Typsa pone en marcha una escuela universitaria en el África Subsahariana
Licenciado en ingeniería civil en el Congo. En un país sin casi infraestructuras puede sonar a ficción, pero ya hay una nueva promoción en camino. Y es que el futuro de un país se mide, en parte, por sus infraestructuras y por la educación. Un termómetro de progreso que en el caso de este país apenas está empezando a subir el mercurio. En este sentido, la ingeniería Typsa ha querido contribuir a su desarrollo con la puesta en marcha de una escuela universitaria de Ingeniería Civil en la ciudad de Mahagi, la única en mil kilómetros a la redonda, situada en la zona oriental del país africano, cercana a la frontera con Uganda.
El proyecto, que se ha llevado a cabo a través de la Fundación Typsa para la Cooperación, consiste en el diseño de las infraestructuras y edificios destinados a albergar esta escuela dentro del antiguo Centro de Estudios Universitarios de Mahagi, ahora llamado Universidad Lago Alberto. Una construcción en la que participaron además los propios estudiantes. Los cursos, que son de tres años más un preparatorio, cuentan ya con 21 alumnos –dos de ellos mujeres- y previsiblemente se licenciarán los primeros estudiantes el próximo año, en la que será la primera promoción de la universidad. Asimismo, Typsa también ha trabajado con el Gobierno del Congo para aprobar planes educativos que aceleraran el inicio de la actividad docente. El objetivo último del proyecto, más allá de la construcción del centro, es que se proporcione a la población una educación con un enfoque práctico que permita a las generaciones futuras contribuir al desarrollo de su país y del África Subsahariana en general.
Asegurando el futuro de una región asolada por la guerrilla
El proyecto de Typsa resulta especialmente sensible en una ciudad que se ubica en una zona –la provincia de Ituri, próxima a la frontera con Uganda- que sufrió durante largo tiempo el impacto de las guerrillas. Si bien en los últimos años se ha vuelto un lugar mucho más estable, todavía son patentes las consecuencias de tantos años de violencia e inestabilidad política, que se pueden comprobar en la falta de inversiones y de actividad económica.
De hecho, no existía ningún centro de formación similar al puesto en marcha por Typsa en mil kilómetros a la redonda. Estos factores impulsaron a la Fundación de la ingeniería a llevar a cabo este proyecto en colaboración con la Diócesis de Mahagi y la orden de los Padres Blancos, muy asentada en la zona tras años combatiendo la pobreza y las enfermedades fruto de las guerras. Y ha sido además esta iniciativa la que le ha valido precisamente a Typsa ser galardonada con el Premio Rafael Izquierdo, que otorga el Colegio de Ingenieros de Canales, Caminos y Puertos a través de la Fundación Caminos. Este premio de carácter anual, y que ha sido entregado por el recién nombrado Ministro de Fomento Iñigo de la Serna, reconoce a las entidades, empresas o personas que destacan por su actuación solidaria y de compromiso social.