El consumo de plásticos creció un imperceptible 0,2 por ciento

El consumo de plásticos en España ascendió el año pasado a 4,6 millones de toneladas (110,8 kilos por habitante), un 0,2 por ciento más que en 2002. Un crecimiento inapreciable motivado por la madurez del mercado español. Las cifras al detalle no son malas, pero tampoco para estar satisfechos, la producción de primeras materias creció un 1,3 por ciento, mientras que la de productos transformados se incrementó en un 1,5 por ciento.

José Ignacio Jiménez, presidente de Anaip, Confederación Española de Empresarios de Plásticos, presentó los resultados de la industria en 2003, que muestran que ha sido un año de estabilidad para los plásticos en España. En este sentido, dijo, “podemos calificar 2003 en el sector plásticos como un año plano, sin crecimiento”. Los datos así lo demuestran. El consumo aparente creció un 0,2 por ciento, y según los índices del Instituto Nacional de Estadística, el crecimiento de la producción de la transformación de plásticos ha sido del 1,5 por ciento. Aunque ambas cifras son bajas, su diferencia puede ser debida a las variaciones de stocks de materia prima entre diciembre de 2002 y diciembre de 2003.

El freno en la actividad industrial del sector de plásticos, en 2003, también se refleja en el apreciable recorte del crecimiento de las importaciones de primeras materias, semielaborados y productos terminados, en porcentajes muy alejados de los que había tenido en 2002.

Por su parte, la exportación de productos terminados también ha aportado este año su parte negativa al crecimiento. Mientras que en 2002 éste fue del 17,1 por ciento, en 2003 hubo un decrecimiento del 5,9 por ciento. Solamente en este concepto se han podido perder unas 90.000 toneladas, si lo comparamos con 2002.

A lo largo del año 2003, el comercio exterior de transformados plásticos en nuestro país ha tenido un comportamiento débil, en parte debido a la revalorización del euro. Esta circunstancia, unida al menor crecimiento económico de los países de nuestro entorno, ha hecho que nuestras exportaciones sean menores. Por otro lado, el fuerte comportamiento de nuestra economía actual, ha traído consigo que nuestro mercado se convierta en el destino de muchos productos procedentes del exterior.

Según José Ignacio Jiménez, la atonía del mercado y la caída de las exportaciones ha pospuesto los programas de renovación de equipos y de inversión de la industria transformadora. De hecho, la importación de maquinaria para transformación ha caído un 14,8 por ciento.

Para el ejercicio en curso, se muestran –según el presidente de Anaip– claros signos de recuperación en Estados Unidos y Japón y se esperan crecimientos “asombrosos” en toda la zona de Asia, especialmente en China. Europa del Este y, en concreto países como Polonia, Hungría y Eslovaquia tendrán también este año y siguientes un considerable crecimiento, en opinión de José Ignacio Jiménez.

Ya en nuestro país y con los datos que se tienen ya del primer cuatrimestre, el ejercicio 2004 será mejor que 2003, aunque en menor medida para la industria transformadora. Por ello, Jiménez aconseja a las empresas de transformados que apuesten por productos con un alto componente tecnológico y que intenten tomar posiciones en los mercados de China y Europa del Este. En caso contrario, subrayó, existe un riesgo evidente de deslocalización.

El presidente de Anaip alertó también de las consecuencias de la aplicación del Protocolo de Kioto, que no afecta directamente al sector de los plásticos pero sí al químico, del que se abastece y también del Reach (sistema de registro, evaluación y autorización de productos químicos).