El lubricante prolonga la vida de un engranaje
Por ejemplo, las temperaturas altas en los compresores neumáticos aceleran las reacciones entre el oxígeno comprimido y las impurezas, ocasionando una oxidación rápida, un incremento repentino de la viscosidad, y fallos del lubricante. Por lo general, los aceites minerales aplicados a los compresores neumáticos sólo duran 1000 horas. En cambio, un aceite sintético creado especialmente para compresores neumáticos puede durar 12 veces más. Un proveedor cualificado que suministre todos los lubricantes comprende estas aplicaciones.
Los proveedores mejor preparados para satisfacer la necesidad de distintas lubricaciones ofrecen una línea completa de lubricantes industriales y no sólo una “amplia variedad” de productos. Entre los líquidos utilizados en aplicaciones de gran volumen figuran los aceites multiusos, para bombas hidráulicas, de compresor y de vacío, cajas de engranajes y cadenas. A este surtido deben sumarse grasas, pastas, revestimientos antifricción, dispersiones y demás compuestos industriales especializados. Además, es esencial contar con una amplia gama de existencias básicas. Los sintéticos resisten muy bien la emulsificación y duran más, con lo cual se alargan los intervalos de mantenimiento. Los aceites minerales de gran pureza también resisten la emulsificación y mejoran el rendimiento de los aditivos, y por eso tienen más vida útil que los aceites minerales convencionales. Asimismo, un proveedor de líneas completas ha de saber recurrir a las tecnologías de los aditivos funcionales, como los utilizados para proteger contra el óxido, el desgaste y las temperaturas extremas.
En una fabricación compleja, una mala elección del lubricante puede comprometer su productividad y la rentabilidad de la inversión. La colaboración con un experto en lubricantes puede ayudar a gestionar y mejorar una función básica del mantenimiento, al reducir los costes y alargar la vida útil de los equipos.