Acrobacias a un céntimo
Paula Llull26/05/2014
Hace unas semanas El País publicó un reportaje que destapaba un lado oscuro de la profesión (sí, son profesionales) de cheerleader. Al igual que la de sherpa, la de cheerleader es una profesión no muy bien pagada en una actividad que mueve mucho dinero. Muchísimo. Y, sin querer comparar, también tiene sus peligros.
Los equipos más importantes de la NBA o la NFL tienen otra faceta. Ellas entrenan igual de duro que sus compañeros masculinos de fútbol americano. Aunque no reciben, ni de lejos, la misma presión mediática, sí se les exige más a nivel estético y de imagen. Ellas entrenan más de ocho horas al día, por lo que ser animadora se convierte en un trabajo a tiempo completo, emocional y físicamente destructivo; un esfuerzo que no se ve recompensado económicamente.
Amanda Hess, periodista norteamericana, publicó hace ya tres años un reportaje en el que se denunciaban las condiciones de trabajo de las cheerleaders de los Washington Redskins, un equipo de la liga profesional. Mediante testimonios directos, la periodista denunció las condiciones laborales de las animadoras. Las cheerleaders ganaban unos sesenta euros por partido, lo que representa un 0,01% de las ganancias totales de la franquicia para la que trabajaban. La autora del reportaje explica que además de los sueldos, otro factor denunciable serían los desagradables controles por los que hacen pasar regularmente a las chicas. Agitarse para comprobar que sus muslos están firmes, mantenerse siempre en el mismo peso sin poder subir apenas un gramo, etc. A estas chicas se les controla hasta la hora de cambiarse el tampón.
Equipo de las DreamCheers
Los riesgos a los que se exponen son el tercer eje de la revelación mediática de las condiciones laborales de las animadoras. Esta profesión se lleva la medalla a la profesión femenina más peligrosa, según un estudio de la revista Pediatrics.
En España, este fenómeno no está tan extendido, pero aun así no dejan de existir profesionales que se dedican a la animación de las canchas. El grupo más conocido son las Dream Cheers, equipo de animadoras del Barça. Estas chicas son también profesionales, se dedican a ello de forma exclusiva y pasan duras pruebas para poder formar parte de las Dream. Aunque son el club de cheerleaders blaugrana, no animan solamente a un equipo y pueden ser a la vez contratadas por otras instituciones. Actualmente actúan con el Fútbol Club Barcelona, en la Liga de Balonmano, la ACB y también en hockey.
La bola de nieve que arrastra las denuncias por condiciones laborales de estas chicas todavía no ha cruzado el charco. O quizás sí, pero los clubs han pasado la prueba. ¿Qué opináis?
Los equipos más importantes de la NBA o la NFL tienen otra faceta. Ellas entrenan igual de duro que sus compañeros masculinos de fútbol americano. Aunque no reciben, ni de lejos, la misma presión mediática, sí se les exige más a nivel estético y de imagen. Ellas entrenan más de ocho horas al día, por lo que ser animadora se convierte en un trabajo a tiempo completo, emocional y físicamente destructivo; un esfuerzo que no se ve recompensado económicamente.
Amanda Hess, periodista norteamericana, publicó hace ya tres años un reportaje en el que se denunciaban las condiciones de trabajo de las cheerleaders de los Washington Redskins, un equipo de la liga profesional. Mediante testimonios directos, la periodista denunció las condiciones laborales de las animadoras. Las cheerleaders ganaban unos sesenta euros por partido, lo que representa un 0,01% de las ganancias totales de la franquicia para la que trabajaban. La autora del reportaje explica que además de los sueldos, otro factor denunciable serían los desagradables controles por los que hacen pasar regularmente a las chicas. Agitarse para comprobar que sus muslos están firmes, mantenerse siempre en el mismo peso sin poder subir apenas un gramo, etc. A estas chicas se les controla hasta la hora de cambiarse el tampón.
Equipo de las DreamCheers
Los riesgos a los que se exponen son el tercer eje de la revelación mediática de las condiciones laborales de las animadoras. Esta profesión se lleva la medalla a la profesión femenina más peligrosa, según un estudio de la revista Pediatrics.
En España, este fenómeno no está tan extendido, pero aun así no dejan de existir profesionales que se dedican a la animación de las canchas. El grupo más conocido son las Dream Cheers, equipo de animadoras del Barça. Estas chicas son también profesionales, se dedican a ello de forma exclusiva y pasan duras pruebas para poder formar parte de las Dream. Aunque son el club de cheerleaders blaugrana, no animan solamente a un equipo y pueden ser a la vez contratadas por otras instituciones. Actualmente actúan con el Fútbol Club Barcelona, en la Liga de Balonmano, la ACB y también en hockey.
La bola de nieve que arrastra las denuncias por condiciones laborales de estas chicas todavía no ha cruzado el charco. O quizás sí, pero los clubs han pasado la prueba. ¿Qué opináis?
