Transformadores franceses acusan a los españoles de prácticas desleales

Distintos transformadores franceses de la región de Rhône-Alpes expresaron su malestar con el sector español impidiendo la entrada a periodistas técnicos españoles cuya visita había sido concertada de antemano por una empresa de promoción regional que trabajaba por cuenta de las autoridades.

Tres transformadores franceses -Plastic Omnium, Somepa y SR2P- negaron el acceso en el último momento a los periodistas españoles, arguyendo políticas desleales por parte de los transformadores españoles. La visita, que estaba concertada con tres meses de antelación, tuvo que anularse y los periodistas pudieron acceder sólo a otros dos recintos, un extrusor de compounds y, paradójicamente, un fabricante de armamento. Visitas alternativas tampoco fueron posibles, pues habían sido rechazadas en su momento, aduciendo razones similares.

La visita tenía como objetivo básico dar a conocer a los medios especializados españoles el potencial de la región en cuanto a transformación de plásticos y la potente infraestructura con que se cuenta. En ese sentido, la visita resultó un tremendo fiasco. Los organizadores transmitieron el disgusto de los transformadores franceses por la política de cambio de moneda, si bien esta razón es algo forzada porque no supone acción deleal alguna. Más bien, diversos indicios apuntan a que el malestar deriva de los productos denominados piratas. Estos productos, procedentes de partidas rechazadas por el exigente sector de automoción, se venden después como desperdicio a chatarreros pero, al parecer, se reconvierten posteriormente a producto real a un precio mucho más bajo que compite directamente con los productos franceses. Según esta versión, los transformadores franceses sostienen que esta reconversión la llevan a cabo transformadores españoles y de ahí su malestar.

El director general del Pôle Européen de la Plsturgie, Raphaël Favier, lamentó el incidente a esta revista, que atribuyó a una reacción epidérmica, y transmitió el disgusto de m. Paturel, presidente de la Fédération National de la Plasturgie y de M. Peltir, secretario general, por lo sucedido.