Brisk, 8 décadas de constante innovación Grovisa, 8 décadas de servicio al recambio

Brisk, uno de los fabricantes de bujías más antiguos del mundo, celebra este año su 80 aniversario. La empresa se fundó en 1934 en la ciudad checa de Tábor a raíz de la expansión del automovilismo en Europa central y a la creciente demanda de piezas de calidad para el sector. Desde sus inicios se especializo en la fabricación y desarrollo de bujías.

Al año siguiente de su fundación, Brisk fabricó las primeras bujías con aislador cerámico, convirtiéndose así en pionero en esta técnica. Desde entonces, la innovación es uno de los pilares que caracteriza a esta empresa.

Desde sus inicios, y debido a su alta calidad, las bujías se destinaron no sólo a vehículos de motor sino también a la aviación de varios ejércitos europeos. Después de la Guerra Mundial, la empresa fabricó sistemas de encendido y bujías de baja tensión para los motores a reacción de los aviones militares MIG15 y L29 Delfín para el ejército, además de bujías para otros modelos.

La empresa también apostó por la alta competición, incluyendo su gama de bujías en los equipos de motociclismo checoslovaco, y ayudando de esta forma al éxito conseguido por los equipos.

El área de diagnóstico del automóvil es otra de las divisiones de la compañía. Es la encargada de la fabricación de los equipos necesarios para el ajuste de los motores. Hoy en día suministra sensores de velocidad y posición a fabricantes tales como VW, Volvo o Renault.

Actualmente, las bujías Brisk se exportan a más de 70 países en el mundo y se utilizan como piezas originales en diversos vehículos de múltiples marcas como grupo VW y en Husqvarna, entre otros