El sector pesquero aumentó su producción durante la pandemia

Cepesca, Confederación Española de la Pesca, ha publicado la cuarta edición de su Informe del Sector Pesquero Español, bajo el título “Una actividad esencial y comprometida”. El documento recoge los principales datos y analiza la evolución del mercado entre 2020 y 2021. Pese a todas las dificultades, durante la pandemia la pesca aumentó su producción hasta los 2.043 millones de euros, lo que representa un incremento de aproximadamente el 10 % con respecto a los 1.840 millones de 2019.

Para presentar este informe, Javier Garat, secretario general de Cepesca, Antonio Nieto, nuevo gerente de PescaEspaña e Iván López miembro de la Junta Directiva de Cepesca y presidente de Ebfa, se han reunido con la prensa en un encuentro en el que han definido los principales hitos del sector y los retos que enfrenta en la actualidad. “Después de estos dos años que hemos sufrido todos decidimos retomar la presentación del informe del Sector Pesquero, con mucha ilusión y con ganas de ayudar”, ha expresado el secretario general de Cepesca.

Es importante tener en cuenta que el sector ha sido declarado “estratégico” por el Gobierno durante la pandemia, como parte de la cadena alimentaria. Garat ha reconocido que “hemos salvado la crisis del Covid gracias a esto y en general pudimos continuar con nuestra actividad”. Aunque, desde la confederación han destacado las dificultades para garantizar la salud de los tripulantes, asegurar los relevos en terceros países o el cierre de determinados canales comerciales y algunos mercados internacionales.

Sin haberse estabilizado la situación en los mercados, el sector enfrenta ahora nuevos retos derivados del conflicto en Ucrania que han afectado gravemente a las empresas pesquera. Los hidrocarburos ya superan el 60% de los costes de explotación, cuando antes representaban entorno al 30-40 %. A esto se suman las restricciones para la actividad promovidas desde la UE, que pueden resultar muy perjudiciales para el equilibrio del sector.

Según Javier Garat, “a pesar de los acontecimientos que vivimos desde hace más de dos años, el esfuerzo del sector y su extraordinaria profesionalidad ha permitido mantener el nivel de actividad y el liderazgo europeo. Las capturas han descendido levemente, pero hemos crecido en valor y las importaciones/exportaciones se recuperaron en 2021, tras caer en 2019 y 2020. También nos llena de satisfacción el incremento del consumo de productos de la pesca por parte de los hogares españoles. No cabe duda de que, a diferencia de algunos políticos, los ciudadanos saben apreciar nuestro esfuerzo y las cualidades y efectos beneficiosos del pescado en la salud”.

Datos del sector

Las capturas de pescado y marisco de nuestra flota ascendieron a 787.258 toneladas en 2020, decreciendo un 11,4 % respecto a las 877.211 toneladas capturadas en 2019, según datos del informe. De esta manera, España continúa siendo líder en la UE en estos parámetros. A este respecto, en 2019 (últimas cifras disponibles de Europa), España representaba el 28 % del valor total de la pesca y el 16,3 % de las capturas.

Respecto al empleo en 2020 el sector generó 31.093 empleos directos, con un descenso del 2,6 % respecto a los 31.935 de 2019; y 150.000 indirectos. Estas cifras reflejan el proceso de ajuste del número de buques de la flota pesquera española, que en 2020 estaba compuesta por 8.839 barcos frente a los 8.884 de 2019. Este proceso también se refleja en la cifra de 2021, ya disponible, y que apunta a un total de 8.732 barcos de pesca, ocupando la tercera posición del ranking europeo, tras Grecia (14.550) e Italia (12.179). “Es cierto que allí tienen muchos barcos, pero la mayoría son pequeños. Nosotros contamos con flotas de altura y larga altura importantes, en cifras redondas unas 300 unidades, que hacen nuestro volumen en capacidad pesquera superior al de todos los demás países”, ha apuntado Garat.

La mayor parte de la flota opera en el caladero nacional, con el 95,34 % del total de buques en cuatro zonas de pesca: Cantábrico y Noroeste, Mediterráneo, Golfo de Cádiz y Canarias. En aguas comunitarias pesca el 1,18 %, el 1,27 % en caladeros internacionales y el 2,22 % restante pertenece al censo unificado de palangre de superficie, que faena tanto en aguas españolas como en las de la UE, en las de terceros países y en alta mar.

