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Volkswagen y Greenpeace subrayan los estrictos límites de CO2 para vehículos nuevos

26/03/2013

26 de marzo de 2013

En el inicio del Salón del Automóvil de Ginebra, el 4 de marzo de 2013, el grupo Volkswagen anunció su importante decisión de reducir el consumo de combustible de su flota de vehículos nuevos en un grado mayor del que había planificado. Esta decisión fue subrayada por Martin Winterkorn, presidente del consejo de dirección de la compañía, durante la primera reunión de alto nivel con la directora ejecutiva de Greenpeace, Brigitte Behrens, el pasado 21 de marzo en Hanover.
La reunión se focalizó en el debate sobre los esfuerzos de Volkswagen para proteger el clima. Winterkorn destacó que la compañía alcanzaría, en 2020, el objetivo de emisiones marcado por la legislación de la UE de 95 gramos de CO2 por kilómetro como promedio.
Volkswagen reducirá el consumo de combustible de su flota en un grado mayor del que había planificado
Volkswagen reducirá el consumo de combustible de su flota en un grado mayor del que había planificado.
Brigitte Behrens, respalda los objetivos marcados por Volkswagen. “Esta es una decisión a favor de la protección climática y una señal clave para el compromiso con la protección del medio ambiente y la sociedad, y la producción en serie de soluciones técnicas ecológicas. Seguiremos dialogando con la compañía, también sobre los conceptos de movilidad del futuro”. La declaración de Volkswagen es también una señal para unas normativas de emisiones más estrictas en los mercados crecientes de Estados Unidos y China.
Durante dos años, Volkswagen y Greenpeace han establecido un diálogo constructivo y, algunas veces, conflictivo acerca de la reducción de las emisiones de CO2 de la flota de la empresa hasta una media de 95 gramos en 2020. En relación con este cálculo, se han planteado críticas, especialmente en relación a los supercréditos, que permiten a los fabricantes computar varias veces los vehículos eléctricos e híbridos como modelos de bajas emisiones para realizar el cálculo. De forma independiente, Volkswagen y Greenpeace están convencidos de que la reducción de emisiones de dióxido de carbono en la circulación es un factor clave en la protección climática.