Javier García Breva desvela las prioridades financieras de la Unión Europea para el periodo 2014-2020
Con el objetivo de reducir la dependencia energética y el incremento de los costes regulados del sistema energético, la Unión Europea prioriza tres políticas. La primera de ellas es la eficiencia energética para conseguir el objetivo del 20% de ahorro de consumo de energía en el 2020, la segunda abrir la competencia a través de un mercado integrado y la tercera incrementar el consumo de renovables porque bajan el precio mayorista de la electricidad.
Para Javier García Breva, presidente de N2E, una de las principales preocupaciones de la Unión Europea es el desarrollo de instrumentos financieros que favorezcan y estimulen las inversiones en eficiencia energética tal y como queda reflejado en los artículos 17 y 20 de la Directiva 2012/27/UE de Eficiencia Energética. En el artículo 17 Bruselas pretende impulsar la colaboración público-privada con entidades financieras para movilizar recursos destinados a financiar la eficiencia energética y la rehabilitación de edificios. En el artículo 20 se establece que los Estados Miembros constituirán un Fondo Nacional de Eficiencia Energética para activar recursos que financien la inversión en proyectos de eficiencia energética.
No obstante la herramienta financiera más efectiva que propone la Unión Europea es situar a la eficiencia energética como una prioridad en los presupuestos de la UE y, en consecuencia, ha duplicado para el periodo 2014-2020 los recursos destinados al ahorro de energía con respecto al anterior periodo. Como resultado, el Consejo Europeo ha aprobado destinar el 20% de los Fondos Feder y dentro del Programa Horizonte 2020 más de 6.000 millones de euros a proyectos de eficiencia energética, principalmente en las ciudades, y a la eliminación de barreras técnicas y administrativas que impiden el acceso de los consumidores a los servicios energéticos.
Javier García Breva también ha resaltado que una gran parte de la eficacia de estos esfuerzos va a depender de la iniciativa de las Comunidades Autónomas y administraciones regionales en la creación de capacidades y normas para poner en marcha proyectos de eficiencia energética con el fin de aprovechar los fondos estructurales europeos.
El 30% del consumo energético se produce en los edificios y viviendas y el potencial de ahorro es muy significativo. Dada la importancia que tiene la rehabilitación energética en la Directiva de Eficiencia Energética que en su artículo 4 establece para abril de 2014 la elaboración por los estados miembros de una estrategia de rehabilitación de todo el parque nacional de edificios, tanto públicos como privados, estamos ante una gran oportunidad de actividad económica y de un ahorro a los consumidores finales cercano a los 7.000 millones de euros.
Según Javier García Breva, “la eficiencia energética no debe limitarse a un trámite formal y administrativo sino que debe constituir un compromiso por el desarrollo económico y la innovación que impulse el sector de los servicios energéticos en España”.