En relación con las importaciones y exportaciones, ambas cayeron en 2020, pero se recuperaron en 2021, incluso superando los datos de 2018 y 2019. Las importaciones en 2021 fueron de 1.786,4 toneladas con un valor de 7.483 millones de euros, con un crecimiento del 5,8 % y del 14,7 %, respectivamente. Las exportaciones en 2021 alcanzaron las 1.168 toneladas con un valor de 4.701 millones, lo que supone un crecimiento del 6,6 % y del 17,1 %, respectivamente. Con estas cifras, el saldo de la balanza comercial del sector pesquero fue deficitario en este periodo en 2.781 millones, como viene siendo habitual en los últimos años.

En cuanto al consumo de productos de pesca en hogares, el 2020 registró un aumento considerable debido al confinamiento de los ciudadanos y al cierre del canal Horeca (hoteles restaurantes y cáterin) durante varios meses. Así, en este periodo el consumo doméstico de pescado creció un 9 % hasta 24,83 kilos anuales por persona, frente a 22,5 kilos de 2019. De hecho, ese año España se convirtió en el primer país de la UE en gasto en pescados y mariscos por parte de los hogares. Igualmente, el consumo también creció un 12 % en valor, situándose en 2020 en 221,48 euros per cápita al año frente a 195,06 euros per cápita al año en 2019.

“Aun así, seguimos preocupado por la tendencia de los últimos años, porque, si bien el consumo de hogares ha crecido, la realidad es que al analizar el gasto global con el cierre del canal Horeca, este incremento no compensó las pérdidas”, ha asegurado el secretario general de Copesca. Por este motivo, desde la confederación han decidido crear PescaEspaña, una entidad destinada a promocionar el consumo de pescado y marisco en la medida de lo posible y hablar en positivo del sector. Este nuevo organismo forma parte de la organización común de mercado y de la política pesquera común, por lo que puede recibir fondos europeos con una cofinanciación del 75 %.

Problemas para el sector

Asimismo, pese a las buenas cifras de estos dos años, el sector enfrenta una serie de problemas muy graves que suponen un riesgo para su actividad. Las subidas de precios y los gastos en combustibles han incrementado los costes de explotación de las empresas pesqueras alrededor de 30 puntos.

Al aumento del coste del gasoil en 2021 (44,44 %) se sumó el brusco incremento tras el conflicto en Ucrania. En concreto, desde el último trimestre de 2020 hasta julio de 2022, el precio del litro de gasoil se ha más que triplicado, pasando de una media de 0,306 euros a superar 1,1 euro. “Y eso sí que está teniendo un impacto brutal en el sector pesquero español y europeo”, ha aseverado Garat.

El director general de Cepesca ha explicado que, “no solo es eso sino todos los costes de la materia prima, transporte, logística o energía que nos pone en una situación bastante complicada”. Aunque las bonificaciones del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero que partieron de Bruselas se pusieron en marcha muy rápidamente, “lo cierto es que cuando llega a los estados miembros, ocurre en España y en el resto de los países, todo se ralentiza muchísimo y la carga burocrática provoca que las ayudas no se reciban, en muchos casos hasta un año después”, ha señalado Garat.

Pese a que la secretaria general de Pesca, Alicia Villacruz, durante la reunión que ha mantenido hace apenas unos días con la FNCP (Federación Nacional de Cofradías de Pescadores), ha anunciado el inminente proceso de consulta pública para las ayudas, los trámites todavía pueden dilatarse indefinidamente. “Pasará un tiempo hasta que todo el mundo responda, salga la convocatoria, y se soliciten las ayudas, con lo cual hasta final de año no prevemos que se reciban”, ha precisado Javier Garat.

“El problema es que en la pesca los ingresos no suben nuca al ritmo que suben los gastos y muchas veces eso no lo aprecia el consumidor. Porque no hay una correspondencia entre los precios de primera venta con los precios de venta en supermercados y esto nos preocupa. Es difícil y seguro que pasa igual en la agricultura, pero es un problema grave”, ha comentado López. Tanto es así que, según datos del Instituto de Estudios Económicos en un primer documento preliminar sobre el sector, el valor de la producción con las cuentas agregadas superaría los 10.000 millones de euros (mientras que los datos de primera venta apenas llegan a los 2.000 millones).

Nuevas normativas

De cara al futuro, el sector tendrá que afrontar la posible reforma de la Política Pesquera Común (PPC), en vigor desde 2013, y la futura Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera, cuyo proyecto se aprobó el pasado mayo. Respecto a la primera, desde Cepesca han señalado que, “para responder a los nuevos retos geopolíticos y al cambio climático, ha de ponerse a los pescadores en el centro de las decisiones y basarse en la ciencia y los datos y no en las emociones que utilizan las campañas demagógicas”. En este punto, cabe destacar que, según el último informe Sofia de la FAO, el 82,5 % de las capturas desembarcadas en el mundo proviene de poblaciones de peces gestionadas de forma sostenible.

