La energía positiva
De lo que no habla casi nadie en esto de la energía es de la energía positiva. Hay personas, todos lo sabemos, que transmiten lo que coloquialmente conocemos como energía positiva. Pero no nos consta que haya datos sobre semejante valor en la UE ni en España. Y el dato no es baladí, puesto que, un poner, la energía positiva de una persona con varias a su cargo en una empresa, puede desembocar en un trabajo más concienzudo y una mayor responsabilidad hacia el trabajo. Y no digamos si esa persona es un presidente de gobierno. Pero la energía negativa ya es cosa más seria. En términos más de andar por casa, la energía negativa es conocida también como ‘mal rollo’ y si bien se encuentra en el terreno de lo no medible e intangible, ejerce una fuerza real en sentido contrario al constructivo y genera en su tirón final ineficacias y carencias energéticas que no se solucionan con un lácteo bio por las mañanas.
Deseamos que las empresas eléctricas que, tal y como decimos en este número de Química Universal, se encuentran en pie de guerra por la diferencia de posturas entre en relación con los objetivos derivados de Kioto, aprovechen su energía para llegar a conclusiones buenas para el medio ambiente, buenas para las empresas, buenas para las personas.