Entrevista a María Saiz, CEO y cofundadora de PhotoKrete
PhotoKrete da el salto del laboratorio al mercado con un mortero fotónico capaz de reducir la temperatura de edificios y pavimentos, con impacto de enfriamiento urbano entre 10-12 grados. Con resultados prometedores en condiciones extremas, esta solución puede paliar los efectos del cambio climático y contribuir a la descarbonización del sector de la construcción. Hablamos con su CEO y cofundadora, María Sáiz, quien nos adelanta que PhotoKrete está en fase de implementación en proyectos urbanos reales.
¿Qué es PhotoKrete? ¿Y cómo un desarrollo académico se transforma en una startup?
PhotoKrete es una EBC (empresa basada en conocimiento) del CSIC, UPNA y EHU. Una spin-off deeptech con ADN vasco que ha desarrollado un mortero fotónico para edificios y pavimentos capaz de reducir hasta 12 °C la temperatura urbana, lo que supone un ahorro del 70% de energía en enfriamiento. Lo que empezó como un proyecto de investigación en colaboración entre el CFM/CSIC, Centro de Física de Materiales del Centro Superior de Investigaciones Científicas; UPNA, Universidad Pública de Navarra y EHU, Euskal Herriko Unibertsitaea-Universidad del País Vasco, con apoyo europeo a través del proyecto H2020 Miracle, se ha convertido en una empresa con vocación global. Nuestro mortero fotónico no solo aporta eficiencia energética y reducción de emisiones de CO2, sino que ofrece una solución estructural al efecto ‘isla de calor’, uno de los desafíos más urgentes en entornos urbanos.
Transformar un desarrollo académico en una startup implica combinar excelencia científica con visión de mercado. En PhotoKrete hemos construido un modelo de negocio escalable, con producción propia, integración industrializada y desarrollo de soluciones fotónicas para el sector cementero. También hemos protegido nuestra innovación mediante patentes internacionales y nuestro mortero se ha validado incluso en condiciones extremas como el desierto de Tabernas, en Almería. Todo ello nos permite ofrecer un producto listo para implementarse en proyectos reales, así que la ciencia desarrollada en Euskadi puede convertirse en una solución práctica frente al cambio climático.
María Saiz, CEO y confundadora de PhotoKrete. Foto: Silvia Oselka.
¿Qué papel jugó el proyecto europeo H2020 Miracle en la evolución de vuestro mortero fotónico?
El proyecto europeo H2020 Miracle fue un catalizador clave en la evolución de nuestro mortero fotónico. El equipo científico de PhotoKrete, liderado por el Dr. Jorge Sánchez Dolado pudo colaborar con expertos europeos, validar nuestras formulaciones bajo estándares internacionales y probar la tecnología en distintas condiciones climáticas. Esto nos permitió acceder al programa EIC Pathfinder CoolCrete, para acelerar la transición de prototipo académico a producto industrial y entender mejor cómo adaptar nuestras soluciones a diferentes entornos urbanos con el fin de asegurar que fueran técnicamente viables y escalables.
Además, Miracle nos dio visibilidad dentro del ecosistema europeo de innovación, facilitó el acceso a infraestructura científica, herramientas de medición avanzadas, redes de colaboración y al programa de aceleración Impulsa-T de CSIC, que resultaron fundamentales para consolidar la spin-off. La experiencia nos enseñó a combinar investigación puntera con orientación a mercado, lo que permitió sentar las bases para proyectos posteriores, donde seguimos desarrollando nuestro mortero fotónico con un enfoque industrial y comercial claro.
El mortero fotónico está diseñado con propiedades ópticas avanzadas que permiten reflejar y dispersar la radiación solar y, gracias a ello, reduce el efecto ‘isla de calor’ en entornos urbanos.
¿Cómo funciona este hormigón y cómo consigue reducir hasta 12 °C la temperatura urbana?
Nuestro mortero fotónico funciona mediante refrigeración radiativa diurna autónoma. Esto significa que está diseñado con propiedades ópticas avanzadas que permiten reflejar y dispersar la radiación solar, además de emitir calor hacia el espacio exterior, incluso bajo radiación directa. Gracias a esta combinación, las superficies recubiertas con PhotoKrete pueden mantenerse significativamente más frescas sin necesidad de energía adicional ni mantenimiento, lo que lo hace extremadamente eficiente y sostenible para entornos urbanos.
El efecto de enfriamiento urbano puede alcanzar hasta 12 °C en condiciones óptimas, por el impacto directo de la reducción de temperatura de edificios, pavimentos y otros elementos urbanos. Esta capacidad de reducir la temperatura superficial no solo mejora la habitabilidad y confort de las ciudades, sino que también disminuye la demanda energética para refrigeración y contribuye a la reducción de emisiones de CO2. Es una solución integral que combina ciencia avanzada con un beneficio tangible para la ciudadanía, industrias y administraciones.
Testeo del mortero de PhotoKrete en el desierto de Tabernas en Almería.
