El fabricante japonés apuesta por este tipo de plásticos para el interior de sus vehículos
‘Plástico ecológico’ para el interior del nuevo Toyota Sai
El fabricante automovilístico ha utilizado un nuevo bio-PET en el asiento, alfombrillas y otras superficies internas que requieren una mayor resistencia a la abrasión que la que puede alcanzarse con un plástico utilizado anteriormente en otras piezas del interior. El nuevo plástico ecológico de TMC, como denominan el material supera el comportamiento de otros bioplásticos generales en términos de resistencia al calor, durabilidad y resistencia a la contracción y se comporta igual que los plásticos derivados del petróleo, incluyendo el coste de las piezas.
TMC ha apostado por este material como un instrumento para reducir las emisiones finales y el uso de fuentes de petróleo a lo largo de la vida útil de un vehículo, desde la fabricación hasta su fin de vida. Esto es así porque este plástico usa plantas que absorben el CO2 de la atmósfera mientras crecen, como materia prima en vez de petróleo. Además, los beneficios de las tecnologías medioambientales como la mencionada, aumentan cuando se utilizan en productos producidos en masa, como ocurre con los automóviles.
TMC ha trabajado para aplicar el ‘plástico ecológico’ en sus automóviles desde 2000. En mayo de 2003, el fabricante automovilístico se convirtió en el primero en el mundo en utilizar bioplástico elaborado a partir de ácido poliláctico en la producción masiva de vehículos cuando introdujo el material en la cubierta de la rueda de repuesto y en las alfombras del suelo del vehículo compacto Raum diseñado para el mercado japonés.
Bio-PET es el nombre de los plásticos desarrollados por TMC para automóviles, que se obtienen a partir de plantas, más resistentes al calor y al impacto que los bioplásticos convencionales. Se produce reemplazando el monoetileno glicol, una de las materias primas que se usan para producir PET, por una materia prima derivada de la caña de azúcar.