Ser EFR: un reto al alcance de todos
Paula Llull12/11/2014
Hace ya más de diez años que las empresas saben que es ser “EFR”. Las siglas corresponden a Empresa Familiarmente Responsable.
MRW fue pionera en estrenar el diploma, allá por 2005, después de haber superado una auditoria externa que certificó que se habían cumplido una serie de medidas tendentes a favorecer el equilibrio entre trabajo y familia. Estas acciones se refieren a estabilidad en el empleo, flexibilidad temporal y espacial, apoyo al desarrollo profesional, apoyo a la familia, apoyo a la integración e igualdad de oportunidades.
Se trata de certificarse bajo el modelo EFR1000, que pretende auditar a las empresas que lo soliciten y reconocer a aquellas que efectivamente cumplan los criterios para ser consideradas “familiarmente responsable” y ser galardonadas con el diploma por parte de la Fundación MásFamilia.
Antes de iniciar los trámites de certificación, las empresas pueden conocer, a nivel orientativo, en qué estadio de conciliación y Responsabilidad Social Empresarial se encuentran.
Mediante la respuesta de un sencillo cuestionario realizado por el Centro Internacional de trabajo y familia, tanto PYMES como grandes empresas podrán recibir una evaluación de su estado en cuanto a EFR.
Empresa EFR. Imagen de energiasrenovables.com
El test consta de seis partes, donde se hacen preguntas que abarcan diversos campos; desde la libertad de los trabajadores en cuanto a horarios, vacaciones o necesidades personales, hasta programas de formación en conciliación por parte de la empresa.
Finalmente, además de recibir una radiografía de la empresa en cuanto a responsabilidad familiar, también se reciben los pasos a seguir para mejorar en esta materia.
Este tipo de políticas se asocian de manera positiva a la reputación corporativa de una empresa, fortaleciendo la imagen de compromiso con sus empleados y con la sociedad. Además, ser EFR puede devenir una herramienta para la obtención y retención de talento, ya que el empleado se sentirá cómodo y libre en su lugar de trabajo. Eso, a su vez, puede mejorar la productividad y por consecuencia, la situación económica de la empresa. Por último, gracias a los valores y reputación que se obtiene con el certificado y la implementación de medidas de conciliación, se puede atraer inversión tanto nacional como extranjera, ya que en Europa se trabaja para que todos los países miembros obtengan unos niveles mínimos de responsabilidad social.
¿Ya sabéis si vuestra empresa es Familiarmente Responsable?
MRW fue pionera en estrenar el diploma, allá por 2005, después de haber superado una auditoria externa que certificó que se habían cumplido una serie de medidas tendentes a favorecer el equilibrio entre trabajo y familia. Estas acciones se refieren a estabilidad en el empleo, flexibilidad temporal y espacial, apoyo al desarrollo profesional, apoyo a la familia, apoyo a la integración e igualdad de oportunidades.
¿Qué se puede hacer para certificarse como EFR?
Se trata de certificarse bajo el modelo EFR1000, que pretende auditar a las empresas que lo soliciten y reconocer a aquellas que efectivamente cumplan los criterios para ser consideradas “familiarmente responsable” y ser galardonadas con el diploma por parte de la Fundación MásFamilia.
Antes de iniciar los trámites de certificación, las empresas pueden conocer, a nivel orientativo, en qué estadio de conciliación y Responsabilidad Social Empresarial se encuentran.
Mediante la respuesta de un sencillo cuestionario realizado por el Centro Internacional de trabajo y familia, tanto PYMES como grandes empresas podrán recibir una evaluación de su estado en cuanto a EFR.
Empresa EFR. Imagen de energiasrenovables.com
El test consta de seis partes, donde se hacen preguntas que abarcan diversos campos; desde la libertad de los trabajadores en cuanto a horarios, vacaciones o necesidades personales, hasta programas de formación en conciliación por parte de la empresa.
Finalmente, además de recibir una radiografía de la empresa en cuanto a responsabilidad familiar, también se reciben los pasos a seguir para mejorar en esta materia.
¿Qué gana una empresa EFR?
Este tipo de políticas se asocian de manera positiva a la reputación corporativa de una empresa, fortaleciendo la imagen de compromiso con sus empleados y con la sociedad. Además, ser EFR puede devenir una herramienta para la obtención y retención de talento, ya que el empleado se sentirá cómodo y libre en su lugar de trabajo. Eso, a su vez, puede mejorar la productividad y por consecuencia, la situación económica de la empresa. Por último, gracias a los valores y reputación que se obtiene con el certificado y la implementación de medidas de conciliación, se puede atraer inversión tanto nacional como extranjera, ya que en Europa se trabaja para que todos los países miembros obtengan unos niveles mínimos de responsabilidad social.
¿Ya sabéis si vuestra empresa es Familiarmente Responsable?