Panasonic presenta un sistema de reciclado de plásticos que separa los residuos de los retardantes de llamas
22 de noviembre de 2002
Panasonic, compañía perteneciente al conglomerado industrial japonés Matsushita, acaba de presentar un avanzado sistema de reciclaje de plásticos, convirtiéndose en la primera empresa del sector que separa, de forma segura, los retardantes de llamas de los plásticos al final de su vida útil, sin que, por ello, pierdan sus propiedades físicas originales. El sistema permite acelerar el reciclaje de los productos electrodomésticos al final de su vida útil. La empresa prevé lanzar una versión comercial del sistema durante el ejercicio 2003.
Los retardantes de llamas son aditivos muy utilizados en los electrodomésticos que garantizan la seguridad en el hogar. Sin embargo, se dice que algunos compuestos brominados que se emplean como retardantes de llamas generan dioxinas brominadas al ser incinerados a baja temperatura. De aquí que se desechen los plásticos que contengan dichos compuestos. Por ejemplo, los plásticos contenidos en los televisores al final de su vida útil (que constituyen el 20% del peso total) se incineran a temperaturas suficientemente altas para que no se produzcan dioxinas brominadas, o se envían a los vertederos, mientras que el vidrio y el metal (que superan el 60% del peso total) se recuperan. Por eso, el reciclaje de los plásticos que contienen retardantes de llamas es un paso fundamental para aumentar el coeficiente de reciclaje.
Este sistema permite reciclar plásticos que contienen retardantes de llamas mediante un proceso en el que las piezas de plástico se trituran, y los fragmentos se calientan hasta que toman una textura blanda, luego se les añade un disolvente líquido que sólo disuelve los retardantes de llamas, separándolos del plástico. Esto se logra empleando una novedosa tecnología de amasamiento mediante extracción en contracorriente. Si es necesario, luego se añaden al plástico nuevos aditivos funcionales para que alcance las características deseadas y poder darle distintas formas. El proceso se realiza a temperatura relativamente elevada (160-200 ºC), por lo que no se modifican ni deterioran las características físicas del plástico. De este modo se puede utilizar el plástico reciclado en vez del plástico virgen en algunas piezas de los nuevos productos.