La descarbonización de los sectores: un reto energético global
Shell Energy acompaña a clientes y colaboradores en su camino hacia el cero neto, suministrando energía renovable y ofreciendo soluciones para aquellos sectores industriales más complejos en su proceso de descarbonización.
La creciente demanda energética en un contexto en el que el cambio climático es manifiesto nos sitúa ante un enorme desafío a abordar de forma colaborativa. Una mayor actividad industrial, derivada de una evolución de la actividad económica y de un aumento de la población a nivel mundial, se traduce en una mayor necesidad de energía en todos los sectores; energía que, indiscutiblemente, debe provenir de fuentes de origen renovable para lograr los objetivos de descarbonización propuestos.
Con esta realidad en mente, es necesaria una profunda reflexión sobre las medidas o acciones a adoptar para que se produzcan cambios en todos los sectores de la actividad económica; especialmente en la energía, el transporte, los edificios y la industria, los cuatro sectores más relevantes en los que se consume energía y donde se producen importantes emisiones de CO2.
Encontrar un equilibrio entre la seguridad energética, la asequibilidad de la energía y la sostenibilidad respecto del medio ambiente - el llamado 'trilema' energético - es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las grandes empresas en la actualidad. Abordarlo requiere nuevas formas de pensar e innovación a gran escala, ya que la transición energética trae una gran interrupción a los modelos comerciales tradicionales, y las vías de descarbonización diferirán según la geografía y el subsector.
Alcanzar las cero emisiones netas es el único camino
El Acuerdo de París estableció el objetivo de limitar el aumento del calentamiento global medio a 1,5°C; objetivo que solo se podrá alcanzar con el compromiso de todos los agentes: empresas, sociedad y administraciones.
Powering Progress, la estrategia que Shell presentó en 2021, establece el objetivo de la compañía de convertirse en un negocio neutro en carbono en 2050, garantizando al mismo tiempo un suministro de energía seguro y asequible en un contexto de mayor demanda. “Desde Shell contribuimos de manera activa para lograr los objetivos marcados: en 2022 hemos reducido las emisiones de carbono de nuestras operaciones en un 30% en comparación con 2016, lo que nos sitúa aún más cerca de nuestro objetivo de reducción del 50% para 2030”, señala Óscar Fernández, presidente de Shell España
No una, sino múltiples soluciones
Shell Energy es la división de Shell centrada en el desarrollo de soluciones energéticas bajas en carbono totalmente integradas, necesarias para cumplir los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5°C, deben considerarse todas las tecnologías posibles que ayuden e impulsen la descarbonización de la matriz energética por sectores.
En línea con esto, la compañía ya ha invertido en 2022 más de 4.000 millones de dólares en tecnologías con bajas emisiones de carbono, como son los biocombustibles, el hidrógeno, la energía eólica y solar, la recarga de vehículos eléctricos o las soluciones inteligentes de almacenamiento de energía.
De esta forma, Shell Energy está claramente orientada a alcanzar la neutralidad tecnológica y pone a disposición de las organizaciones diferentes alternativas que les permitan lograr sus objetivos de descarbonización, mediante la estructuración de propuestas a medida disponibles para evitar, reducir o compensar las emisiones de cada negocio.
Evitar emisiones: maximizando el papel de las renovables en la transición energética
El desarrollo, construcción y operación de proyectos solares y eólicos son clave para ampliar la oferta de suministro de energía limpia a hogares e industrias. Shell en España adquirió el pasado año un porfolio de proyectos fotovoltaicos con un potencial para generar dos gigavatios de energía solar, lo que permitirá ofrecer energía verde y certificados de origen a los consumidores.
A su vez, existen otras soluciones clave para descarbonizar sectores industriales en nuestro país; ya sea en el corto plazo, con el biometano, o en el largo plazo con el hidrógeno.
Reducir emisiones: promoviendo el uso del gas natural como el hidrocarburo de combustión más limpio
Necesariamente, debe darse un periodo transitorio donde el gas natural juega un papel importante, ya que ayuda a reducir las emisiones y mejora la calidad del aire cuando reemplaza el carbón y el diésel. El gas también es un socio ideal para las fuentes de energía renovable, ya que es un recurso que brinda flexibilidad en la generación y adecuación entre la oferta y demanda eléctrica a través de generadores basados en el gas. El mix de generación es fundamental para mantener un equilibrio adecuado con las distintas tecnologías disponibles.
Compensar emisiones: ofreciendo soluciones innovadoras para las emisiones que no se pueden evitar o reducir
Las soluciones basadas en la naturaleza son proyectos que protegen, transforman o restauran la tierra de una manera que se captura o almacena carbono, ofreciendo vías inmediatas, escalables y rentables para reducir significativamente las emisiones netas en la industria. Todos los proyectos son auditados de forma independiente y la compensación de emisiones es verificada para emitir los certificados de cada negocio.
Es el momento de que las organizaciones y empresas muestren su compromiso mediante la materialización de proyectos para combatir el cambio climático, siendo motor del cambio en la sociedad y las industrias para llegar a un escenario de cero emisiones netas. Solo así, con la ayuda de todos, se dará forma a un futuro energético más sostenible.
