Texturizado de superficies en el molde
Este proceso requiere un elevado grado de especialización, por lo que son muy pocas las empresas que lo realizan. Sin embargo, cada vez es mayor la demanda de superficies no convencionales
Las superficies texturizadas, con una gran diversificación, dan el toque de acabado a productos cada vez más numerosos. Sus aplicaciones en el campo de la decoración permiten casar formas, colores y superficies
Desde el punto de vista utilitario, obtienen superficies antideslizantes o poco sensibles a las huellas de los dedos y, en el automóvil, los tableros y volantes se benefician de un tacto adherente y superficies antirreflectantes. Al mismo tiempo, es posible disimular defectos superficiales previsibles en piezas moldeadas, como aguas o líneas de flujo o de soldadura.
Actualmente, para llevar a cabo este trabajo se utiliza casi exclusivamente, con alguna excepción que luego mencionaremos, el texturizado químico, que es el más económico de los tratamientos de superficie pues, si bien su coste se añade al del molde, no son necesarios retoques en las piezas de serie.
El texturizado químico se realiza actualmente mediante un proceso foto-técnico que frecuentemente requiere retoques manuales de acabado, por lo que es difícil de realizar sobre superficies de formas complejas poco accesibles para el operador.
Condiciones del material del molde para el texturizado
El proceso puede realizarse sobre prácticamente cualquier material de molde, pero es importante que no existan fisuras o poros ni defectos de homogeneidad en el material que el texturizado podría resaltar.
No hay restricciones en relación con los tratamientos térmicos que hayan podido sufrir los aceros puesto que, en principio, el texturizado puede efectuarse sobre material templado o nitrurado y se trata, generalmente, de un tratamiento de poca profundidad. En caso de supercarburación debida a la cementación aparece una "piel de naranja" que puede hacer necesario un tratamiento térmico suplementario.
En la práctica, un acabado de superficie brillante, de grano #240, es suficiente para permitir un buen texturizado. Defectos que inciden en profundidad, como los que produce un mecanizado con herramientas mal afiladas, perjudican el estado de la superficie y pueden hacer preciso un tratamiento térmico.
También tiene importancia el procedimiento de fabricación del molde. Cuando se ha mecanizado la superficie mediante electro-erosión, ésta queda constituída por tres capas, quedando en la superficie la capa blanca, que tiene una dureza muy elevada (950 HV - 70 HRC) y presenta a menudo tenso-fisuración térmica. Estas fisuras son permeables al ácido y no permitirían un texturizado regular, por lo que esta capa debe eliminarse mediante pulido o toscado para dejar en superficie la capa de transformación que se apoya sobre la estructural.
Otro proceso de fabrización, menos frecuente pero utilzado en las huellas de poca profundidad de moldes múltiples, es el matrizado en frío, que crea importantes modificaciones en la estructura del acero y hace obligatorio un tratamiento térmico previo al texturizado.
Finalmente, la soldadura puede dificultar el trabajo del grabador y en el caso de moldes soldados no puede garantizarse un trabajo perfecto. Es importante que el electrodo utilizado para la soldadura sea compatible con el acero del molde y su análisis químico debe ser muy aproximado al del material del mismo, aunque con un contenido de carbono inferior.
El proceso de texturizado
El proceso de texturizado requiere la preparación de una película con el modelo impreso de la superficie a obtener. Esta película se encola sobre el molde en formatos de tamaño adecuado para permitir su adaptación a las superficies del mismo y la definición entre superficies texturizadas o no, siendo necesario en las uniones de cada formato completar manualmente el grabado.
Figura 1 El proceso de texturizado es una operación básicamente manual cuya calidad final depende, en gran parte, de la habilidad del operador. Por esta razón, los fabricantes de moldes recurren a empresas especializadas en este tipo de trabajos.
Figura 2 El proceso de texturizado es una operación básicamente manual cuya calidad final depende, en gran parte, de la habilidad del operador. Por esta razón, los fabricantes de moldes recurren a empresas especializadas en este tipo de trabajos.
Una vez se ha completado este proceso se eliminan las partes de película protectora que deben quedar en bajorrelieve sometiéndolas a una fuente luminosa de gran potencia que no afecta a las que deben quedar en relieve en el molde (bajorrelieve en la pieza) por la protección óptica del diseño impreso.
La siguiente fase es el tratamiento con líquido corrosivo que ataca a las partes no protegidas por la película residual, sin que pueda atacar a las protegidas por la película. De este modo se crean las depresiones correspondientes, que no suelen tener valores de profundidad mayores de unas decenas de micras.
En la mayoría de los casos se trata de obtener superficies mates pero, si no es así, se puede completar el tratamiento del molde un pulido final, que es, en general, el último a menos que sea necesaria una deposición galvánica de cromo para los moldes que sufren la abrasión del material moldeado, como es el caso de los prensados de SMC. Es también posible someter al molde a tratamientos de endurecimiento por técnicas que no aumenten el espesor de la capa de superficie.
Los talleres de texturizado están equipados para manejar y tratar una gran variedad de moldes, muchas veces con un peso considerable. La amortización de estos variados equipos tiene un incidencia importante en el coste de la operación, y el trabajo de texturizado requiere personal con un alto grado de especialización, por lo que no es nada frecuente que los fabricantes de moldes, aún los mayores, dispongan de sus propias instalaciones para este tipo de trabajo.
Un procedimiento alternativo al texturizado químico es el empleado para fabricar moldes de piezas muy complejas, como los volantes de automóvil de alto de gama que deben presentar una apariencia de cuero irreprochable. Los moldistas envían un volante a recubrir a alguna marroquinería de primera línea para que efectúe el recubrimiento con cuero auténtico, con cosidos destacados y luego se obtiene el molde a partir de este modelo, bien por colada de PUR o por galvanoplastia.
El texturizado químico es el más económico de los tratamientos de superficie pues, si bien su coste se añade al del molde, no son luego necesarios retoques en las piezas de serie | La soldadura dificulta el trabajo del grabador e importa que el análisis químico del electrodo sea muy aproximado al del material del molde, aunque con menor contenido de carbono |