La Asociación Nacional de Procesadores de la leche de Bulgaria presenta en Barcelona los quesos tradicionales del país

El pasado día 15 de abril, la Asociación Nacional de Procesadores de la Leche de Bulgaria presentó en el restaurante Taparazzi de Barcelona, dos de sus quesos con más tradición en Europa dentro de la campaña iniciada hace unos meses y cofinanciada por la Unión Europea. Dos chefs de reconocido prestigio, Marc Roca y Cecilia Cardeillac, prepararon ocho recetas exclusivas cuyo principal ingrediente fue este producto.

La campaña tiene como objetivo aumentar el conocimiento y reforzar la imagen de los productos lácteos búlgaros y, en particular de dos de sus quesos más prestigiosos, el Sirene y el Kashkaval. Ambos productos se elaboran con doble pasteurización en dos variedades, a base de leche de vaca y oveja. Dos quesos de elaboracion tradicional, conservada durante milenios y aún viva en Bulgaria.

El primero, Sirene es un queso blanco en salmuera de sabor suave y textura levemente granosa que se elabora con leche de vaca, oveja o cabra. Es ideal para la preparación de platos vegetarianos y ensaladas.

Por su parte, Kashkaval es un queso amarillo duro, también elaborado con leche de vaca, oveja o cabra que se caracteriza por su sabor específico y fuerte, muy diferente de los otros quesos amarillos europeos lo que le hace ideal para cualquier tipo de menú. Sólido y flexible, este queso no tiene agujeros, lo que indica su alta calidad.

Dos quesos en cuya elaboración se emplea leche de granjas seleccionadas y controladas, situadas en zonas montañosas. Además, en el proceso de producción de estos lácteos interviene el Lactobacillus Bulgaricus, una bacteria que se desarrolla solo en un área geográfica específica que coincide con el territorio de Bulgaria. La simbiosis con las bacterias del cuerpo humano le otorgan unas propiedades excepcionales que lo hace muy digestivo, aumentando sus efectos beneficiosos, tales como inmunoestimulante, anticancerígeno, antibacteriano y desintoxicante, por ejemplo.

El Sirene y el Kashkaval se producen siguiendo las normas de la UE, en términos de calidad y seguridad, en combinación con la larga tradición de producción de quesos, siendo ésta parte de la alimentación europea.