A205 - Maquinaria Agrícola

97 EMPRESAS DE SERVICIOS dificulta el avance e incrementa mucho los problemas: “Subiendo o bajando apenas tres dedos la altura del peine de la cosechadora las averías bajan o se incrementan prácticamente un 75 %”, aseguran desde la Asociación de Empresarios de Maquinas Recolectoras de Albacete (APEMA). Y esas averías son una de las claves para cerrar con éxito la campaña en cualquier empresa de servicios, porque cuando se producen reducen las horas totales de trabajo, por los tiempos muertos de espera, e incrementan los gastos, tanto de personal, como por las piezas y reparaciones. En este último verano, abundante en averías, los problemas se han agravado porque el coste de los recambios ha crecido mucho y la agilidad para repararlas es menor. “Se nota además que cada año hay menos servicios técnicos en las zonas rurales, lo que alarga el tiempo de atención”, señala Juan José Martínez, presidente de esa asociación manchega. Las pinceladas positivas de la campaña de verano han venido de la reducción drástica del número de incendios forestales y de la evolución del precio del gasóleo. Los incendios se han convertido en una de las principales preocupaciones para todos los maquinistas en las últimas campañas, porque cuando se ven implicados directa o indirectamente les trastoca todos los aspectos del trabajo, reduciendo los ingresos y subiendo los gastos. Y este año ha sido uno de los más tranquilos de los últimos tiempos, después de la pesadilla que supuso el verano de 2022. El precio del gasóleo, por su parte, ha estado durante la mayor parte del verano por debajo de los 80 céntímos/litro, en niveles similares a 2021, a lo que se ha sumado el ingreso de la ayuda de 20 céntimos/ litro aprobada por el Gobierno, que de media supone unos ingresos de casi 15.000 euros por empresas, aunque con muchas diferencias según el volumen de cada una. En esa situación de trabajo engorroso y de producciones más bajas, las relaciones de las empresas de servicios con los agricultores son más tensas, porque les piden trabajar más al límite y pretenden reducir los precios de las labores para equilibrar su pérdida de cosecha, que en algunos casos ha resultado dramática, con caídas de un 50-75 % con repecto a lo que puede considerarse un año normal. Es verdad que una menor producción supone una disminución del tiempo de trabajo por hectárea y eso le crea al agricultor la sensación de que debería pagar menos, pero esa reducción es mínima en muchas ocasiones, y en otras muchas es falsa, porque hay otros factores que incrementan los costes, tanto las averias y tiempos muertos ya comentados, como el incremento de los tiempos y gastos de desplazamientos con respecto al volumen real de horas trabajadas, aseguran desde las empresas. En ese tira y afloja, los precios que se han cobrado por los servicios de recolección han sido muy similares a los del año pasado, con alguna rebaja mímina de 3-5 euros por hectáreas en casos extremos sobre la media de 90 que se habían aplicado de forma masiva en 2022. Al margen de la campaña cerealista y de leguminosas, otros cultivos de secano ofrecen un balance más positivo tanto para el agricultor como para las empresas de servicios, sobre todo el girasol, que tiene una temporada de recogida más corta y ya ha completado la cosecha en Andalucía y la mayor parte de Castilla-La Mancha, con un resultado en general bueno. En Castilla y León empezó el corte con algo de retraso pero se ha afianzado como la principal productora de girasol en los últimos años, abarcando en 2023 casi el 50 % de las 750.000 hectáreas sembradas en España, por lo que es el principal centro de actividad para las cosechadoras que trabajan con este cultivo, que se recoge sobre todo en octubre. LOS REGADÍOS BIEN, CON REPAROS En los regadíos, la recolección empieza a coger ritmo durante el mes de septiembre, excepto en los cereales de invierno o las hortalizas que se cortan en verde, que a estas alturas ya han cerrado prácticamente la campaña, y con buenos resultados este año. En el resto de los subsectores, las perspectivas de 2023 son normales e incluso buenas, salvo en las zonas donde ha faltado el agua y no se ha podido sembrar. De todos los cultivos, el más afectado por la sequía ha sido el arroz, que cuando no hay restricciones puede superar las 100.000 hectáreas, y en esta ocasión no llegará ni a 65.000, habiendo desaparecido casi en su totalidad de Andalucía Una correcta fertilización es decisiva para obtener los resultados deseados. Las empresas de servicios también ofrecen servicios en el ámbito ganadero.

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