El coste medio de un lavado a presión es de 2,7 euros y el de un lavado automático de 6
Ricard Prats, director de operaciones de Grupo Moure
25/10/2021Mantener un coche es toda una inversión. Más allá de gastos comunes como el combustible o las revisiones periódicas, el mantenimiento del vehículo aparece como una de las grandes prioridades de sus propietarios. Para el correcto funcionamiento de un automóvil se ha de cuidar no solo el interior, sino también el exterior, por lo que el lavado se convierte en una actividad obligatoria en la que poner especial atención en términos de calidad y precio.
“Todo vehículo necesita ser limpiado, ya sea de tracción, manual, eléctrico, gas, carburantes fósiles… Pasando por los utilitarios, profesionales o el bólido más preciado”, afirma Ricard Prats, director de operaciones de Grupo Moure, al señalar que en España hay 32 millones de vehículos en circulación, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) del pasado mes de marzo.
En este contexto, los lavaderos se erigen como una actividad esencial para cualquier conductor ya que, según recoge el Reglamento General de Circulación en su artículo 4.2, el uso de materiales que puedan entorpecer la circulación o estacionamiento de vehículos está prohibido en la vía pública, anulando así la posibilidad de lavar el coche en la calle por el uso en grandes cantidades de agua y jabón. “Ahí es donde entra en acción el centro de lavado”, asegura Prats.
“Mantener nuestro vehículo limpio es una filosofía de estilo y cuidado del bien preciado. Un elemento estético. Por ello un usuario responsable lava asiduamente su vehículo”, comenta el responsable.
Un modelo económico y responsable con el medioambiente
En este sentido, Elefante Azul, empresa que forma parte del holding Grupo Moure, apuesta por un modelo de lavados 'ecofriendly' en todos sus establecimientos para ofrecer un servicio de calidad respetuoso con el impacto ambiental. “El medioambiente es una de nuestras grandes preocupaciones”, asegura Marcos Moure, propietario y fundador de Grupo Moure. “Nuestros sistemas de lavado no solo se revisan periódicamente para estar en constante mejora, sino que siempre utilizamos jabones biodegradables al 95 % y minimizamos el consumo de agua al máximo”, continúa.
“A la hora de lavar el coche debemos tener en cuenta el impacto medio ambiental que esto supone. La suciedad, los aceites y los contaminantes de las pastillas de frenos van al foso, donde se tratan para que no contaminen. En este sentido, hay que destacar el ‘no coste’ en la factura ecológica” añade Moure.
A la hora de lavar su vehículo, el usuario puede escoger entre el lavado a alta presión, realizado de forma autónoma por cada cliente para escoger los tiempos que prefiera y el lavado automático, más sencillo de usar y con sistemas a prueba de ralladuras en los túneles. En lo que respecta a los precios, la horquilla de segmentación, en palabras del propio Prats, es algo “variopinta”, ya que se lavan vehículos con características muy diferentes cada día. En el caso del lavado a presión, por un lado, el gasto medio es de 2,7 euros por lavado, mientras que el automático, por su parte, asciende hasta los 6 euros.
¿Cada cuánto se tiene que lavar un coche?
El negocio del lavado va orientado a todos los conductores, aunque, según las estadísticas, los usuarios se sitúan entre los 18 y 72 años, siendo los clientes más asiduos los del rango entre 25 y 68 años. “En el lavado a presión la horquilla de frecuencia está entre 15 y 30 días. Y en el lavado automático entre 15 y 20 días”, explica Prats.
Estos datos, sin embargo, son medias aritméticas ya que, en la práctica, comenta, entran en juego otros factores para determinar la frecuencia real con la que los propietarios de vehículos acuden al centro de lavado. En primer lugar, hay que tener en cuenta las condiciones meteorológicas. Prats habla de ellas como “un factor determinante que puede marcar picos de aceleración o desaceleración en la frecuencia”. Vivir en zonas costeras, por el salitre, o montañosas, por las nevadas, puede aumentar la frecuencia del lavado. “Otro factor determinante será si el vehículo duerme a la intemperie o a cubierto ya que, de lo contrario, quedará a merced de las palomas, polen y lluvia sucia”, concluye.