Transporte conectado vía IoT: rumbo a un futuro mejor
La comunicación en tiempo real con el ecosistema IoT y los datos que permiten mejorar la eficiencia operativa y el rendimiento han convertido en realidad los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (Adas, en inglés) y la conducción autónoma, cambiando irremediablemente nuestra forma de ver la movilidad.
Hoy por hoy, la innovación en el ámbito de la tecnología IoT, que abarca el seguimiento en tiempo real de envíos, tecnologías de viaje compartido y prevención de accidentes, optimización de rutas o logística inteligente, por citar sólo algunos avances, ofrece una gama de posibilidades que enriquecen la experiencia del consumidor, aumentan la seguridad y presentan nuevos modelos de negocio. El poder y el compromiso que arrancan estas propuestas se mostrarán en el IoT Solutions World Congress (IoTSWC), que organiza Fira de Barcelona en colaboración con el Industrial Internet Consortim del 29 al 31 de octubre en el recinto de Gran Via.
La verdadera disrupción
Esta edición del Congreso incluye un eje temático específico sobre transporte conectado que analizará dónde se encuentra la verdadera disrupción, para que los asistentes puedan afrontar con todas las herramientas a su disposición este cambio de paradigma sostenido por el IoT y tecnologías de comunicación como WIFI, Bluetooth, Zigbee, LoRa, Thread, GSM, GPRS, EDGE, UMTS, HSPA o LTE.
Últimamente, los medios de comunicación destacan los desarrollos del coche eléctrico y la carrera hacia la conducción autónoma. Pero otras áreas de transporte, como la industria del transporte marítimo, la industria ferroviaria y la industria aeroespacial, merecen también especial atención pues están avanzando a pasos agigantados con el objetivo ser más seguras, mejorar el flujo de tráfico y reducir los costes a gran escala.
En este sentido, Glenn Schnieders, gerente de IoT en el aeropuerto de Bruselas y ponente en el IoTSWC19, considera que la tecnología IoT es “un factor clave para ayudar a los aeropuertos a tomar decisiones estratégicas y operativas mejor informadas y basadas en datos.”
Dicho esto, la gran pregunta es: ¿Cómo viajaremos por el mundo en 2040-2050? Es más, teniendo en cuenta que si la industria de la aviación fuera un país se ubicaría entre los diez principales emisores de dióxido de carbono (CO₂) del mundo, ¿cómo nos aseguraremos de que sea sostenible? Los indicadores no son buenos: las emisiones de la aviación han aumentado un 70% desde 2005 y se pronostica que crecerán entre un 300% y un 700% en 2050. Es obvio que tenemos mucho trabajo por delante.
En el ecosistema IoT, las plataformas de vehículos conectados, el análisis de tráfico avanzado y el mapeo se están abriendo camino. Estamos aprendiendo rápidamente que la administración remota de flotas puede mejorar el resultado final, que la introducción de mejoras tecnológicas en el transporte público y los vehículos autónomos puede prevenir accidentes y reducir los costes de los seguros o incluso que los datos pueden ayudar a mejorar la puntualidad de las entregas de mercancías. En resumen, sabemos que las soluciones IoT personalizadas pueden ayudar a acelerar la productividad al tiempo que monetizan los servicios.
La seguridad preocupa
Sin embargo, estas soluciones también comportan serios desafíos comerciales y técnicos. “La complejidad de los vehículos conectados está aumentando de forma vertiginosa, y no sólo en relación con la tecnología, sino también en relación con sus necesidades e impacto social”, subraya Mario Reyes, jefe de investigación de IT Security del centro tecnológico catalán Eurecat. “El número de sensores integrados en los actuales vehículos alimentan de información a otros sistemas, como el CAS (Collision Avoidance System), la asistencia para el aparcamiento o el mantenimiento de trayecto entre líneas.” En el caso del coche autónomo, tenemos “un sinfín de sensores para interpretar el entorno (LIDAR, Radar, GNSS, Cámaras, Sensores Ópticos, etc.) y tomar las mejores decisiones en la conducción, confort y seguridad”, añade Reyes.
Desafortunadamente, todos estos avances generan riesgos para la seguridad y la privacidad, además de preocupación respecto a la sostenibilidad. “Son muchos los ejemplos de hacking sobre el coche actual que podemos encontrar en la hemeroteca, y aunque los fabricantes se han puesto las pilas para atajar este problema (o por lo menos disminuir su impacto), queda mucho trabajo por hacer”, señala el jefe de investigación de IT Security de Eurecat. Es un tema serio. Un fallo de seguridad en un sistema financiero causa pérdida de dinero o reputación, pero un fallo de seguridad en un vehículo conectado o autónomo puede causar lesiones o incluso la muerte.
En cuanto a la sostenibilidad, se espera que cada automóvil autónomo produzca 4.000 gigabytes de datos por cada hora de conducción, lo que equivale al uso diario de datos de unas 3.000 personas. ¿Cómo vamos a gestionar tal cantidad de información?
¿Pueden los operadores de telecomunicaciones seguir cumpliendo su función de proporcionar redes de comunicaciones que soporten un flujo continuo y sin fisuras de datos? IoTSWC19 responderá a éstas y muchas otras preguntas relacionadas con este tema mediante diferentes paneles de expertos que aportarán nuevas perspectivas sobre el impacto real del transporte conectado vía IoT y sobre cómo avanzar hacia una movilidad más sostenible para un futuro mejor. Todos lo merecemos.