Así mismo, según ha transmitido la confederación, no se trata de hacer una reforma completa de la PPC, sino de cuestiones esenciales en las que el problema no es la aplicación, tal y como afirma la Comisión Europea (CE), sino el mal diseño de ciertas normas. “la obligación de desembarque, el rendimiento máximo sostenible para todas las especies a la vez, o todo lo que tiene que ver con el reglamento de control son algunas reglas imposibles de cumplir. Por culpa de eso, nuestras empresas están continuamente sancionadas y puede llegar un momento que los barcos acaben parados porque no paran de acumular penalizaciones”, ha advertido el secretario general de Cepesca.

“Da la sensación de que vivimos en mundos diferentes, ellos están creando un mundo allí en Bruselas donde se guían por esas políticas medioambientales de buenas palabras, pero sin darse cuenta del impacto brutal que tiene y va a tener en el futuro para las empresas”, ha destacado Garat.

En relación con la propuesta de cierre de 87 zonas para proteger los ecosistemas marinos vulnerables en aguas de España, Portugal, Francia e Irlanda, el sector ha solicitado disponer de toda la información científica y de un análisis profundo de impacto socio económico. A su juicio, tal y como está planteada la propuesta, sería un “desastre” para el sector y en especial para algunas pesquerías, como los palangreros de fondo del Puerto de Celeiro y de la Organización de Productores Pesqueros de Burela, al capturar en estas zonas en torno al 75 % de merluza.

López ha planteado que, “este es un debate difícil de explicar porque a veces se simplifica mucho y parece que nosotros no queremos ningún tipo de protección medioambiental, y esto no es para nada cierto. Desde Europa se han elaborado proyectos para identificar los ecosistemas vulnerables que no hacen falta, porque nosotros ya conocemos esas zonas protegidas. En los últimos 20 años, la flota pesquera en general ha progresado mucho en todos los ámbitos y queremos que se nos pida algo realista. Trabajamos, de una manera respetuosa con el mar y con métodos extractivos que llevan más de 100 años siendo utilizados en las mismas zonas”.

En cuanto al Proyecto de Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera de España, Cepesca ha señalado que “no garantiza la seguridad jurídica de las empresas pesqueras de nuestro país al no explicitar que los posibles nuevos criterios de reparto de las posibilidades de pesca no afectarán a los ya realizados conforme a la ley vigente”. Además, la agrupación sostiene que la reserva del 10 % de todas las posibilidades de pesca es excesiva y más teniendo en cuenta que, en los últimos años, la Administración se ha reservado un máximo de entre un 2 % y un 3 %.

Al mismo tiempo, el artículo que se refiere a la gestión de las posibilidades de pesca no utilizadas establece la alternativa de “expropiarlas” sin compensación a las empresas que no las usen durante dos años consecutivos. Desde la confederación han señalado que lamentan la eliminación del proyecto de Ley del artículo 64 de la normativa actual referido a la adopción de medidas para fomentar las sociedades mixtas, ya que estas coaliciones “crean empleo y riqueza, en España y en los países donde invierten, además de contribuir al abastecimiento del mercado español y a la soberanía alimentaria de la UE”.

Compromiso del sector con el medioambiente

En el periodo que cubre este nuevo Informe, Cepesca se ha integrado en la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles con el propósito de cumplir con los compromisos de descarbonización que marca el Pacto Verde europeo y ha seguido desarrollando distintas iniciativas medioambientales.

Así, el sector puso en marcha el proyecto Reduse para cumplir la directiva europea sobre plásticos de un solo uso (SUP), impulsar el ecodiseño de las artes de pesca y definir una propuesta de sistema de gestión para la recogida, tratamiento y procesamiento sostenible de los residuos derivados de artes y aparejos de pesca. El proyecto, que este año tiene continuidad con Reduse-II, ha permitido hacer el primer diagnóstico sobre gestión de artes y aparejos, establecer el potencial de reciclaje de redes en las principales modalidades de pesca y definir un protocolo de gestión de estos residuos. A esta iniciativa se suman los proyectos Actuazul y Seayourlitter. El primero para cohesionar las poblaciones costeras mediante la creación de oportunidades en el ámbito de la economía azul y el segundo para prevenir la contaminación de mares y océanos, con la participación del sector en acciones de recogida (donde la flota de arrastre tiene un valor estratégico) y sensibilización.