Hebisa y Salvagnini, unidos por el láser fibra
3 de mayo de 2010
Los periodistas y profesionales del sector que fuimos convocados el pasado mes de abril en las instalaciones de Hebisa, en la madrileña localidad de Valdemoro, pudimos conocer en las jornadas de presentación de Salvagnini las últimas novedades del láser por fibra. José Barrera, director general de Salvagnini, y Pierandrea Bello, project manager, fueron los encargados de presentar las ventajas del nuevo sistema de corte, que mejora en muchos aspectos las condiciones que ofrecía el sistema de láser por CO2.
Salvagnini es una compañía que da empleo a 1.200 trabajadores, con 17 filiales en todo el mundo y cinco fábricas, de las cuales tres están en Italia, otra en Austria y la última en EE UU. Eso les ha permitido ser una empresa independiente que presenta ahora su propia marca láser, L1Xe, que prioriza la alta velocidad de sus productos para conseguir el mayor ahorro a sus clientes. José Barrera dejó claro que con este nuevo producto, en Salvagnini quieren “entrar en la nueva era del láser”, además de tener como objetivo conseguir la llamada 'triple E'. Eso significa un producto “más económico, más ecológico y más extraordinario”.
El sistema de láser de fibra tiene, según sus distribuidores, muchas ventajas respecto al anterior sistema, puesto que la tecnología de fibra óptica ha reducido algunos de los principales inconvenientes que planteaba el anterior modelo. Esta tecnología utiliza la fibra óptica para dos funciones concretas, la primera es la generación del haz en la fuente electrónica y la segunda, ser medio de transporte del haz de la fuente a la máquina. Ello permite eliminar elementos como el recorrido óptico, el telescopio, los gases laserantes, la necesaria refrigeración de dichos gases o la limpieza frecuente del sistema. La carencia de todos estos elementos supone que podemos disponer de un diseño más sencillo y compacto que con el sistema de láser por CO2.
L1Xe, la nueva generación del láser
El sistema de generación del haz de láser es en este caso más simple que en el modelo anterior. Un sistema de diodos individuales genera el bombeo de luz a la fibra de 6 micras, la cual hace rebotar la luz en su estructura. Esta fibra activa, que sirve de activador del haz y de transporte a la vez, produce el láser con la suma de 4 módulos de diodos. Cada módulo genera una potencia de 500 W, por lo que sumados generan 2.000 W de potencia. Este modo de generación de energía sirve de salvaguarda porque, en caso de estropearse uno de estos módulos de diodos, puede ser retirado sin que se detenga el sistema de producción. Hablando en plata, no hay que parar máquinas si no funciona un módulo, porque los tres restantes permiten seguir con la producción, aunque a una velocidad ligeramente inferior.
Eso permite, por otra parte, trabajar con consumos muy inferiores y rendir a un mayor nivel, ya que el sistema de láser de fibra de 2 kW permite cortar lo mismo que el láser de CO2 de 3 kW, pero con una quinta parte del consumo eléctrico. Además, el láser de fibra también mejora los tiempos de arranque. Mientras en el sistema de CO2 se requerían entre 20 y 30 minutos de espera antes del inicio de la producción, ahora no es necesario esperar ni un solo segundo. Eso ahorra unos 30 kW de consumo innecesario.
Por otra parrte, la simplicidad de su estructura es fundamental a la hora de conseguir unos costes de explotación y mantenimiento mínimos, sobre todo si tenemos en cuenta que los diodos no requieren ninguna revisión en sus primeras 100.000 horas de vida. Otro de los puntos importantes es el sistema de programación, que contribuye de manera sustancial a la alta productividad del sistema. JOBLaser es el módulo aplicativo para planificar dinámicamente la producción diaria. Eso significa que con un software sencillo es fácil programar al L1Xe el tipo de pieza que necesitamos.
Un láser totalmente seguro
Otro de los conceptos que José Barrera y Pierandrea Bello quisieron dejar claro es que este sistema no es radiactivo, afirmando que “el láser de fibra está en el espectro de los rayos infrarrojos, es de clase 1 y cumple todas las medidas de seguridad, además, se le aplica la normativa CE”. “La única pega que podría aplicársele –comentaron– es que es molesto a la vista, pero actúa en una estructura cerrada que, con un sistema de seguridad, si se abre se para inmediatamente”.
Siguiendo con las comparaciones con los láser de CO2, este sistema puede cortar a más velocidad dada la finura de su láser, lo que aumenta la producción sobre todo en materiales delgados. En el caso de aluminio, es capaz de cortarlo un 180% más rápido que el anterior sistema, mientras que el acero inoxidable, un 75% más rápido. El acero, por su dureza y densidad, es de los pocos materiales en el que el láser de fibra es más lento, pero como compensación este es capaz de cortar, gracias a su longitud de onda, algunos materiales que el de CO2 no puede, como el latón o el cobre.
Conversando con Barrera y Bello, nos comentaron que presentarán el láser fibra en la bienal de la máquina herramienta, BIEMH, y que se han visto afectados por la crisis, pero que este año disponen de una mayor y mejor oferta que años anteriores.