Estrategias para afrontar el mobbing
Redacción Protección Laboral27/04/2016
El post de hoy va dedicado a un tema polémico y que muchos de nuestros lectores ya conocen. El mobbing o acoso laboral es la acción de hostigar a un empleado con violencia psicológica (en algunos casos hasta física) para producirle malestar en el trabajo, creando un clima laboral insoportable e instigando a la persona afectada a pedir una baja voluntaria del empleo. Así de paso, la empresa se ahorra el finiquito y en algunos casos también lo que sería una indemnización por despido improcedente. El término “mobbing” lo creó el divulgador científico sueco Heinz Leymann durante la década de los 80, cuando él mismo observó esta conducta en alguna de las compañías donde trabajó. Asimismo el científico también elaboró las llamadas “45 preguntas de Leymann” como herramienta para detectar las situaciones de mobbing en el ámbito laboral. Podéis consultar la lista completa aquí, aunque os dejamos con unas cuantas de las más identificativas, para que os den una pista sobre lo que podéis estar viviendo si alguna vez habéis presenciado o vivido alguna situación parecida.
Cambios en las relaciones interpersonales
- Los compañeros le impiden expresarse.
- Los compañeros le gritan, le chillan e injurian en voz alta.
- Tanto compañeros como responsables directos de la víctima la ignoran dirigiéndose exclusivamente a terceros (como si la víctima no existiera).
- Se hace burla o ridiculiza a la víctima delante de otras personas, llegando incluso a hacer correr rumores sobre ella.
- Se atribuye a la víctima una enfermedad mental.
- Se atacan sus creencias políticas o religiosas.
Cambios de responsabilidades en el trabajo
- Se le asignan a la víctima tareas totalmente inútiles o absurdas.
- Se le asignan tareas muy inferiores a su capacidad o competencias profesionales o, por el contrario, tareas que exigen una experiencia superior.
- Se le asignan sin cesar tareas nuevas.
¿Podemos combatirlo?
El mobbing se puede denunciar, es cierto. Pero antes de llegar a una batalla judicial, tanto para nuestra paz de espíritu como por asegurarnos de que podemos demostrar lo ocurrido antes de denunciarlo, hay algunos consejos que nos gustaría daros como estrategias para combatir el acoso.
- Información: ante todo, es importante saber a qué nos enfrentamos para poder afrontarlo. Leer sobre el tema nos puede ayudar. Os aconsejamos la web elmobbing.com, donde encontrareis una gran cantidad de información sobre conductas, perfiles psicológicos y recursos contra el mobbing. También existen diversas asociaciones contra el acoso laboral, que nos podrán ayudar a combatirlo, como PRIDICAM, AGACAMT, AVALC, además de otras muchas organizaciones.
- Debemos registrar, en la medida que podamos, todas las agresiones que recibamos (e-mails, llamadas, conversaciones grabadas…), por si acaso llega el momento en que debamos utilizarlas como pruebas.
- Ante las agresiones, es mejor comportarnos de forma asertiva que emocional, aunque afrontándolas. Es decir, sin perder los nervios, enfrentarnos a la persona que nos agrede para no aumentar su sensación de poder sobre nosotros.
- Si las agresiones suceden solamente en la clandestinidad, hay que hacerlas públicas de alguna forma. Contándoselo a nuestros compañeros, superiores directos, etc.
- Guardar copias de seguridad propias para que el agresor no tenga acceso a nuestro trabajo (por si quisiera sabotearlo).
- Es importante poder contar con el apoyo moral de nuestros compañeros. Siempre que no estén participando en la agresión, claro está.
- A nivel personal, es posible que necesitemos la ayuda de un terapeuta que nos ayude a gestionar los sentimientos negativos que nos provoca tal situación y a desarrollar una conducta para afrontar la situación.
- No está de más consultar con algún representante legal, aunque sólo sea para que nos de recursos para no llegar a un juicio. O directamente para que nos dé armas legales contra el acosador.
- Debemos cuidar la imagen que proyectamos a los demás para conseguir posibles aliados. Promover el respeto y la responsabilidad es una buena manera de hacerlo.
Como veis, hay algunos trucos que, aunque no solucionen en problema de golpe, nos pueden ayudar a combatir una conducta tan injustificada como es el acoso a un trabajador. Eso no significa que, llegado el caso y si nuestra salud mental nos pide dejar ese trabajo, debamos permanecer en él. Nuestra salud está por delante de las disputas que tengamos con terceros.