con los R.D. 400 y 681. Obviamente no está, a fecha de hoy, totalmente implantada, pero las empresas están muy concienciadas para invertir en la seguridad de la planta. Desde entonces hasta ahora se ha pasado de seguir unas normas de seguridad americanas, a establecer una normativa propia común a todos los estados miembros de la UE. Esta normativa goza de mucho prestigio internacional incluso fuera de nuestro continente.Países como Japón o Rusia, aceptan el estándar europeo como propio.
No hace muchos años los cálculos del área de venteo se realizaban según la Norma NFPA68 americana, actualmente trabajamos con la normativa europea EN14491. Otro ejemplo es el desarrollo de normas para la protección de equipos específicos que se está realizando. Hoy diseñamos el sistema de protección de acuerdo a nuestras ‘guidelines’ internas fruto de nuestra experiencia, pruebas de laboratorio y pruebas a escala real. Fike es el único fabricante de sistemas de protección contra explosiones que dispone de un laboratorio de pruebas propio. Dentro de pocos años dispondremos de una normativa comunitaria que nos dirá como proteger los principales equipos dentro de la industria.
Resumiendo: la directiva Atex está en medio de un proceso de implantación de normas y de creación de nuevos estándares.
¿Y cómo encaja todas estas novedades el mercado?
La verdad es que hay mucha necesidad de información. Hay un desconocimiento sobre los deberes y obligaciones del empresario y fabricante de los equipos.Hay mucho interés en recibir información que la Administración empieza a dar. En todos los seminarios que organizamos se detecta esta clara necesidad.
