Freddy Maréchal, APME

En esta entrevista Freddy Maréchal explica numerosas cuestiones interesantes en torno a la recuperación de envases y embalajes de plásticos. Así, por ejemplo, afirma que incluso los sistemas de más éxito para la reducción, reutilización y reciclado permitirían alcanzar, como mucho, una 50% del total de los residuos, mientras que añadiendo a esas tecnologías la incineración con recuperación energética, el porcentaje puede llegar hasta el 85%. Datos interesantes, sin duda, que demuestran la defensa por parte de Apme de la recuperación de energía que, según estudios citados por Maréchal, seguirá aumentando en el futuro.

¿Cuál es la situación de la gestión de residuos de envases y embalajes en Europa?

La Directiva Europea de 1994 relativa a envases y embalajes y sus residuos establece objetivos que los países deben cumplir en el 2001: recuperar entre un 50 y un 65% de este tipo de residuos, reciclar entre un 25 y un 45%, con un 15% de mínimo sobre cada material.

En el caso de Grecia, Irlanda y Portugal se hizo una excepción, ya que deben recuperar un 25% en el año antes mencionado y alcanzar el resto de los objetivos en el 2005. Algunos países, como Alemania, Bélgica o Francia, han establecido bien objetivos más elevados o bien plazos más cortos para alcanzar los objetivos. Cada miembro de la UE ha establecido su propio sistema y está desarrollando planes para alcanzar lo fijado por la Directiva.

Además, se está discutiendo otra Directiva para la evaluación de los envases y embalajes, así como para su marcada para ser reciclados o reutilizados. Sin embargo, la realización del borrador de esta Directiva todavía llevará tiempo.

¿Cuáles son los objetivos para el futuro en el ámbito de los residuos de envases y embalajes?

Durante la conferencia de la Unión Europea en Amsterdam, el desarrollo sostenible se presentó como el objetivo principal. Ahora, el desarrollo sostenible debe ser incorporado a todos los campos, incluido el de los residuos de envases y embalajes. Como resultado de esto, deberán ser desarrolladas tecnologías más limpias, los niveles de las emisiones deberán bajar, habrá que preservar los recursos y los productos tendrán que ser fabricados más ligeros con el fin de conseguir un alto índice de protección del medio ambiente.

Al mismo tiempo, las medidas que se tomen a nivel nacional deberán ser armonizadas para asegurar el buen desarrollo del mercado interno y evitar obstáculos o distorsiones y restricciones de la competencia dentro de la comunidad, tal y como se estipula en el primer artículo de la Directiva sobre residuos de envases y embalajes.

¿Qué países están liderando el movimiento de la gestión de residuos?

En las última décadas Alemania, Holanda, Dinamarca, Suecia y Austria han venido presionando y fijando los plazos de la política medioambiental. Por ejemplo, Alemania fue el primer país en adoptar una regulación para los residuos de envases y embalajes, pronto adoptada y mejorada por otros miembros de la UE. Com resultado de este compromiso con el mantenimiento de altos estándares en relación con el medio ambiente, la industria alemana ha desarrollado una posición de liderazgo en diversos campos de las tecnología relacionadas con el medio ambiente. En muchos casos esto ha llevado a graves problemas económicos en otros países de la UE, donde residuos alemanes han puesto en peligro la competitividad de las actividades de reciclado locales.

¿Cuáles son las principales diferencias entre las legislaciones de unos países y otros?

La legislación de la UE es la base para las regulaciones de los residuos de envases y embalajes de todos su estados miembro. Pero la transposición de la Directiva de la UE a las leyes nacionales lleva a interpretaciones que pueden ser cuestionables. Un ejemplo lo constituye la preferencia que se le atribuye a los envases reutilizables sobre los reciclables. Las prohibiciones sobre determinados tipos de envases o las diferencias en la propia definición de lo que son envases y embalajes son otros ejemplos. Desde luego, la UE no impide a los países que adopten legislaciones más severas, como en el caso de Alemania, Dinamarca, Holanda y Austria.

Todas estas variaciones ponen de manifiesto la importancia del primer artículo de la Directiva, que da igual importancia al ’alto nivel de protección del medio ambiente’ y al ’funcionamiento del mercado interno’, impidiendo para ello los obstáculos al comercio, las distorsiones y las restricciones a la competencia.

¿Qué piensa de la incineración con recuperación energética? ¿Qué porcentaje de los envases y embalajes usados podrán ser tratados de esta manera?

Hoy en día, la recuperación de energía mediante la combustión de residuos de plásticos es ya una realidad. Los datos que nos proporciona Apme (Asociación de Productores de Plásticos en Europa) muestran que más de 33 MT de residuos ya se incineran en Europa cada año para producir energía dirigida a calefacciones e iluminación. De esa cantidad, 2,7 MT corresponden a residuos de plásticos. Un 16% de los residuos de plásticos postconsumo se está utilizando en Europa para generar calor y energía, así como para proporcionar un 30% de la energía en las plantas de recuperación.

