Riesgos laborales asociados a la horticultura
Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente y lo queremos celebrar cuidándolo a él, y a ti.
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Tenemos una imagen bucólica de ciertas actividades –la jardinería, entre ellas- e ignoramos los múltiples riesgos que entrañan. Materiales como los plaguicidas, fertilizantes y sustancias varias son responsables de enfermedades agudas y crónicas entre jardineros y horticultores. Los tractores, motocultores, corta-céspedes y otros equipos mecanizados han permitido un gran aumento en la capacidad de trabajo, pero producen también accidentes graves.
La posibilidad de quedar atrapado en la maquinaria, el vuelco de los tractores, la conducción de máquinas en vías públicas, las caídas o los golpes producidos por la caída de objetos, la manipulación de materiales, herramientas y utillajes, los espacios confinados y la exposición a toxinas, polvo, mohos, sustancias químicas, vibración y ruido son los principales riesgos de enfermedad y lesiones en la actividad de jardinería. Todo ello sin olvidar las condiciones climáticas y la exposición al medio natural. En definitiva, estamos ante una actividad muy exigente y sacrificada, un trabajo que arroja unas tasas de siniestralidad sorprendentemente altas.
En nuestra revista número 83 podéis leer el artículo completo, donde se indican todos los riesgos a los que está sometido un jardinero. Os dejamos con un pequeño extracto.
Consideraciones generales
Enfocado a la prevención, este artículo quiere plantear, a modo de introducción, algunas pautas preventivas generales como:
-Seguir una rotación en las tareas repetitivas (palear, recorte con tijeras, poda, barrer, etc.) y las que supongan un especial esfuerzo físico o riesgo para el trabajador. En prevención, descanso quiere decir alternancia de tareas, además de –lógicamente- las pausas ergonómicas.
-No obviar el factor térmico. El trabajo se ejecutará, en función de las condiciones de frío / calor, con las oportunas medidas organizativas y de protección.
Extremar la prevención al realizar desplazamientos o trabajos en la vía pública.
-Utilizar ropa de trabajo adecuada y, por supuesto, los EPI necesarios en cada caso. La lista incluye: calzado de seguridad, gafas de protección, guantes de cuero, protectores auditivos, ropa de alta visibilidad, mascarilla antipartículas, guantes de goma, mono, botas de goma, gorra (o sombrero de paja), equipos anticaídas, pantalones o petos resistentes al corte, manguitos anti-corte, casco de seguridad, pantallas y protectores faciales, espinilleras y delantal.
Los EPI no sólo deben disponer del marcado CE, también es obligatorio su uso, pues el mejor EPI no protege si no se usa (o se hace incorrectamente).
Meterse en un jardín
Ya se ha dicho que la actividad de jardinería-horticultura no está exenta de riesgos. Por otra parte, ningún riesgo es menospreciable. La calidad de la actitud preventiva determinará cómo será ese ‘meterse en un jardín’. Atendiendo a dichos principios pueden evitarse muchos incidentes, o accidentes, derivados de algunos peligros como los que se citan a continuación.
Manipulación de productos químicos
Todos los trabajadores deben disponer de una copia de las fichas de seguridad de los productos químicos que deban utilizar, estando además estas fichas siempre disponibles en los lugares de manipulación de sustancias. Todos los productos químicos (combustibles, fitosanitarios, cloro, productos de limpieza...) deben mantenerse en su envase original y estar correctamente etiquetados.
El almacenamiento de combustible se hará en armarios ignífugos, ubicándose en lugares con buena ventilación y, preferiblemente, alejados de las puertas. Los combustibles deben estar debidamente etiquetados para facilitar la identificación. El armario, señalizado con pictogramas de material inflamable y prohibido fumar, no debe tener nada encima, mantenerse limpio, equipar una bandeja de retención de vertidos, y poder cerrarse con llave.
Los productos fitosanitarios no se almacenarán con el combustible, sino en un armario de seguridad, que deberá estar un lugar con ventilación (natural o forzada) y reunir las mismas características de los armarios para combustible.
Manipulación manual de cargas
Es cualquier operación de transporte o sujeción de una carga, de forma individual o colectiva, que puede requerir su levantamiento, colocación, empuje, tracción o desplazamiento, tareas que suponen un riesgo ergonómico. La manipulación de pesos superiores a los 3 kilos ya tiene un riesgo dorsolumbar potencial, especialmente si se manipulan en condiciones desfavorables (lejos del cuerpo, adoptando posturas inadecuadas, etc.). El peso máximo recomendable es de 25 kilos, en caso de hombres adultos, sin que deban superarse nunca pesos superiores a los 40 kilos. Siempre que sea posible se procederá a un fraccionamiento para evitar superar los valores citados de peso manipulado, o se emplearán elementos mecánicos.
Para prevenir lesiones conviene examinar la carga antes de manipularla, tratando de localizar zonas que puedan resultar peligrosas. Situarla en el lugar más favorable para la persona que tiene que manipularla. Transportarla a la altura de la cadera y lo más cerca posible del cuerpo. Utilizar cinchas y otros elementos auxiliares cuando sea necesario.
No proceder según lo establecido desencadena riesgos diversos, como: caídas (al mismo o distinto nivel), golpes y atrapamientos por caída de los objetos manipulados o almacenados, golpes contra objetos móviles e inmóviles, cortes y heridas, fatiga física, sobreesfuerzos, etc., que se sintetizan en el cuadro adjunto.
Riesgos laborales más usuales en jardinería-horticultura | |
Tipo de riesgo | Causas-consecuencias |
Riesgo químico | Los productos químicos pueden romper la defensa que nos proporciona la piel y penetrar en el organismo. Irritaciones, quemaduras o úlceras, dermatitis, urticarias |
Riesgo mecánico | Las herramientas de trabajo son un peligro evidente. Cortes, laceraciones, aplastamiento o abrasión general, provocados por diferentes útiles de trabajoSobreesfuerzos por la manipulación manual de cargas, que ocasionan lesiones en espalda, lumbares u otras partes |
Riesgo térmico | Asociado al calor o el frío y las inclemencia climatológicas. Quemaduras, debilitamiento de la capa córnea de la piel. Estrés térmico, insolación, golpe de calor, hipotermia, congelación |
Riesgos eléctricos | Instalaciones eléctricas defectuosas o los cables mal aislados, equipamientos de trabajo, tareas de mantenimiento de la maquinaria. Quemaduras y/o electrocución |
Riesgos producidos por vibración y movimientos repetitivos | Maquinaria (motocultor, corta-césped) y equipos de trabajo empleados comúnmente y que forman parte del grupo de herramientas vibrátiles. Alteraciones circulatorias, dolor, incapacidad laboral. Lesiones musculoesqueléticas |
Otros riesgos(higiénicos, biológicos) | Alergias provocadas por las materias. Dermatitis, urticarias, infecciones de las uñasInfecciones parasitarias. Mordedura-picadura de animales venenosos. Envenenamiento con productos químicos |
Ruido | Exposición a niveles sonoros elevados (manejo de maquinaria, por ejemplo) sin el uso de protección acústica. Lesión de las terminaciones nerviosas del oído, causando hipoacusia (sordera), que se detecta fácilmente cuando afecta a las frecuencias de la voz humana |