Sin duda, es una revolución para paliar los efectos del cambio climático y la sensación ‘isla de calor’.
Exactamente, PhotoKrete se plantea como una solución estructural al efecto ‘isla de calor’, un fenómeno cada vez más preocupante en ciudades de todo el mundo, como hemos visto este verano. Al reducir la temperatura de superficies urbanas, nuestro mortero no solo mejora el confort térmico, sino que también reduce la presión sobre los sistemas de climatización y contribuye a ciudades más sostenibles y resilientes frente al cambio climático. La clave es que este beneficio se logra de forma pasiva, sin consumo energético, lo que lo convierte en una herramienta poderosa para políticas urbanas de adaptación climática.
Además, su aplicación es extremadamente versátil. Se puede usar en cubiertas, pavimentos, elementos constructivos exteriores e incluso en rehabilitación energética. Esto permite que PhotoKrete se integre de manera escalable en proyectos de renovación urbana o en nuevas construcciones, supone un impacto inmediato desde el primer metro cuadrado instalado. Para nuestro equipo es muy gratificante ver cómo un desarrollo científico se traduce en una tecnología capaz de mejorar la vida en ciudades de todo el mundo.
¿Qué resultados se han obtenido en zonas como el desierto de Tabernas?
Las pruebas en el desierto de Tabernas, en Almería, han sido especialmente reveladoras porque nos han permitido validar la resistencia y eficacia de nuestro mortero en condiciones extremas de radiación solar y temperatura. Allí se comprobó que PhotoKrete mantiene un enfriamiento constante incluso bajo irradiación solar directa intensa, al mantenerse 2 grados más fríos que la temperatura ambiente en el desierto y demostrando su robustez frente a ciclos térmicos severos.
Estos resultados son un respaldo crucial para nuestra estrategia de escalado industrial y comercial, ya que muestran que el mortero puede funcionar en climas muy exigentes y seguir siendo eficiente y duradero. También nos ha permitido recopilar datos precisos sobre su comportamiento térmico, que usamos para mejorar formulaciones y garantizar que la tecnología pueda adaptarse a distintas ciudades, pavimentos y tipologías constructivas, manteniendo siempre un rendimiento óptimo y sostenible.
Tras ganar el Contech Startup Forum 2025 de Rebuild, ¿cómo ha sido la respuesta del sector?
El reconocimiento en el Startup Contech de Rebuild 2025 fue un hito muy importante, porque nos puso en el radar de empresas, inversores y administraciones del sector Contech. La respuesta ha sido muy positiva: hemos recibido consultas de constructoras, desarrolladores urbanos y fabricantes de cemento interesados en integrar nuestro mortero fotónico en sus proyectos, lo que confirma que la industria está buscando activamente soluciones innovadoras frente al cambio climático.
Además, este premio ha reforzado nuestra visibilidad institucional y europea, también ha validado nuestro modelo de negocio y demostrado que una spin-off vasca puede liderar una innovación deeptech con impacto global. Ha sido también un punto de inflexión para consolidar alianzas estratégicas y seguir desarrollando nuestra tecnología con respaldo de actores clave del sector, asegurando que PhotoKrete pueda implementarse de manera rápida y escalable en proyectos reales.
¿Cómo se va a comercializar el mortero de PhotoKrete? ¿Hay empresas que han mostrado interés en incorporarlo en sus morteros?
Nuestra estrategia comercial se articula en dos líneas: producción propia de morteros fotónicos e integración en soluciones constructivas industrializadas. Esto permite escalar rápidamente sin fricción industrial y generar impacto desde el primer metro cuadrado instalado, ofreciendo alternativas flexibles según las necesidades de cada cliente o proyecto urbano.
Efectivamente, varias empresas del sector ya han mostrado interés en incorporar PhotoKrete en sus soluciones. Tanto fabricantes de mortero como desarrolladores de infraestructuras ven el valor de ofrecer un producto sostenible, escalable y de alto rendimiento térmico. Nuestra tecnología se integra fácilmente en los procesos industriales existentes, lo que facilita su adopción y acelera la transición hacia ciudades más frescas y sostenibles.
¿Está prevista su implementación en un proyecto real a corto plazo?
Sí, estamos muy cerca de implementar PhotoKrete en proyectos reales. Estamos presentes en BAT Tower, un nodo estratégico de innovación en Bizkaia. Además, mantenemos conversaciones avanzadas con constructoras y administraciones para aplicar nuestro mortero en pavimentos urbanos, cubiertas y proyectos de rehabilitación energética en distintos puntos de España y Europa.
Nuestro objetivo es que cada aplicación no solo sirva como demostración tecnológica, sino que genere un impacto inmediato en eficiencia energética y confort urbano. Gracias a la combinación de validaciones extremas, reconocimiento europeo y apoyo institucional, PhotoKrete está preparada para pasar de la fase experimental a la implementación masiva y demostrar así que una innovación vasca puede contribuir de forma tangible a mitigar los efectos del cambio climático en las ciudades.
