El estado del arte de la impresión 3D
El clúster de Materiales Avanzados, MAV, organizó a mediados de abril, junto con el centro tecnológico Ascamm, una jornada sobre el ‘Estado actual y perspectivas de la impresión en 3D. El papel de los materiales’. Un taller teórico-práctico cuyo objetivo era ofrecer la información más actual de la situación de esta tecnología en el ámbito nacional e internacional para las empresas que trabajan en el ámbito de los materiales avanzados.
Tras una presentación de la jornada y el centro Ascamm de la mano de Albert Riera, subdirector general comercial del centro tecnológico, y la intervención de Pau Virtudes responsable del clúster MAV, la primera ponencia fue a cargo de Jordi Fontrodona, gerente de Estudios de Economía industrial.
Su intervención se basó en un estudio elaborado recientemente sobre la fabricación avanzada e incidió en el impresionante avance que han vivido las impresoras 3D en los últimos años. En este sentido, apuntó que el principal valor de esta tecnología se centra, precisamente, en el diseño. En referencia a los materiales que éstas pueden trabajar, indicó que “son muchos y muy diversos y van desde productos orgánicos, como ceras, células, tejidos e incluso alimentos, hasta metales, como aluminio, titanio, acero inoxidable…, pasado por materiales cerámicos y polímeros como ABS, poliamidas, policarbonatos, etc.”.
“De hecho —apuntó— algunas máquinas pueden combinar materiales, convirtiendo un objeto en rígido por un lado y blando por otro”. Asimismo, comentó que los materiales más utilizados hasta el momento son los plásticos, mientras que “queda mucho camino por hacer con los materiales metálicos, existe una gran oportunidad para las empresas del clúster MAV en este sentido”.
Fontrodona recordó también que a finales de 2014 el Gobierno central invirtió 21 millones de euros para potenciar proyectos de I+D conjuntos con empresas y centros tecnológicos enfocados a desarrollar esta tecnología y sus aplicaciones.
Asimismo, apuntó que el sector mundial de la fabricación aditiva, incluyendo máquinas, materiales y servicios asociados, se estimó en unos 1.900 M$ en 2011 y que “Hewlett-Packard calcula alcanzar los 12.000 millones en 2017, basado en el crecimiento orgánico y el despliegue continuado de la tecnología actual”. “Sin embargo —añadió— algunas fuentes estiman que si se logran superar algunas barreras comerciales y tecnológicas, el mercado podría alcanzar los 100.000 M$ en 2020. E incluso hay otros cálculos todavía más optimistas, como el documento Industrie 2.0 del Gobierno francés (McKinsey, 2013) que estima llegar a los 300.000 millones de dólares, o 240.000 M€ en 2025”. Asimismo, recordó que el programa europeo Horizon 2020 tiene, entre sus prioridades, el desarrollo de la fabricación avanzada, “donde la fabricación aditiva está totalmente involucrada”. Fontrodona recordó a los asistentes la amplitud de empresas que pueden estar relacionadas con la impresión 3D, desde centros de diseño hasta desarrolladoras de software, de materiales, centros de I+D, consultorías, etc., “ámbitos en los que Cataluña tiene actores de sobra preparados para ser pionera”. En este sentido, apuntó que la fabricación aditiva de bienes finales está ganado mercado cada año de manera exponencial, desde juguetes hasta implantes médicos, “por lo que las posibilidades de esta tecnología pueden conllevar un cambio hacia una industria más tecnológica y avanzada que la de antes de la crisis”.
Por otro lado, recordó que la impresión 3D, la tendencia hacia la personalización de productos y la fabricación ‘llave en mano’ supone una disminución de necesidad de stock de piezas o componentes así como una reducción en cuanto a las barreras de entrada a nuevos actores en el sector, apuntando a “empresas locales, pequeños nichos de mercado, etc. que puedan ofrecer una producción totalmente personalizada y ‘just in time’”. “Además —añadió— es un sistema de producción en favor del medio ambiente puesto que se fabrica lo necesario y no más, reduciendo de manera muy importante material sobrante”.
Posteriormente, Felip Esteve, director de Aserm —Asociación española de Rapid Manufacturing— se refirió a la situación de la fabricación aditiva e impresión 3D en el ámbito internacional, destacando que ésta “puede resultar una auténtica alternativa a los procesos industriales como corte, conformado, ensamblaje, etc.”. Asimismo también indicó que la situación en Europa, en lo que respecta a la tecnología, es “muy buena. Se concentran el 11,5% de las ventas mundiales, con Alemania en cabeza, seguida de Francia y Reino Unido”. “En cambio —enfatizó— la situación en España es muy mejorable”. En este sentido recordó que “en EE UU tienen en marcha un proyecto gubernamental para desarrollar hubs que lideren la fabricación avanzada en todo el mundo o en Reino Unido, donde existe una línea de política estratégica o en Japón, que desde hace tiempo potencian este conocimiento en las escuelas, apostando fuertemente por potenciar la formación en este campo”.
Con todo ello, el director de Aserm quiso animar a las empresas a investigar en materiales teniendo en cuenta las necesidades del sector. “En España hay muy pocas empresas fabricantes de materia prima para fabricación aditiva por lo que existen muchas posibilidades”. “Ahora bien —advirtió— hay que saber en qué mercado se quiere competir. Si es con material plástico, toda la competencia está en China con precios muy bajos. En cambio, el polvo metálico es un mercado más restrictivo”, concluyó.
Tras la parte teórica, Guillem Quintana, Bussiness Development Manager de Ascamm, realizó una visita guiada a las instalaciones y laboratorios del centro tecnológico donde los asistentes pudieron ver las máquinas de tecnologías ‘rapid’ disponibles.