Su as en la manga, al descubierto
Paula Llull14/07/2014
El anteproyecto de la reforma de la Ley de Mutuas lleva más de un año en marcha. Ha sufrido varios cambios y modificaciones en base a las necesidades de algunos grupos de interés, así como sindicatos y colectivos sanitarios.
El punto más conflictivo de esta ley era el hecho de que se autorizaba a las mutuas a dar el alta unilateralmente a los pacientes que hubieran estado de baja por Incapacidad Temporal (IT), pero las reacciones de los sindicatos, trabajadores y comunidad de médicos de familia provocaron que en el Ministerio tuviera que poner el freno y hacer algunos cambios.
El dominio absoluto de la retórica de los redactores hizo que todos pudiéramos pensar por un momento que se habían escuchado las opiniones de los implicados, pero como siempre, todo tiene letra pequeña. Se presentó un esbozo con las modificaciones demandadas, donde decía que la mutua debería solicitar el alta al facultativo, y si este no respondía en cinco días, la mutua tendría la potestad de emitir el parte médico de alta. Es decir, lo mismo pero con cinco días de burocracia de por medio.
Esta carga de trabajo burocrático representaría un gran inconveniente para los médicos, pudiendo ocasionar una menor atención a los pacientes, o simplemente un retraso en estos informes que a su vez provocarán un silencio administrativo y el alta del paciente no por motivos de salud, sino por motivos burocráticos.
Aún así, el anteproyecto quedó de nuevo abierto a debate. Los cinco días no solucionaban el problema de fondo, sino que lo empeoraban.
Conflicto por el alta de los pacientes. Fuente www.federacionfaiss.com
Hace unos días salió a la luz lo que parece ser el documento definitivo, y por el cual se establece que finalmente las mutuas no tendrán la última palabra, sino que la tendrán los Inspectores del Sistema Nacional de Salud.
Algunas fuentes han criticado que pese a tener el nuevo borrador, no se haya abierto un procedimiento específico de consultas ni se haya dado un plazo a sindicatos y patronal para presentar sus sugerencias.
No obstante, los interlocutores sociales han valorado que Empleo se haya mostrado dispuesto a “seguir hablando” aunque no se haya abierto un proceso de concertación y todas las aportaciones parece que sólo tendrán cabida en el trámite parlamentario.
El problema de fondo sigue latente. Se supone que el Gobierno ha podido llegar a considerar que los facultativos de la Seguridad Social alargan innecesariamente las bajas y por eso elabora una reforma de la Ley. Bien, si realmente los médicos no desarrollan correctamente su labor, la solución pasa por tener que demostrarlo. Posteriormente se debería pensar en una solución dentro del colectivo sanitario, pero sin jugar con la salud de las personas.
La ventaja de la sanidad pública y su razón de ser es que no es necesario que genere beneficios para seguir funcionando. La idea es que eso ayude a que el trabajo se haga bien, se pidan las pruebas necesarias y se esté de baja el tiempo establecido sin importar nada más que el bienestar del trabajador. Si seguimos poniendo parches y no se arregla el problema de raíz, el sistema seguirá tambaleándose.
El punto más conflictivo de esta ley era el hecho de que se autorizaba a las mutuas a dar el alta unilateralmente a los pacientes que hubieran estado de baja por Incapacidad Temporal (IT), pero las reacciones de los sindicatos, trabajadores y comunidad de médicos de familia provocaron que en el Ministerio tuviera que poner el freno y hacer algunos cambios.
Primer cambio ‘cosmético’
El dominio absoluto de la retórica de los redactores hizo que todos pudiéramos pensar por un momento que se habían escuchado las opiniones de los implicados, pero como siempre, todo tiene letra pequeña. Se presentó un esbozo con las modificaciones demandadas, donde decía que la mutua debería solicitar el alta al facultativo, y si este no respondía en cinco días, la mutua tendría la potestad de emitir el parte médico de alta. Es decir, lo mismo pero con cinco días de burocracia de por medio.
Esta carga de trabajo burocrático representaría un gran inconveniente para los médicos, pudiendo ocasionar una menor atención a los pacientes, o simplemente un retraso en estos informes que a su vez provocarán un silencio administrativo y el alta del paciente no por motivos de salud, sino por motivos burocráticos.
Aún así, el anteproyecto quedó de nuevo abierto a debate. Los cinco días no solucionaban el problema de fondo, sino que lo empeoraban.
Conflicto por el alta de los pacientes. Fuente www.federacionfaiss.com
Los Inspectores mandan
Hace unos días salió a la luz lo que parece ser el documento definitivo, y por el cual se establece que finalmente las mutuas no tendrán la última palabra, sino que la tendrán los Inspectores del Sistema Nacional de Salud.
Algunas fuentes han criticado que pese a tener el nuevo borrador, no se haya abierto un procedimiento específico de consultas ni se haya dado un plazo a sindicatos y patronal para presentar sus sugerencias.
No obstante, los interlocutores sociales han valorado que Empleo se haya mostrado dispuesto a “seguir hablando” aunque no se haya abierto un proceso de concertación y todas las aportaciones parece que sólo tendrán cabida en el trámite parlamentario.
Poner parches, un error
El problema de fondo sigue latente. Se supone que el Gobierno ha podido llegar a considerar que los facultativos de la Seguridad Social alargan innecesariamente las bajas y por eso elabora una reforma de la Ley. Bien, si realmente los médicos no desarrollan correctamente su labor, la solución pasa por tener que demostrarlo. Posteriormente se debería pensar en una solución dentro del colectivo sanitario, pero sin jugar con la salud de las personas.
La ventaja de la sanidad pública y su razón de ser es que no es necesario que genere beneficios para seguir funcionando. La idea es que eso ayude a que el trabajo se haga bien, se pidan las pruebas necesarias y se esté de baja el tiempo establecido sin importar nada más que el bienestar del trabajador. Si seguimos poniendo parches y no se arregla el problema de raíz, el sistema seguirá tambaleándose.