Los plásticos de coches desechados, bajo el microscopio
“El uso de los plásticos en los coches crece firmemente y en 2015 esperamos que alrededor de 1,3 millones de toneladas de residuos plásticos provengan de los 12 millones de vehículos en el final de su ciclo de vida. Este estudio ayudará a facilitar el desarrollo de tecnologías que apoyen la reutilización, el reciclado y recuperación de energía de estas piezas de los coches”, según Axel Kistenmacher, responsable del área de automoción del Centro Tecnológico y Medioambiental de Apme.
El estudio analiza y compara el rendimiento de la eco-eficiencia de seis opciones de gestión de residuos plásticos (reciclado mecánico, recuperación energética en: altos hornos y fábricas de cemento, producción de gas sintético, incineración y vertederos) y se centra en siete componentes diferentes de los vehículos (el parachoques, las espumas de los asientos, los tubos de admisión, el depósito del líquido limpiador, el conducto del aire, las lentes de los faros delanteros y el espejo interior).
Cada componente del vehículo fue analizado para descubrir el mejor tratamiento – el que diera la menor carga medioambiental y el menor coste. Las claves halladas fueron:
El reciclado mecánico es el método elegido principalmente para piezas de un único material, grandes y de fácil acceso, suponiendo que no hay un deterioro significativo del material y que existe un mercado suficiente para su reutilización.
Para la gran mayoría de las piezas analizadas, las opciones de reciclado mecánico y recuperación energética son los métodos elegidos que combinan aspectos económicos y medioambientales favorables.
La investigación de todo el ciclo de vida revela que es la fase de uso de las piezas plásticas en los coches la que contribuye a la mejora del impacto medioambiental. Por lo tanto, es importante optimizar las piezas plásticas para su uso antes que centrarse únicamente en la última fase del ciclo de vida.
Los vertederos, generalmente, muestran el peor grado de eco-eficiencia de todas las opciones estudiadas.
Durante los últimos 50 años los plásticos han sido ampliamente adoptados y utilizados en tecnología de vehículos especialmente debido a su ligereza y resistencia pudiendo sustituir con garantía a materiales pesados, y fundamentalmente, reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2. Según el estudio, un coche actual contiene cerca de un 11 por ciento de plástico en lo que a peso se refiere y se estima que 100 kg de plásticos sustituyen entre 200 y 300 kg de otros materiales. Sin estas piezas plásticas ligeras se estima que un coche tendría, como promedio, un consumo extra de 1.000 litros de combustible durante su ciclo de vida. Los plásticos harán posibles nuevas tecnologías en futuros vehículos. Desempeñan un papel crucial en desarrollos innovadores como mejoras de la combustión, componentes de carrocería sin pintura y telemática.