Haas cerrará el año con una facturación de 1.000 millones de dólares

Interempresas visitó la fábrica de Oxnard en abril de 2012. Ya lo había hecho en 2005 y las cosas no han cambiado mucho, en lo conceptual. Pero sí en las dimensiones. Actualmente se están fabricando 51 máquinas al día, que serán 65 diarias para verano. Todo en Haas Automation adquiere grandes dimensiones. Se consumen 11.840 litros de refrigerante al mes, 453.592 kilogramos de fundición de aluminio al año y ese mismo peso, al mes, en barras de acero y aluminio… Cuentan con cerca de 400 máquinas de arranque para hacer sus máquinas. También, cómo no, con una turbina diésel de 6.000 HP para generar electricidad y mantener la fábrica activa en el caso de que haya una interrupción en el suministro eléctrico.

Todas las máquinas de Haas se hacen en una misma planta, en una misma sede y más del 90% de las piezas y componentes de las máquinas las realiza la propia compañía, incluidos los controles numéricos. Tan sólo se compran algunos componentes y se externalizan los trabajos de chapa. El tímido intento de producir una parte en China ha sido dejado de lado, porque no conseguían fabricar más barato, tal es el grado de optimización alcanzado en California.

Trabajan aquí unas 1.280 personas, de las cuales 337 en el taller de mecanizado, 520 en producción / montaje, 98 en gestión de materiales, 106 en ingeniería, 46 en servicio / aplicaciones y 173 en otros departamentos.

Claro que no todo son cifras. Paseando por las instalaciones uno se encuentra con muchas Mori Seiki, Toshiba, Hitachi Seiki, Okuma, Mitsui Seiki, Koepfer, Studer, Gleason, varios sistemas de 56 palets de Daifuku y, por supuesto, con muchísimas Haas, demostrando por sí solas que pueden ser integradas en células robotizadas, que pueden estar años y años trabajando con calidad y fiabilidad. Aproximadamente un 70% de las máquinas son Haas.

Y sobre todo, en comparación con la visita de 2005, no sólo destaca la importante ampliación de las instalaciones, sino también el mayor nivel de automatización. ¿Sólo una sensación? No lo parece. Cuentan con 25 robots individuales, otros 25 en células robotizadas y 939 palets FMS (incluidos Haas Pallet Pools, Fastems, etc.). También lo confirma Alain Reynvoet, director general de Haas Automation en Europa quien señala que, efectivamente, la compañía ha apostado por invertir en una fabricación muy automatizada que, en buena parte, ayuda a Haas a mantener los precios que ofrece.

Europa es un mercado importante para Haas, absorbe más de 1.600 máquinas de la producción de Haas, y las ventas en nuestro continente ascienden a más de 100 millones de euros. Todo con el auténtico sabor americano de Haas. Catálogos de máquinas con sus precios, una política de precios bajos que no admite descuentos pero sí unos precios muy asequibles que sitúan la relación calidad / precio en una dimensión muy interesante para el comprador.

Pero ¿cómo se logra esto? Porque ya se sabe que el bueno-bonito-barato es difícil de encontrar. Aquí lo logran fabricando muchos componentes iguales, realizando muchas combinaciones de componentes y ensamblajes comunes. Todos los directivos con los que Interempresas tuvo ocasión de hablar coinciden en que Haas es un hervidero de ideas. Incluso admiten que no es una empresa cómoda para trabajar, porque todo es cuestionable, todo es mejorable, el día a día consiste en mejorarlo todo. El propio Gene Haas, propietario y creador de la empresa, afirma que todo proceso de mecanizado de una pieza puede ser mejorado. Es decir, no hay prejuicios, no hay premisas.

Cuando uno visita Haas, si no levanta la cabeza, tiene la sensación de estar en una empresa pequeña. El trato personalizado, la cercanía de todos sus directivos, del propio presidente… Incluso la forma de vestir. Aquí no hay trajes, no hay despachos. Todo parece fácil y sencillo. Es, como dicen ellos, una gran pequeña empresa. Es cuando uno levanta la cabeza y observa sus miles de metros cuadrados o lee sobre sus 14.500 máquinas en un año, cuando se perciben las dimensiones.

Gene Haas, que antes de crear Haas trabajó en talleres mecánicos, manifiesta que su objetivo no es hacer máquinas especiales, sino máquinas que puedan usar muchos talleres de mecanizado. “Nuestras máquinas no tienen más prestaciones de las necesarias”. Explica los precios bajos de sus máquinas con la apuesta por la automatización, la producción propia de casi la totalidad de las máquinas, el gran volumen de piezas iguales que se fabrican y la planificación de la producción. Incluso el clima les favorece ya que no cuentan ni con sistema de calefacción ni con aire acondicionado.