Muchos estudios demuestran que la generación de energía a partir de residuos de plásticos crecerá en un futuro próximo. En Escandinavia, los investigadores han demostrado que los residuos de plásticos de envases y embalajes pueden ser la principal fuente de fuel en el futuro. El fuel proveniente de desechos y el proveniente de envases y embalajes tienen el potencial de reemplazar el equivalente a 14 MT de petróleo industrial cada año en las plantas energéticas. El estudio escandinavo ha demostrado asimismo que la co-incineración de esos fueles derivados de residuos con los fueles fósiles convencionales responden a las más severas exigencias medioambientales en una planta moderna.

Desde una percepción medioambiental, los estudios al respecto también proporcionan una clara evidencia de que en la mayoría de los casos la incineración con recuperación energética en una moderna planta de tratamiento de residuos de plásticos de envases y embalajes es preferible al reciclado mecánico.

Quiero resaltar también que sea cual sea el éxito de los diversos esquemas de reciclado en Europa, la incineración es la única solución para ciertos tipos de residuos.

¿Tiene algún futuro práctico el llamado reciclado químico?

Los residuos de plásticos postconsumo pueden y están siendo reciclados. Además, los nuevos desarrollos están elevando el potencial de reciclado de plásticos. El reciclado químico, por ejemplo, ofrece nuevas vías para el reciclado de plásticos, solucionando así algunas limitaciones del reciclado mecánico, que necesita grandes cantidades de plásticos limpios y homogéneos. La separación y la limpieza de los residuos de plásticos no es necesaria con el reciclado químico, con lo cual se reducen los costes de la recogida y la separación.

Algunos ejemplos demuestran que el reciclado químico puede tener un futuro práctico cuando el reciclado mecánico, como consecuencia de circunstancias particulares, no permite alcanzar los objetivos de reciclado fijados por las normativas. Un consorcio de cinco miembros de Apme han invertido unos 1.000 Mpts para desarrollar el reciclado químico en una planta localizada en Escocia. Aquí los residuos plásticos de envases y embalajes pasan por un proceso en el cual se obtiene una materia prima apta para ser utilizada en ’crackers’ o refinerías. El consorcio está constituido por BP Chemicals, DSM, Elf Atochem, EniChem, Apme y Creed, y sus responsables piensan que a finales de este siglo ya podríamos contar con plantas comerciales utilizando esta tecnología. La plantas basadas en este modelo tienen una capacidad de tratamiento de 25.000 MT de residuos de plásticos mezclados. La inversión total para una planta de estas características se estima en más de 5.000 Mpts. Otra posibilidad de reciclado químico es utilizar los residuos de plásticos en los hornos de tratamiento de hierro, como ya se está haciendo en Alemania.

En 1996, sólo en Alemania se reciclaron 251.000 T mediante el reciclado químico.

Un sistema ideal de recuperación de residuos es el integrado, con la combinación de diferentes posibilidades ¿Cuándo será esto una realidad en Europa?

Los plásticos pueden utilizar una gran variedad de opciones para su recuperación. Nuestro objetivo es asegurar que estas opciones permanezcan disponibles y que puedan desarrollarse nuevas tecnologías. La investigación y la experiencia demuestran que ninguna de las opciones de gestión de residuos puede dar la solución a los residuos en Europa por sí sola. Incluso los sistemas de más éxito para la reducción, reutilización y reciclado no pueden reducir los residuos en más del 40 ó el 50%. Incluyendo otras opciones, como la recuperación de energía, la recuperación puede alcanzar el 80-85%, es decir, entre un 30 y un 45% más, que de otra manera se habría perdido.

¿Es la legislación europea lo suficientemente severa como para que todos los países tengan que trabajar en las mismas condiciones?

La Directiva europea relativa a los envases y embalajes y sus residuos proporciona un marco excelente para que todos los miembros de la UE pongan en marcha una legislación nacional. La mayoría de los países se encuentran en fase de puesta en marcha.

Una legislación estricta y armonizada dependerá del éxito de los estados miembro de la UE en alcanzar los objetivos fijados por la Directiva.

¿Cuáles son las principales diferencias entre los sistemas de gestión de residuos alemán y francés?

En primer lugar, en la actualidad la incineración con recuperación energética está prohibida en Alemania para los residuos de plástico separados. Además, los objetivos alemanes de reciclado, determinados por el gobierno, son más altos y uniformes para todos los materiales. En Francia, sin embargo, el gobierno ha mandado a la industria que fije los objetivos.

Una tercera diferencia es que, en Alemania, los envasadores y embaladores pagan por el costo de reciclar los residuos, mientras que en Francia el coste se reparte entre éstos y los ayuntamientos. Consecuentemente, el coste para la industria francesa es, comparativamente, muy inferior.

Iturriza