(enlared)

El desarrollo de nueva aplicaciones de software ha encontrado un filón en el llamado e-business o negocio electrónico, sin embargo, es necesario remarcar que el uso de aplicaciones de software de última generación no viene aparejado con el éxito en una manera de hacer negocios que debe seguir siendo eso mismo, más negocio que electrónico si quiere ser rentable.

El negocio electrónico representa aún hoy en día un porcentaje muy pequeño dentro del total de la facturación de las empresas. Aún así, este canal de ventas no puede ser dejado de lado, ni que sea por simples razones estratégicas. Según la consultora Arthur Andersen, sólo en Europa el 24 por ciento del futuro crecimiento económico está en manos del e-business. Sobre todo, los analistas señalan el ahorro que pueden derivarse de la integración de procesos y la sincronización de sistemas entre empresas.

De acuerdo con Forrester Research, las compañías están esperando que cerca del 80 por ciento de sus clientes y un 60 por ciento de sus proveedores hayan entrado en la economía digital hacia el final de este año. Esto significa que todas las etapas de este proceso han de coordinarse, desde la demanda del cliente, el proceso dentro de la empresa hasta la entrega y el servicio postventa.

Una tendencia en la coordinación de este proceso es la personalización del servicio. La industria ha partido de la idea que incluso en el ciberespacio las empresas quieren un trato "especial" por parte de quienes les suministran bienes o servicios. Partiendo de esta idea, una forma de conseguir hoy por hoy esta personalización pasa por aplicaciones de software que analicen el comportamiento del cliente y extraigan las inferencias oportunas. Existen al respecto, por ejemplo, soluciones de creación de portales para internet que incorporan módulos preconfigurados que permiten al sistema escoger entre varias opciones personalizables (por ejemplo, se puede ofrecer un descuento especial).

Esta especialización va más allá y empieza a afectar a la producción. Se habla mucho últimamente de la "fabricación a la carta", productos hechos a la medida del cliente que requieren que las empresas abandonen los postulados de la producción en masa. Incluso una industria tan paradigmática en este aspecto como la del automóvil, que trajo al mundo el taylorismo, está diseñando nuevos métodos de producción que le permitan adaptarse a los gustos automovilísticos de cada cliente (ver artículo al respecto).

Sin embargo y según los expertos, saber lo que quiere el cliente no es demasiado difícil de enunciar: un producto especializado a un coste bajo.

Ordenador portátil presentando en Cebit 2002 por 4P Mobile Data

Por su parte, la integración de procesos en una empresa requiere más fiabilidad y rapidez. Según los analistas de Gartner Group, muy pronto el precio no será decisivo y pesará más la habilidad de los proveedores para convertirse en un eslabón más de la cadena de montaje de la empresa. Se va por tanto hacia la integración entre los sistemas de producción. Una forma de hacerlo es la creación de una cadena de suministro basada en internet que concentre la comunicación con clientes, socios y proveedores. De hecho, de acuerdo con la mayoría de los analistas, el juego de la competencia tendrá lugar, no entre empresas sino entre cadenas de suministros. En otras palabras, si antes se hablaba de entidades como empresa o joint venture, ahora los límites se han vuelto más imprecisos y han excedido los propios de la empresa. El desafío consiste ahora en recopilar toda la información necesaria de todas las fuentes y mostrarla en la pantalla del ordenador de los clientes para que puedan tomar la decisión que les interese. Pero antes, los miembros de esta cadena de suministro deben cooperar electrónicamente e integrar sus procesos de negocio.

Las últimas soluciones basadas en la web incluyen la mayoría de funciones que se necesitan para convertir una cadena de suministros en una cadena de valor: planificación de recursos de la empresa basado en web (ERP - Enterprise resource planning), abastecimiento, diseño de producto, producción y servicio post-venta. Este enfoque integrado permite a los clientes saber la situación en que se encuentra un pedido simplemente haciendo una visita a la web del vendedor.

Además de los servicios típicos de la web, cada vez son más las empresas que utilizan servicios de terminales móviles, ya sean teléfonos o ordenadores de bolsillo (también conocidos como pocked PCs). Las aplicaciones de software que utilizan se basan en sofisticados sistemas o nuevas infraestructuras de telecomunicaciones como el GRPS (General Packed Radio Service), ordenadores de mano que pueden utilizarse para acceder en todo momento a los datos de la empresa.

PC de mano con tarjeta para teléfono (IBM)

más información:
Cebit 2002
www.cebit.de

6) METALUNIVERS Abril 2002