Una solución aseguradora para la pyme metalmecánica
Conocedor, como miembro de Aspromec y como participante en los numerosos Encuentros del Mecanizado organizados por esta asociación creada para favorecer la competitividad de los mecanizadores, de la realidad de la mayor parte de industrias de mecanizado de España, Natxo Vadillo ha querido aportar una innovación en esa búsqueda de la competitividad. Y lo ha hecho en un sector que conoce de sobra, el de las aseguradoras, convencido de que puede aportar mucho a las pymes. Tradicionalmente las aseguradoras no solo han trabajado con operadores aéreos, OEM e incluso suministradores Tier 1, sino que además, en muchos de los casos las reclamaciones en productos llegaban hasta estos operadores exclusivamente al acotarse justo por su participación en la gerencia de la ingeniería. Dicho en otras palabras, llegaba al límite de la autoridad en ingeniería.
Sin embargo, los demás suministradores también son eslabones claves en la cadena de valor y necesitan en sus programas de soluciones eficaces, reales y razonablemente económicas por dos circunstancias fundamentales. La primera por ser un criterio de homologación más que poco a poco se va a imponer y la segunda por incorporar conocimiento técnico en la mejora del producto, lo cual la expone al riesgo del producto. En este sentido, Natxo Vadillo señala que “observé que las aseguradoras van muy por detrás de las tendencias actuales”.
Su apuesta se basa en tres pilares fundamentales. El primero de ellos es el riesgo industrial. Muchas empresas del sector metalmecánico trabajan con materia prima tremendamente costosa o su aportación de valor se encuentra al final del proceso productivo de la pieza, con lo cual el riesgo en caso de errores alcanza una gran dimensión. “La solución que propongo —señala Natxo Vadillo— aporta una garantía única respecto a otros competidores”.
El segundo pilar de valor añadido es el riesgo contractual, creado por la existencia de unas determinadas clausulas de penalización por errores de producto una vez entregados que son repercutidos a la empresa que nos tracciona por su cliente.
El tercer pilar, de valor añadido, es la responsabilidad técnica, también llamada responsabilidad profesional donde el modelo desarrollado por Natxo Vadillo alcanza a dar cobertura a los errores de índole profesional, por ejemplo errores de cálculo en el desarrollo de la oficina técnica.
La solución
Metalpremium ha cerrado con cuatro operadores aseguradores soluciones adecuadas que dan respuesta por prima, capacidades y con garantías extendidas a diversas actividades. Su modelo además trata de diagnosticar una foto inicial de la situación en gerencia de riesgos y seguros de la organización. En el diagnóstico se desvelan los huecos de cobertura y se toman decisiones de mejora y se aporta la solución a la organización.