En la actualidad los cinco polígonos del Polo emplean 10.000 puestos de trabajo directos

El Polo Químico de Tarragona, referencia del sur de Europa

Redacción Interempresas11/11/2010

11 de noviembre de 2010

La Asociación Empresarial Química de Tarragona, AEQT, se constituyó el año 1977 con el objetivo de representar el conjunto del sector químico, como entidad que se vertebra con la comunidad para alcanzar los objetivos que en cada etapa se establecen. La AEQT es la entidad que la sociedad identifica como representante del sector químico de Tarragona, el polígono que lidera el ranking en el área del Mediterráneo, del sur de Europa y de todo el estado español. La visión de la entidad es “representar a la industria química del Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre y aglutinar todas aquellas actividades y empresas que puedan contribuir a su consolidación en el territorio”, y define su misión en “mejorar la competitividad global de los polígonos químicos, contribuyendo al desarrollo sostenible del territorio: Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre”.

La historia de un emplazamiento perfecto

El hecho más relevante fue la constitución en 1961 de Industrias Químicas Asociadas (IQA, con capital de ERT, Cepsa, Shell i Hoechst), la primera compañía fruto de una política de alianzas entre empresas españolas y otras de capital extranjero, que adquirieron una superficie de 80 hectáreas, en la cual se invirtieron 3.800 millones de pesetas (23 millones de euros), que el año 1967 comenzaron a producir 460.000 toneladas anuales de una docena de derivados químicos, suponiendo la creación de 446 puestos de trabajo.

En paralelo a la política española de salida de la autarquía y de los primeros 'Planes de Desarrollo', se desarrollan las industrias españolas, como Energía e Industrias Aragonesas, que en 1969 iniciaba la producción de cloro y sosa; unos productos que permitieron la interconexión industrial, que se materializa con la llegada de Bayer en 1971. Las primeras compañias químicas multinacionales ya estaban por entonces en el polígono Sud: Dow, en 1967 adquirió 76 hectáreas; Basf se instaló en 1969.

Las características geográficas del emplazamiento de Tarragona y de su puerto han sido factores determinantes a lo largo de la historia a la hora de perfilar el modelo de ciudad y de su papel económico, con marcadas influencias para el territorio del entorno. Tanto en la Tarraco romana como en el complejo petroquímico de Tarragona, estos factores son notorios. Los actuales polígonos tienen un proceso de constitución que arranca el año 1960, en el caso del Sud con la constitución de IQA (Industrias Químicas Asociadas), y una década más tarde por lo que respecta al Norte, cuando se decidió emplazar la refinería de petróleos de Catalunya. La producción de etileno, a la vez que consolida el complejo químico, lo ha situado a la cabeza en el ránquing del sector en el sur de Europa.

El año 1958 comenzó a funcionar Catalana de Abonos (quince años más tarde ERT, y actualmente Ercros). Entonces había 99 factorías de actividad química registradas en toda la provincia, que ocupaban a 2.370 operarios. El año 1960 se considera el punto de partida en el proceso de formación del actual polígono Sud, cuando algunas compañías instaladas decidieron efectuar inversiones (Aliada Química, 60 millones de pesetas, el equivalente a 360.000 de euros en valor actual).

Este proceso se consolidó, con la instalación de otras compañías. La configuración de Tarragona como polígono químico de primera magnitud seguramente influyó en la decisión de escoger el emplazamiento en el área de la refinería de petróleos de Cataluña, que también se disputaba la comarca del Baix Ebre, para cubrir la demanda de etileno para la producción de plásticos. La refinería, y las industrias químicas de transformación, eran uno de los 13 proyectos del III Plan de Desarrollo Nacional donde se acordó la construcción de las actuales instalaciones de Repsol, configurando así el polígono Norte y consagrando el complejo petroquímico de Tarragona.

Los reyes de España inauguraron la refinería en febrero de 1976, que inicialmente explotaba la empresa Entasa (Empresa Nacional de Petróleos de Tarragona SA) y más tarde Enpetrol; las divisiones químicas constituían un mosaico de empresas integradas por Calatrava, Paular y Alcudia, entre las más relevantes. En 1987 se constituyó el grupo Repsol.

Visión aérea del polígono del Puerto de Tarragona.

