El aumento de la cartera de pedidos de máquina-herramienta apunta hacia la recuperación del sector
9 de junio de 2011
La recuperación del sector de la máquina-herramienta está en marcha. Tras un bienio marcado por la crisis financiera mundial, el incremento de la cartera de pedidos, impulsado por el dinamismo de algunos mercados externos —China, la India o Brasil— y el buen comportamiento de los subsectores de la deformación y del arranque, hacen presagiar la luz al final del túnel.
Una tendencia que se confirma a tenor de los datos de exportación de los dos primeros meses de 2011. Así, en enero y febrero, las ventas internacionales de máquina-herramienta española ascendieron a 100,26 millones de euros, algo más de un 25% de incremento en relación al mismo periodo del año precedente —80,02 millones—.
Los principales clientes internacionales fueron Francia, por valor de 17,17 millones; Alemania, con 11,35 millones y Portugal, con 10,68 millones.
La cartera de pedidos de máquina-herramienta es siempre el primer indicativo de la recuperación económica de un país
De mantenerse este comportamiento al alza se ratificarían las excelentes perspectivas que maneja la Asociación Española de fabricantes de máquinas-herramientas (AFM) que, a raíz de la cartera de pedidos internacionales del último cuatrimestre de 2010 y primero del 2011, augura un aumento de la facturación de en torno al 20%. En base a los nuevos pedidos, Asia —y más concretamente mercados en plena expansión como China y la India— son, en la actualidad, la locomotora del sector; aunque Alemania ha ganado posiciones y Canadá, Estados Unidos y México dan muestras de recuperación.
Un dato positivo al fin para un sector económico clave, ya que actúa como termómetro de la economía nacional. A pesar de las esperanzadoras expectativas, a cierre del 2010, la producción española de máquina-herramienta ha retrocedido un 15% respecto al curso precedente, con una facturación de 631,9 millones de euros.
Las ventas internacionales son fundamentales para este sector ya que suponen el 76,6% del total de la producción de máquina-herramienta española. Su capacidad de innovación y su vocación internacional han sido esenciales para garantizar la supervivencia de la máquina-herramienta española en el periodo 2008-2009.
A la vanguardia mundial en producción, exportación e innovación
España es, en la actualidad, el tercer productor y exportador de máquina-herramienta de la Unión Europea, así como el noveno del mundo. Históricamente, esta industria ha destinado a la exportación en torno al 60% del valor total de su producción, con una cartera de clientes que comprende 120 países.
Buena parte del excelente posicionamiento en los mercados exteriores se debe a los planes de promoción que asociaciones como AFM llevan a cabo gracias al apoyo del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Entre las actividades que realizan en todo el globo destacan la organización de participaciones agrupadas de empresas en ferias internacionales de la talla de EMO de Hannover o Tecma, de Ciudad de México; o de pabellones oficiales —Imtex de Bangalore (India)—; presencia en otros certámenes internacionales, misiones directas a mercados de oportunidad —Emiratos Árabes Unidos, China, Argelia, Marruecos, India, Corea, Brasil, Rusia…—, misiones inversas o acciones de publicidad o relaciones públicas.
El esfuerzo realizado en el curso de los últimos años en I+D+i han ayudado al reconocimiento internacional del sector que, además de fabricar accesorios, componentes y herramientas para trabajar el metal, ha mostrado un desarrollo tecnológico importante, especialmente en el área de la ingeniería de mecanizado. En ese sentido, la industria se ha volcado especialmente en aquellos subsectores más punteros, que precisan componentes de alto contenido tecnológico, como es el caso del aeronáutico, componentes de automoción, energías renovables, siderometalúrgicos, electrónica, ferrocarril, ingeniería, industria médico-quirúrgica, etcétera.
Asimismo, cabe destacar que parte del éxito internacional de la máquina-herramienta española se debe a la flexibilidad de sus servicios y productos, la diversificación de sus subsectores y la colaboración interempresarial. Este último factor ha fomentado la búsqueda de sinergias entre empresas de cara a afrontar juntas su internacionalización, comercialización, compras, desarrollo tecnológico, etcétera.