Isabel Tocino
Sabemos que la Ley de Envases, en trámite en el Senado al escribir estas líneas y que muy posiblemente habrá visto la luz definitiva del Congreso cuando usted esté leyendo este editorial, ha sido de muy difícil elaboración. Se esperaba que la llegada del PP al poder acelerara las cosas (como así ha sucedido), y que temas espinosos, como el del PVC, adquirieran un tratamiento más racional y menos populista que algunos planteamientos del PSOE.
En una entrevista con la ministra de medio ambiente, Isabel Tocino, transmitida por el Canal 33 catalán la última semana de febrero, nuestra gobernanta medioambiental afirma: "Habrá que cerrar las incineradoras que no cumplan los requisitos técnicos que impidan la expulsión a la atmósfera de determinados tipos de dioxinas y furanos, y ser muy exigentes con ello". Prosigue Isabel Tocino: "He dicho siempre que lo que conviene es estudiar científicamente qué es lo positivo y lo negativo del PVC. España pondrá en marcha, cuando se publique la Ley, una comisión de expertos, de científicos - no de políticos, sino de verdadera gente que entienda - que estudie las consecuencias del PVC, cosa que otros países no han hecho. A partir de ahí se verá lo que se debe hacer". Hasta aquí, bien.
Pero a continuación se pronuncia del siguiente tenor: "Yo no solamente me he mostrado contraria, sino favorable, a que cualquier tipo de acuerdos voluntarios con industrias que están fabricando PVC y quieran irse retirando, bienvenido sea (sic)". Vaya! Para qué servirá pues esa comisión cuando la propia ministra prejuzga sus conclusiones? Pero no ha dicho que los políticos no entienden?. A continuación, dice textualmente: "Yo no estoy a favor del PVC, pero no voy a prohibirlo. Que sea el mercado quien decida".
La ministra, prosigue (véanse páginas interiores) manifiestando su encanto por el gran futuro del aluminio y el latón, habla positivamente del papel y del cartón... De los plásticos, ni palabra. Que el mercado deje de comprarlos. "En algunos casos se está sustituyendo el PVC por otro plástico que puede ser menos nocivo, como es el PET". Desde cuando el PET tiene algo de nocivo?
Nuestra ministra tiene los mismos prejuicios que sus antecesores. Y, por añadidura, deja bien patente que no le gustan los plásticos.