La cerámica y la sostenibilidad se dan la mano en los Premios Hispalyt
El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) acogió el 31 de octubre la entrega de Premios del Foro Cerámico Hispalyt 2024-2025, una jornada que combinó ponencias, reconocimientos y reflexión en torno al uso de la cerámica en la arquitectura contemporánea. El acto, moderado por Elena Santiago, contó con la participación de Sigfrido Herráez, decano del COAM; Enrique Sanz, coordinador del Foro Cerámico Hispalyt; Adrià Guardiet, arquitecto del estudio 08014; y Pedro Rognoni, presidente de Hispalyt.
Una bienvenida desde 'La casa de los arquitectos'
El acto comenzó con la intervención de Sigfrido Herráez, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), quien dio la bienvenida a los asistentes destacando el espíritu de comunidad del evento: “Esta es la casa de los arquitectos de toda España, por eso os doy la bienvenida a vuestra casa”.
A continuación, Enrique Sanz, coordinador del Foro Cerámico Hispalyt, presentó las principales líneas de trabajo del Foro para el curso 2025-2026. Durante su intervención subrayó la importancia de la formación y la creatividad en la arquitectura, recordando que “las buenas escuelas no toman estudiantes, toman profesionales”. Sanz puso el acento en la capacidad del material cerámico para adaptarse a los nuevos retos constructivos, afirmando que “los proyectos dependen de la imaginación de cada arquitecto” y que el Foro continuará impulsando actividades académicas, publicaciones y concursos que refuercen el vínculo entre universidad y empresa.
Sigfrido Herráez, decano del COAM, defendió la importancia de los materiales tradicionales como la cerámica en la arquitectura actual.
Hábitats resilientes: sostenibilidad y sentido del lugar
La ponencia central del acto corrió a cargo del arquitecto Adrià Guardiet, del estudio barcelonés 08014 Arquitectura, bajo el título ‘Hábitats resilientes’. Guardiet presentó dos de sus proyectos de obra pública —uno en Terrassa y otro en Ibiza—, ambos desarrollados desde una mirada sostenible y consciente del entorno.
El arquitecto explicó que su trabajo parte de una “economía de productos”, orientada a hacer mucho con poco, y que busca crear ambientes neutros a través de materiales cerámicos por su disponibilidad y su bajo coste. Subrayó la importancia de respetar la identidad del entorno: “Cuando se empieza un proyecto hay que tener en cuenta la identidad del lugar, el ambiente, el alrededor... y conservarlo”.
En el caso de Terrassa, el proyecto actúa como vínculo entre la ciudad vieja y la nueva, generando una plaza continua con prioridad peatonal, organizada en dos áreas: una zona de paseo y otra ajardinada. Guardiet destacó la reutilización de elementos preexistentes, como una fuente y bancos de piedra de la urbanización original, y la permeabilidad del suelo como criterio de sostenibilidad.
Sobre el proyecto de Ibiza, explicó que se trata de 24 viviendas públicas concebidas en relación directa con el clima local, caracterizado por baja pluviometría, veranos calurosos e inviernos suaves. Para mejorar la eficiencia térmica, el estudio implementó un sistema de bioclimatización mediante cubiertas de vidrio, reduciendo la necesidad de calefacción. Además, valoró el uso de poseidonia autóctona como aislante natural en los ladrillos, una solución que refuerza la economía circular y reduce la huella de carbono.
El conjunto se articula alrededor de un patio central, “la vida del edificio”, según sus palabras, donde la vegetación se riega con agua de lluvia almacenada, ayudando a enfriar el ambiente durante los meses más cálidos.
El discurso de apertura de la entrega de premios estuvo a cargo de Pedro Rognoni, presidente de Hispalyt, quien evocó una reflexión ajena pero plenamente vigente: “La arquitectura moderna no significa emplear todos los materiales, sino utilizar los materiales de manera más humana”. Su intervención marcó el tono de la jornada, centrada en el equilibrio entre técnica, sostenibilidad y sensibilidad arquitectónica.
Reconocimiento a la innovación y la creatividad joven
La ceremonia continuó con la entrega de los Premios del Foro Cerámico Hispalyt 2024-2025, que distinguen los mejores trabajos universitarios. El Concurso de Proyectos de esta edición proponía el diseño de un club de piragüismo en Zaragoza, con fachadas de ladrillo cara vista.
El Primer Premio Nacional recayó en Jorge Buil Teller, Noordin Hassan Burguete y Paula Agudo Vicente, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Granada. La Primera Mención fue para María Belloso Crespo, Daniel Álvarez Dueñas y Pablo Calzada Arias, de la Universidad de Valladolid, mientras que la Segunda Mención correspondió a Alexander Swienton y Katarina Ratkovic, de la Universidad de Barcelona (UIC).
En el Premio TFM, dotado con 1.000 euros, el jurado decidió otorgar dos galardones ex aequo de 500 euros cada uno a Xavier Arés Marín (ETSA Barcelona, UPC) por su trabajo, 'Comitium. Rehabilitación y ampliación de un centro socioeducativo en Pere IV', y a Noelia Vázquez Abelenda (ETSA A Coruña) galardonada con su trabajo 'Foco au coñecemento'. La Mención recayó en Clara Vicente Cayuela, de la Universidad Politécnica de Valencia, por su 'Centro integral de bienestar en la Malvarrosa'.
Tras la entrega, los asistentes pudieron disfrutar de un vino español en la sala rectangular del COAM, donde continuaron los intercambios entre profesionales, estudiantes y representantes del sector.
Mirando hacia el futuro: el próximo reto
Durante el acto se adelantó que el tema del próximo certamen abordará la construcción para la observación de estrellas en Cáceres, un proyecto que busca integrar la cerámica en entornos naturales y de observación astronómica. Una propuesta que, como apuntaron desde el Foro, reforzará la conexión entre innovación arquitectónica y paisaje, manteniendo el compromiso con la sostenibilidad y la investigación material.