La AEQT en cifras

• 31 empresas afiliadas (Pol. Norte, Sud, Alcover, Flix y Tortosa).

• 10.000 puestos de trabajo directos (5.500 trabajadores en plantilla afiliadas + 4.500 AEST), ocupación estable y cualificada. 630 millones de euros anuales en salarios y 15 millones en impuestos (IBI / IAE).

• La producción global de las empresas localizadas en Tarragona se sitúa cerca de los 21 MT/año (refinería: 8,3 MT; industria química: 12,7 MT), representa el 25% del total estatal del sector y la mitad de la producción química de toda Cataluña. Se destina a:

- 30% productos de servicio

- 14,4% sector servicios

- 6,4% agricultura

- 5,4% construcción.

• El 44% del total de los plásticos producidos en todo el Estado salen de las plantas del Polígono de Tarragona.

• 1/3 de la producción se consume dentro de las fábricas de los propios polígonos.

• El valor de la producción química en Tarragona, representa un 0,75% de la producción mundial.

• Producción de energía: 1.190 MW (820 ciclo combinado + 370 cogeneración).

Un informe público que constata la consolidación del Polo de Tarragona

En el acto de presentación del Informe Público de la AEQT, que tuvo lugar el pasado mes de septiembre en la Cámara de Comercio de Tarragona, el presidente de la Asociación, Anton Valero, efectuó un análisis de la situación actual del sector, las fortalezas y los ejes de trabajo para emprender la transformación y poder alcanzar los retos de futuro. El Informe Público, que fue presentado por el responsable de la Comisión de Comunicación, Joan Maria García Girona, contiene una parte de datos de los principales indicadores, los reportes de las actividades corporativas de 2009, pero también una radiografía más actual de la AEQT y de la dinámica de las compañías.

El presidente de la comisión hizo un inciso especial en la cifra récord conseguida en seguridad: “Se ha conseguido el objetivo del índice de frecuencia que nos habíamos propuesto para 2009, un 1,7, disminuyendo de esta forma en un 29,30% respecto al año anterior, lo que demuestra el buen trabajo que se realiza desde la Asociación en materia de seguridad”.

El eje vertebrador del Informe 2009 es el Pacto por el Desarrollo, la red, el entramado de la química en Tarragona del cual se expone tanto la filosofía que la inspira como los puntos del acuerdo: “Esta es la realidad de la química. En el siglo XXI hemos de superar el concepto único de las plantas de producción. La interacción y las sinergias es lo que da la fuerza para convertirnos en un clúster potente”, expuso, añadiendo el resto de elementos básicos: “La formación, con la FP, y las diversas salidas profesionales, más allá de las directamente relacionadas con la química. Por otro lado, la universidad, ..., y la formación continuada de los trabajadores, que también llega a las empresas de servicios. Finalmente, mentar los productos de uso cotidiano que salen de les materias primas fabricadas en Tarragona”.

Un futuro que, según expuso el presidente, “parte de una coyuntura que confirma la tendencia apuntada hace unos meses de haber iniciado el camino de la recuperación”. Según los datos de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), “es desigual, según las áreas de negocio o subsectores (en fertilizantes, por ejemplo el primer semestre creció en un 100%), pero que se fundamenta en los resultados del comercio exterior, en que se ha incrementado en un 30% la exportación de plásticos. También gracias a una tendencia de ligero crecimiento en la ocupación”.

Valero aprovechó para remarcar “el acierto de las decisiones tomadas por la AEQT hace unos 15 años, cuando se decidió, junto a la Generalitat y el Ajuntament de Tarragona, impulsar el segundo rack, que ha permitido el crecimiento del clúster y mejorar la competitividad, como ahora se demuestra. Es un buen ejemplo para no perder la memoria histórica y que está muy en la linea de los ejes de futuro, basado en el Pacto por el Desarrollo que se firmó el pasado 6 julio en el Ajuntament de Tarragona”. Para el president de la AEQT “este pacto, que es el despliegue de nuestro Plan Estratégico, es en esencia el modelo de cómo la industria química participa en el crecimiento del territorio en el siglo XXI: con valor añadido, de ciencia y talento, y una línea de trebajo conjunta entre todos los sectores involucrados (administraciones, universidad, investigación, empresas de servicio, puerto, sindicatos, ...)”.