La gestión integrada de los residuos sólidos urbanos

El sistema ha de ser flexible



La minimización de los costes, la recuperación de los materiales con una calidad adecuada a la demanda del mercado, la potenciación y desarrollo de los mercados y el aprovechamiento de las instalaciones existentes son condiciones básicas para todo sistema de recogida de residuos sólidos urbanos

El desarrollo de mercados para los residuos sólidos urbanos recuperados y la gestión del resto o rechazo son dos aspectos que debe tener cualquier sistema que se elija para gestionar la recogida de las basuras domésticas. Los autores de este artículo, de la Fundación Española de los Plásticos para la Protección del Medio Ambiente, proponen un sistema de gestión integrada como modelo viable y plantean sus ventajas y limitaciones.

Las sociedades urbanas producen cantidades de residuos cada vez mayores. Hasta ahora todas las soluciones para su gestión han resultado ineficaces, quizás por estar concebidas para resolver problemas inmediatos, sin proyección de futuro y sin una perspectiva global capaz de coordinar a todos los agentes implicados.
El vertedero y la incineración han sido durante mucho tiempo las únicas alternativas de eliminación consideradas y en algunos lugares se ha llegado ya a la saturación o a la inadecuación de las instalaciones existentes.
La recogida de basura en masa está extendida por toda la geografía española. La basura llega a las plantas de triaje sin ningún tipo de separación previa, y tanto la eficacia en la recuperación como la calidad de los materiales obtenidos son bajas, además de tener lugar en unas condiciones laborales deficientes, generar una elevada proporción de rechazo y tener un alto coste económico.
La otra alternativa que actualmente existe son los diversos programas de recogida selectiva. En ellos encontramos diferentes diseños que están desligados en mayor o menor grado del tratamiento normal del resto de los residuos. Las variables manejadas, los resultados y las implicaciones económicas son en cada caso distintos. Sin embargo, su principal valor reside en el aprendizaje que ha sido posible realizar, los datos que han aportado y la tarea de concienciación que a través de ellos se ha llevado a cabo.

Un sistema integrado

Ante esta situación se ha hecho necesario abordar el diseño de un sistema integrado que permita la gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) desde otras perspectivas. El sistema debe responder a la realidad del mercado para que su aplicación sea óptima, considerando los siguientes aspectos:
- minimización de los costes, eligiendo las opciones más productivas y procediendo a su explotación optimizada,
- recuperación de los materiales con una calidad que debe ser adecuada a la demanda del mercado,
- potenciación y desarrollo de los mercados, para estos materiales recuperados con el mayor valor añadido posible, y
- aprovechamiento de las instalaciones existentes en estos momentos para abaratar costes.
La Fundación Plásticos y Medio Ambiente ha participado, junto con otras quince entidades públicas y privadas, en el Proyecto Valor, elaborado por el Instituto Cerdà, con el fin de encontrar una solución de futuro a la gestión de los RSU.

Cinco contenedores diferentes

Este estudio propone, con carácter general, como sistema de gestión integrada de RSU, la recogida selectiva mediante el modelo mixto, que plantea cinco contenedores diferentes:
- dos contenedores domiciliarios, uno para la materia orgánica compostable y otro para el resto o rechazo, y
- un grupo de tres iglúes o contenedores en áreas de aportación, formado por un contenedor azul para papel/cartón, otro verde para envases de vidrio y un tercero amarillo para envases ligeros (plásticos, latas/botes y briks).
Por la experiencia adquirida en las distintas experiencias piloto en las que está participando la Fundación, se considera que la distancia máxima que está dispuesto a recorrer el ciudadano para utilizar estos iglúes es de 75 a 100 m, lo que se traduce en un promedio de un conjunto de iglúes por cada 600 habitantes.
Mediante campañas de sensibilización e información dirigidas a los ciudadanos se debe alcanzar un índice de aportación del 30-50% como mínimo de materiales recuperados en los contenedores (sobre el total de esos materiales).



Modelo alternativo

El modelo propuesto no debe ser rígidamente aplicado en todos los casos. Hay que tener en cuenta siempre las características del municipio o zona considerada, adaptándolo a las posibilidades reales. Por ejemplo, la definición de las distancias, el número y ubicación de los conjuntos de iglúes, el diseño de los contenedores, la frecuencia de recogida en cada caso, deben estudiarse específicamente para cada ocasión.

Figura 1 El modelo aplicado debe ser flexible en todos los casos y considerar la gestión del resto y el desarrollo de mercados para materiales recuperados.




Para aquellos casos en que no se considere adecuado este método expuesto, o se desee una mayor cantidad recogida de forma selectiva a corto plazo, a pesar de un mayor coste y mayor incertidumbre en la calidad de los materiales, se recomienda el modelo "húmedo-seco-resto" con tres contenedores domiciliarios: uno para la materia orgánica compostable, otro para la materia inorgánica reciclable y otro para el resto o rechazo.
Sin embargo, cualquiera que sea el sistema elegido debe tener en cuenta una serie de aspectos como:
* el desarrollo de mercados para los materiales recuperados: es un punto clave, por ello, es imprescindible identificar y desarrollar usos alternativos a los convencionales, con el máximo valor añadido y un potencial elevado de demanda, con el fin de dar salida a las cantidades crecientes de materiales secundarios que se generarán y evitar un posible desequilibrio de los precios del mercado, por exceso de oferta o insuficiencia de demanda, y
* la gestión del resto o rechazo: la eliminación del resto(contenido del contenedor y material rechazado en las plantas de separación) seguirá siendo un elemento cuantitativamente importante del sistema de gestión integrada de RSU, sea cual sea el modelo elegido. En su gestión es importante aplicar técnicas ambientalmente correctas: técnicas de gestión fragmentada, que hacen posible una valorización secundaria de algunos materiales, como arena para construcción o compost de baja calidad, y una eliminación optimizada de varias fracciones que permita una mejor recuperación energética, en el caso en que se desee.
Contrariamente a lo que se cree el Sistema de Gestión Integrada puede tener a corto plazo un coste para la sociedad equivalente al de las soluciones en masa actuales, pero inferior a medio y largo plazo. En numerosos casos no se produce un sobrecoste, sino un ahorro, al valorizar los residuos, si se hace de forma óptima y se compara con el coste de su eliminación correcta. Los sistemas de contribución de fabricantes y distribuidores (por ejemplo el Punto Verde) pueden aportar financiación y motivación adicionales.

Jesús Baeza de Loño
Rosa Trigo Fernández
(Fundación Española de los Plásticos para la Protección del Medio Ambiente)

El sistema de recogida de residuos sólidos urbanos debe responder a la realidad del mercado para que su aplicación sea óptima y contemple la minimización de costes, el aprovechamiento de instalaciones existentes y la potenciación y desarrollo de mercados.

Se propone la recogida selectiva mediante el modelo mixto que plantea cinco contenedores diferentes: dos en el domicilio (uno para materia orgánica compostable y otro para el resto de basuras) y un grupo de tres iglúes en las áreas de aportación.