La biotecnología reduce el impacto medioambiental de cada unidad de alimento producido
22 de abril de 2010
Un reciente estudio del National Research Council de EE UU ha confirmado que desde su introducción en 1996, los cultivos modificados genéticamente (transgénicos) con tolerancia a herbicidas y resistencia a plagas “han reducido las pérdidas de cosecha por daños de insectos”, ofreciendo mayor flexibilidad a los agricultores y “facilitando el empleo de fitosanitarios y prácticas de laboreo más compatibles con el medio ambiente”. La reducción en el uso de insecticidas y la mayor producción al evitar los daños de las plagas ofrecen alimentos obtenidos de forma más sostenible, al reducir el impacto de cada unidad de alimento producido.
Entre los beneficios que aporta la biotecnología agrícola al medioambiente y a la sociedad se encuentran la reducción en la huella ecológica por el descenso en el uso de pesticidas (reducción en 359.000 tm de ingrediente activo desde 1996 a 2007); una disminución del 17,2% en el coeficiente de impacto ambiental; la mitigación del cambio climático por la reducción del consumo de combustibles (1.800 millones de litros hasta 2008) y de las emisiones de CO2 (reducción en 14,76 millones de tn de CO2).
Los cultivos modificados genéticamente solo están autorizados por organismos como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria bajo estrictos criterios científicos, en los que se ha demostrado que no hay evidencia de riesgos para los consumidores por el consumo de alimentos y piensos derivados de los mismos.