nuevos tejidos técnicos contra salpicaduras de metales, chispas y para la alta visibilidad
Con los nombres de 440 Siloxane y 625 / 635 Orange HV, estos tres nuevos tejidos se suman a la amplia gama de productos de protección y seguridad laboral que el fabricante expone en Sicur 2016.
El tejido 440 Siloxane está destinado a la protección contra salpicaduras de metales o chispas. Fabricado con las últimas tecnologías, el 440 Siloxane es un tejido de alta calidad que protege las zonas corporales más expuestas a salpicaduras de metales o chispas. Su gran resistencia al vertido de múltiples metales permite garantizar y alargar la durabilidad de los equipos de protección individual (EPI) que se utilizan en fundiciones o zonas de trabajo expuestas a altas temperaturas.
El tejido 440 Siloxane, fabricado con las últimas tecnologías, está destinado a la protección contra salpicaduras de metales o chispas
En los laboratorios de I+D de Lenard, el 440 Siloxane ha permanecido intacto después de someterse a pruebas de extrema dureza. Se trata del tejido más
resistente de Lenard a las salpicaduras de todo tipo de metales: aluminio, cobre, hierro, zinc, zamak, criolita..., superando los requerimientos de la norma ISO 9185 en cuanto a resistencia a salpicaduras de aluminio (por encima del nivel D3) y salpicadura de hierro (nivel E3). La protección también es extensible al calor, ya sea convectivo (nivel B1), radiante (nivel C1) o por contacto (nivel F1), además de presentar una gran resistencia a la inflamabilidad (A1 - A2).
Por otro lado, Lenard incorpora dos nuevas referencias de color naranja de alta visibilidad con los tejidos 625 Orange HV y el 635 Orange HV. El 625 Orange HV está indicado para la fabricación de prendas de ropa laboral como podrían ser los polos, en los que se busca ofrecer seguridad y comodidad al trabajador. Este tejido cumple la normativa de Alta Visibilidad EN 20471 y ofrece también resistencia al calor convectivo (nivel B1), radiante (C1) y por contacto (F1), es ignífugo (niveles A1 y A2) y antiestático (EN 1149/5), además de resistir el arco eléctrico de clase 1 (4kA) y tener un ATPV de 6,3 cal/cm2. De esta forma, se convierte en el mejor aliado en la seguridad de personas que trabajan con electricidad y están expuestos al riesgo del ‘flash-over’ (llamarada) de arco eléctrico provocado por los cortocircuitos.