Cae en picado el uso de la leche de oveja y cabra para la elaboración de la DO Cabrales
El queso de Cabrales empieza a recuperarse del fuerte bajón en la producción registrado el año pasado con motivo de la catástrofe de Llambrias, ocurrida tras romper un canal de agua en Arenas, lo que provocó una muerte, varios heridos y la destrucción de dos queserías, una de ellas la que más piezas sacaba al mercado. Si en el año 2012 aquella tragedia, sumada a la crisis, provocaba una caída en la producción del Cabrales de un 29%, hasta dejarla en 323.530 kilogramos, el año pasado se registró una notable recuperación, cifrada en un 32,35%, pues se produjeron 428.189 kilogramos, según los datos aportados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Cabrales y que recoge La Nueva España.
Por otra parte, cae en picado el uso de leches de oveja y cabra para elaborar queso de Cabrales. De hecho, en 2013 sólo se transformaron 34.558 litros de leche de oveja, por los 69.324 del año anterior, lo que supone un descenso del 50 por ciento, el mayor en toda la historia de la Denominación de Origen del Cabrales, que arrancó en el año 1988. En el caso de la leche de cabra, en 2013 se transformaron en queso 90.220 litros, por los 99.068 del año precedente, lo que implica una bajada del 8,93 por ciento.
Las razones del tremendo bajón en la transformación de leche de oveja tienen que ver con la incidencia que aún tuvo el año pasado la tragedia de Llambrias, puesto que la quesería del Cares, la de mayor producción en la zona DOP (Cabrales y tres pueblos de Peñamellera Alta), permaneció varios meses sin transformar este tipo de producto. Isabel Marcos, técnico del Consejo, mostró su convencimiento de que la transformación de leche de oveja en queso se recuperará (de hecho ya está sucediendo) a lo largo de este año.