¿Naturismo o voyerismo? La polémica oferta para “trabajadoras desnudas”
Redacción Protección Laboral01/02/2017
La semana pasada un anuncio de trabajo sacudía los medios con un impactante titular: "Se buscan chicas para trabajar en el servicio doméstico como limpiadoras sexys o desnudas con experiencia en el sector de la limpieza". Se trataba de una oferta laboral publicada en una bolsa de trabajo por una empresa de limpieza doméstica, en Huelva.
La oferta detallaba que este tipo de servicio era dirigido al público naturista y que se podría llegar a pagar hasta 65 € la hora de los que la limpiadora percibiría 45. También se informaba que, si la limpieza se efectuaba en lencería, la hora se pagaría a 50 €: 30 para la empleada y 20 para la empresa. Eso sí, se recalcaba que se trata solamente de limpiar (sin tocar, sólo mirar) y que se firmaría un contrato por horas entre la empresa y la limpiadora, dándola de alta en la Seguridad Social. Por último, la empresa pedía que las aspirantes enviaran fotos en lencería o desnudas de cuerpo entero a un correo electrónico de Hotmail.
El instituto Andaluz de la Mujer ha abierto una investigación para conocer los detalles de la oferta, con el fin de trasladar el anuncio al Observatorio de Publicidad No Sexista. Tal como argumenta el IAM, "no hay competencias para impedir que se contrate a alguien por hacer ese trabajo, pero sí para pedir que no haya lenguaje sexista en el anuncio que se publique."
El anuncio anterior tal vez se inspire en las prestaciones que ofrece una compañía inglesa, Naturist Cleaners, aunque el concepto de servicio de la británica difiere un poco del que se anunció en la empresa de Huelva.
Para empezar, el anuncio de la compañía española recalca limpiadoras (en femenino) “sexys” mientras que la inglesa asegura que cuentan trabajadores o trabajadoras sin importar la figura ni la edad. De hecho, al entrar en su web, vemos que el tratamiento de las fotos no sexualiza los cuerpos, aunque sí vemos que casi todo son mujeres. También es cierto que quien contrate el servicio de limpieza puede escoger si su limpiador va a ser un hombre o una mujer, además de si quiere que sean delgados o “curvy” y con los pechos pequeños o grandes. Con lo que sí se fomenta la cosificación por parte del contratante.
Laura Smith, propietaria del negocio ubicado en Londres, aseguró al diario El País que las personas naturistas pueden tener preferencias en cuanto al cuerpo, para sentirse más cómodos ellos mismos. “Tenemos muchos naturistas que, para estar más cómodos, piden un limpiador más gordo o más delgado, si ellos son gordos o delgados. Tratamos de que los perfiles encajen, para que cliente y limpiadora estén en la misma línea”. En su web también se pueden contratar limpiadores que estén vestidos pero a los que no les importe que su cliente esté desnudo en su casa.
Naturist Cleaners también cuenta con una política estricta de no dejar que los clientes toquen o se insinúen a sus limpiadores, de la misma manera que tampoco podrán hacerles fotos o vídeos. Smith recalca que no se trata de un servicio sexual ni de voyerismo y que, aunque en algunas circunstancias puedan ser contratados por personas no nudistas, lo más probable es que no tenga sentido para ellos este tipo servicio.
Es difícil saber hasta qué punto se trata sólo de buscar la comodidad de la persona naturista o algo más detrás. El hecho de que puedan elegir cómo será el cuerpo del limpiador se contradice un poco con la crítica nudista hacia los cánones estéticos y su defensa de que todos los cuerpos poseen belleza. Y, a vosotros, ¿qué sensación os da?
La oferta detallaba que este tipo de servicio era dirigido al público naturista y que se podría llegar a pagar hasta 65 € la hora de los que la limpiadora percibiría 45. También se informaba que, si la limpieza se efectuaba en lencería, la hora se pagaría a 50 €: 30 para la empleada y 20 para la empresa. Eso sí, se recalcaba que se trata solamente de limpiar (sin tocar, sólo mirar) y que se firmaría un contrato por horas entre la empresa y la limpiadora, dándola de alta en la Seguridad Social. Por último, la empresa pedía que las aspirantes enviaran fotos en lencería o desnudas de cuerpo entero a un correo electrónico de Hotmail.
El instituto Andaluz de la Mujer ha abierto una investigación para conocer los detalles de la oferta, con el fin de trasladar el anuncio al Observatorio de Publicidad No Sexista. Tal como argumenta el IAM, "no hay competencias para impedir que se contrate a alguien por hacer ese trabajo, pero sí para pedir que no haya lenguaje sexista en el anuncio que se publique."
¿Es solo naturismo?
El anuncio anterior tal vez se inspire en las prestaciones que ofrece una compañía inglesa, Naturist Cleaners, aunque el concepto de servicio de la británica difiere un poco del que se anunció en la empresa de Huelva.
Para empezar, el anuncio de la compañía española recalca limpiadoras (en femenino) “sexys” mientras que la inglesa asegura que cuentan trabajadores o trabajadoras sin importar la figura ni la edad. De hecho, al entrar en su web, vemos que el tratamiento de las fotos no sexualiza los cuerpos, aunque sí vemos que casi todo son mujeres. También es cierto que quien contrate el servicio de limpieza puede escoger si su limpiador va a ser un hombre o una mujer, además de si quiere que sean delgados o “curvy” y con los pechos pequeños o grandes. Con lo que sí se fomenta la cosificación por parte del contratante.
Laura Smith, propietaria del negocio ubicado en Londres, aseguró al diario El País que las personas naturistas pueden tener preferencias en cuanto al cuerpo, para sentirse más cómodos ellos mismos. “Tenemos muchos naturistas que, para estar más cómodos, piden un limpiador más gordo o más delgado, si ellos son gordos o delgados. Tratamos de que los perfiles encajen, para que cliente y limpiadora estén en la misma línea”. En su web también se pueden contratar limpiadores que estén vestidos pero a los que no les importe que su cliente esté desnudo en su casa.
Naturist Cleaners también cuenta con una política estricta de no dejar que los clientes toquen o se insinúen a sus limpiadores, de la misma manera que tampoco podrán hacerles fotos o vídeos. Smith recalca que no se trata de un servicio sexual ni de voyerismo y que, aunque en algunas circunstancias puedan ser contratados por personas no nudistas, lo más probable es que no tenga sentido para ellos este tipo servicio.
Es difícil saber hasta qué punto se trata sólo de buscar la comodidad de la persona naturista o algo más detrás. El hecho de que puedan elegir cómo será el cuerpo del limpiador se contradice un poco con la crítica nudista hacia los cánones estéticos y su defensa de que todos los cuerpos poseen belleza. Y, a vosotros, ¿qué sensación os da?