Procrastinación en vena
“Ahora me pongo en serio”, “solo cinco minutos más”…
¿Qué nos empuja a procrastinar durante nuestra jornada laboral?
Existen muchos factores, tanto externos como de personalidad, que nos empujan a tener más o menos necesidad de perder el tiempo. Algunas de las causas más comunes tienen relación con la tarea que tendríamos que empezar. Puede que no nos guste, que nos resulte algo difícil o no comprendamos bien. Eso hará que su desarrollo sea más lento, que prestemos menos atención a lo que hacemos y como consecuencia nos sintamos poco realizados.
¿Cuáles son las formas más comunes de perder el tiempo en la oficina?
Como ya hablábamos en otros posts, las nuevas tecnologías a veces juegan en nuestra contra. Una vibración del móvil, el sonido del teléfono o una nueva notificación de correo hace que desviemos toda la atención de lo que estábamos haciendo y perdamos la concentración. Navegar por internet también es muy peligroso: empiezas consultando algo necesario en la red, y acabas en Facebook o twitter.
Las charlas con los compañeros son necesarias para romper con el estrés del trabajo y desconectar. Pero si éstas se alargan, puede ser contraproductivo. Lo mismo que las reuniones. Esos interminables encuentros donde nadie sale con los objetivos claros a pesar de haber estado cuatro horas encerrados en la sala de juntas.
Procrastinacion en vena
¿Cómo supero esa adicción?
-El primer consejo es deshacerse de todo lo que pueda despistar. Cerrar el correo electrónico, silenciar el móvil y cerrar también el navegador. Solo es recomendable tener abierta la herramienta que se va a utilizar.
De hecho, existen páginas web que se dedican únicamente al arte de procrastinar con los dos elementos más usados en la red: gatos y música.
Su nombre no podía ser más acertado: Procatinator es una web donde podrás perder el tiempo de la forma más estúpida y viciosa: viendo gatos que bailan al son de las canciones que más han sonado en la historia. No tiene pérdida. Aunque deberíais esperar a llegar a casa para hacer click.
-Otra cosa que ayudará a la concentración es superar el minuto -1: Una vez llevamos más de un minuto centrando nuestra atención en la tarea, nos costará mucho más despistarnos. Con ello va el aislamiento: tapones, auriculares o puerta cerrada para evitar distracciones e interrupciones en los momentos álgidos de productividad.
-La lista: una lista que haremos a primera hora de la mañana y donde se establecerán tareas y plazos para finalizarlas. Los temas urgentes no deben acaparar las horas que le dedicaras a los importantes, que al fin y al cabo, es por lo que nos pagan.
-Establecer descansos de cinco minutos a cada 40 trabajados. En esos descansos podemos aprovechar para revisar el móvil o leer los titulares de la prensa, pero siempre con control del horario.
-Hacer públicas nuestras tareas entre los compañeros. Siempre es más fácil justificarse a uno mismo el fracaso que justificárselo a los demás, o al jefe.
-Crear la rutina. Una vez creada, tendremos la necesidad de seguir con ella y aumentar nuestras metas diarias. Es importante visualizar los logros futuros para vivir la sensación de realización en el presente. Ya no nos tentarán los gatos, sino nuestro trabajo.
Aunque…la verdad es que hay gatos graciosísimos….
¡A currar!