El sector renueva su confianza en Metalmadrid
13 de diciembre de 2010
Metalmadrid se presentó con la ilusión de quienes realizan un trabajo esforzado cada año y buscando el apoyo de un sector que sigue mostrándose receptivo. Todos estos esfuerzos estuvieron encabezados por Pedro José Carrillo, director gerente del grupo Metalia, que inauguró el acto destacando la importancia de este tipo de eventos en tiempos de crisis, a pesar de no contar, afirmó quejándose, de todo el apoyo público esperado.
Esta feria, que sí cuenta con apoyos del Ministerio de Industria, no tiene tanta suerte con otras instituciones y organismos públicos que, por razones que desconocemos, no han querido ayudar a una feria que cuenta con buena parte del sector. Pero quejas y apoyos aparte, la jornada comenzó de la mano de Guillermo Amann, director general adjunto del Grupo Ormazabal y vicepresidente de Afbel.
Amann realizó un análisis de la situación de nuestro país en la actual crisis económica afirmando que “hemos vuelto a los volúmenes de mercado del pasado 2004”. Ante este hecho, los empresarios deben tener como referencia, no los volúmenes de 2008, sino estos de 2004, ya que reflejan mucho mejor la situación actual. Pero para solucionar esta compleja situación, según el ponente, una de las herramientas necesarias es la internacionalización.
Desde fuera las cosas se ven mejor
El Grupo Ormazábal se aventuró al a internacionalización antes de la crisis, “lo que nos proporcionó – según comentó Amann – un volumen de negocio que compensa la caída del mercado nacional”. Aún así, advirtió que “los cimientos dela exportación son a largo plazo, pero son un elemento seguro” para aquellas empresas que quieran conseguir mejores rendimientos al final del año.
Además, avisó a los presentes que en la situación actual “no hay atajos, hay que optimizar los procesos productivos”. Por otra parte y antes de concluir, el vicepresidente de Afbel lanzó las instituciones públicas un aviso “España debe apostar por la industria, (ya que) es el pulmón y el músculo de la economía”.
El siguiente ponente fue Antonio García, director general de Doga Automoción, quien analizó el mercado recordando que a partir de 2008 se produjo un gran descenso de la demanda y que en 2009 se ingresó un 60% menos que en 2007. Se ha producido, según García, un desequilibrio que ha llevado a las pérdidas y a la tensión financiera de muchas empresas que, en algunos casos, han tenido que cerrar.
En Doga Automoción, explicó García, se optó por “reducir gastos, suprimir alquileres, fusionar empresas, reducir el stock, realizar una fuerte tensión en los cobros y llevar a cabo un ERE casi sin necesitarlo”. Eso significa que en la empresa se dejó de trabajar los viernes, suponiendo un sacrificio del 10% de la mano de obra indirecta. Antonio García destacó también que es preferible negociar con la banca antes de necesitarlo, anticipándose a la actual situación económica de la sociedad.
Según sus teorías, es necesario también realizar “una nueva ofensiva en (la sección) comercial, no tener las compras, fijándose especialmente en el low cost”, para conseguir reducir gastos innecesarios. “De todo ello, —afirmó García— hemos aprendido que la situación se puede repetir y se repetirá, puede ser que en peores condiciones”. Tras ese aviso a navegantes, lanzó otro “hemos salido por los pelos, nos jugamos el patrimonio, no hay que fiarse de las instituciones”.
El director general de Doga Automoción terminó su intervención presentando las posibles soluciones, que pasan por utilizar “el pulmón de la mano de obra” refiriéndose a la utilización de entidades como las ETT, además de “capitalizarse, ser activo comercialmente, controlar los costos y no permitir los márgenes negativos”.
Cómo hacer mejor las cosas
Otro de los intervinientes en las ponencias de Metalmadrid 2010 fue Alejandro Arjona, director general de Tebis Iberia, quien comenzó su ponencia preguntándose “¿Cómo podemos hacerlo mejor?”. La respuesta a esto parece sencilla: “usando las herramientas necesarias y adecuadas para el trabajo que debemos realizar”. Esta filosofía empresarial tiene sus pasos, y el primero de ellos es “estructurar el proceso de mecanizado, intentando reducir los tiempos muertos, optimizando los recursos y reduciendo los costes y los plazos de pago.
Estas recetas, que entran dentro de lo obvio, tienen como objetivo “centralizar conocimientos, que dicho conocimiento se quede en la empresa, optimizar procesos y acumular conocimiento mediante la formación, la estructuración y la estandarización del proceso”.
Otro de los puntos que Alejandro Arjona destacó en su intervención fue el software, que calificó de “fundamental para una buena utilización de las herramientas de las que disponemos”. Los beneficios de su utilización son, según Arjona, “un mecanizado más eficaz y unos controles de calificación más fiables, que ahorran tiempo y, por tanto, dinero”.