Otro factor añadido es el dinamismo en el desarrollo. Las decisiones aquí, como todo, no requieren de muchos trámites burocráticos ni de muchas aprobaciones. Alain Reynvoet, el responsable en Europa lo dice así: “Me fascina de esta empresa que aquí la gente aprende. Las máquinas evolucionan a la par que la empresa. Si vemos en un cliente que algo se puede mejorar, se hace”. Hay algo en esta empresa que fascina al visitante, eso es cierto. Tal vez sea la ya mencionada sencillez. Esto lo dijo Gene Haas: “Fabricar una máquina te obliga a hacer algo que alguien quiera comprar”. ¿Una obviedad? ¿O una forma de ver las cosas que simplifica, que va al núcleo de la cuestión en sí? “Tener una idea sencilla —afirmó también— es mucho más difícil que tener una compleja”.

El principal cliente de Haas en Europa es Alemania y los países donde mejor están evolucionando las ventas son Polonia, Suecia y los de la Europa del Este. Al igual que en el resto del mundo, el cliente típico de Haas es un taller de mecanizado pequeño, aunque cada vez son más las grandes empresas que, como Mercedes o BMW, instalan máquinas Haas en sus centros de producción.

La sede central de Bélgica garantiza la mayor parte de los repuestos en tan sólo 24 horas, ya que su almacén cuenta con el 90% de las piezas. El 10% restante puede tardar unos 3 ó 4 días.

El 60% de las máquinas vendidas en Europa son centros de mecanizado verticales, el 30% son tornos y aproximadamente el 3% son centros horizontales. Los modelos más populares en Europa son el VF2, el VF3 y el Minimill.

En cuanto a España, como ya ha anunciado Interempresas anteriormente, la compañía ha decidido apostar por un nuevo distribuidor. Se trata de la empresa HiTec, un partner de Haas en México cuyo establecimiento en el mercado español significa un cambio sustancial con la forma de proceder de Haas hasta el momento, que operaba con diferentes distribuidores para las diversas zonas comerciales de nuestro país. Actualmente cuenta con un Factory Outlet en Montcada i Reixac (Barcelona) y uno en Vitoria, integrado en el anterior.

Financiación para máquinas

Uno de los puntos fuertes de Haas es su capacidad para financiar. En España, por ejemplo, HiTec espera sacar un buen provecho de esta posibilidad, en un país estrangulado actualmente por la falta de crédito por parte de los bancos.

Basta con asistir a ferias y jornadas o con leer las informaciones de los fabricantes para percibir las modas dominantes en los sectores. También en esto Haas es una empresa diferente. En la pasada edición de la EMO, por ejemplo, la feria dejó claro el progresivo recurso al diseño exterior de las máquinas. En Haas no lo consideran relevante. Que las máquinas sean funcionales, que el cliente tenga lo que necesita, no menos, pero tampoco más. Esto es lo que importa en Haas.

¿Y la eficiencia energética? Es otro de los grandes temas en los últimos tiempos, pero tampoco ocupa mucho lugar en las conversaciones con los representantes de Haas. De hecho, no le dan importancia porque, según explican, desde el principio dedican su tiempo a que los husillos o las bombas hidráulicas consuman menos energía, que actúen y consuman solo cuando es necesario. Que la máquina consuma menos electricidad es algo presente en el día a día de esta empresa californiana, pero no es un tema que se utilice en sus argumentos de marketing, ni al que se esté prestando un especial interés.

Gene Haas, Bill Tandrow, Kurt Zierhut, John Toth, Alain Reynvoet … todos ellos hablaron con los periodistas en la sede de Oxnard, todos ellos personas con puestos de gran responsabilidad, transmiten una sensación común: su implicación con la empresa, su cercanía personal con ella. Viven la empresa con pasión, les gusta… y lo sufren.

Duplicar la producción

El optimismo en Haas también define a la empresa. Según su presidente, las ventas en los próximos 5 años podrían duplicarse. Sí, no es un malentendido. Duplicar las actuales 14.500 máquinas anuales. Lo quieren lograr mediante la exportación y en países en los que la capacidad de compra de máquinas-herramienta, creen, va a conocer un gran aumento. Su presencia en todo el mundo incluye, desde luego, países como India y China.