“Actualmente, no deberíamos calcular solo la emisión de CO2 de un material, sino toda la vida útil de un edificio“
Entrevista a Higini Alfageme, Executive Vice President Precast Business en Molins
Los prefabricados de hormigón son uno de los componentes que más está contribuyendo a la industrialización de la construcción. En la pasada edición de Rebuild, Molins mostró sus soluciones en 3D, especialmente para núcleos de comunicaciones, y los sistemas en 2D que contribuyen a mejorar tanto las prestaciones de las edificaciones, reducir la huella de carbono y, muy especialmente, a mejorar los espacios de trabajo, como nos comentó Higini Alfageme, Executive Vice President Precast Business de la compañía.
¿Cuáles son las soluciones de prefabricación en hormigón que ofrece Molins actualmente?
Molins hace cuatro años decidió arrancar su división de industrialización de la construcción residencial en España. ¿Qué significa esto? Si hacemos un análisis de la construcción residencial durante los últimos 100 años, las formas de construir son exactamente las mismas. La única diferencia es que han cambiado los materiales, es decir, los suelos, los grifos, los sanitarios… pero la metodología constructiva es exactamente igual. Y esto es una realidad, no sé si es buena o es mala, pero una realidad. Y es una excepción frente a otros sectores que han evolucionado, como el del automóvil, cuyos vehículos hace 100 años se construían de forma muy artesanal y hoy en día está automatizada. Así, el mundo de la construcción no ha evolucionado en absoluto. Entonces, ¿qué es lo que pretendemos nosotros? Incorporar y ayudar a que este sector modernice su forma de hacer y creemos que esto tiene que ser desde el mundo de la industria. ¿A base de qué? Pues a base de trasladar las construcciones de la fábrica a la obra, para luego transportarlo y ensamblarlo. Y este es el concepto que Molins decidió emprender hace cuatro años.
¿Qué ventajas ofrece la prefabricación en hormigón?
Es mucho más eficiente. Construir en un entorno controlado y preparado para una construcción específica es mucho más eficiente que construir en obra. Y también hay una realidad que nos acecha y que ha sido el gran detonante, aunque no lo queramos reconocer, y es que los oficios que teníamos hasta hace cuatro días, que eran los que realizaban estas obras de construcción residencial, se están acabando. Es decir, no ha habido relevo generacional desde la última crisis del 2008. No hay encofradores, fontaneros, albañiles… Así que surge como una necesidad, con lo cual el sector se ha encontrado con que está demandando una cantidad de construcción que de forma tradicional no se puede ejecutar. Esto también ha ayudado a despertar la voluntad de impulsar el camino de industrializar este tipo de construcciones.
En Molins, al tener una infraestructura muy marcada con distintas sedes en todo el país, contribuye a tener una gran producción tanto en 2D como en 3D.
Efectivamente, en el mundo de la industria nos dedicamos fundamentalmente a la parte de la estructura de los edificios. Las ventanas, los balcones, las preinstalaciones, los aislamientos, las fachadas... todo lo que está vinculado a la envolvente es donde nosotros nos hemos focalizado y lo que hemos desarrollado mediante nuestro sistema. Para hacer las partes estructurales de las envolventes se pueden hacer con diferentes sistemas y con diferentes materiales. Existen sistemas 3D, 2D, en hormigón, con base en madera, acero... Nosotros no creemos en un sistema monolítico sino que cada edificio y estructura tendrá su solución ideal. Algunas irán en 3D, otras en 2D u otro material, pero también encontraremos edificios híbridos.
En nuestro caso, nos enfocamos fundamentalmente al hormigón, pero tenemos experiencias con acero y, recientemente, hemos incorporado también la madera. Y, actualmente, los núcleos de comunicación vertical son en 3D, pero para el resto del edificio utilizamos soluciones en 2D. Estamos en un camino que irá evolucionando y, evidentemente, van a ir mejorándose cada uno de estos sistemas y productos para edificación.
¿Qué ventajas ofrece actualmente el hormigón en construcción industrializada?
El hormigón, a día de hoy, es el elemento más democrático del mundo. Es decir, hormigón hay en todo el planeta, mientras que otros materiales no son tan fáciles de conseguir. Es el elemento más barato y, precisamente, por estas dos características es el segundo material más consumido a nivel mundial. No obstante, el hormigón tiene un hándicap en nuestro entorno europeo. Por ello, estamos absolutamente comprometidos en reducir y eliminar en 2050 las emisiones de CO2 en cualquiera de nuestras fábricas, así que pese al hándicap que tenemos muy bien identificado, existen unos compromisos identificados y unos planes de acción de aquí a 2030, que nos van a permitir reducir un 20% en la emisión de CO2 en la fabricación de cemento.
En cuanto a la perspectiva más global a nivel del sector de la edificación no deberíamos calcular cuál es la emisión de CO2 de un material únicamente, sino durante toda la vida útil del edificio, desde su fase de construcción, como en la de mantenimiento y uso. En el caso de los edificios, si están más o menos aislados tendrán un consumo mayor o menor y, por lo tanto, van a emitir más o menos CO2. Yo creo que tendremos que llegar a este escenario para comprar las diferentes soluciones y sistemas. Ahí es cuando veremos las ventajas e inconvenientes de cada sistema, de cada material y de cada empresa.
No obstante, en los últimos años se ha criminalizado el hormigón, pese a que empresas como Molins impulsan una Hoja de Ruta, para reducir su impacto medioambiental.
Es evidente este compromiso que existe a nivel mundial en la asociación del cemento y el hormigón. Nosotros estamos completamente convencidos, comprometidos y trabajamos para presentar al mercado un cemento con una huella de carbón inferior a la que tenemos hasta el momento. Fue cuando apareció Susterra en base de conglomerantes alternativos. Este año vamos a lanzar otro producto y estamos en una continua investigación y proceso de lanzamiento de nuevos cementos con menos emisiones de CO2. Dentro de nuestro compromiso nos hemos autoasignado una serie de criterios y establecemos unos objetivos de mejora de nuestros productos en estos ámbitos. Así, cuando estos productos consiguen alcanzar estos objetivos que nos hemos autoimpuesto, les autoasignamos un sello interno que le llamamos sustento, para referirnos a esta gama de productos con atributos sostenibles. Nuestro objetivo principal es conseguir que cada vez más tengamos más productos Susterra.
En residencial existe más competitividad porque hay más sistemas y materiales constructivos, pero en otros ámbitos como puede ser la obra civil ahí sí que el hormigón es indispensable.
Absolutamente, pero también en industrialización, que ya se venía haciendo, aunque parece que sea un término muy nuevo no lo es. En obra civil hay dos elementos fundamentales que son el hormigón y el acero, siendo España uno de los países líderes en soluciones a nivel mundial. Y esto es industrialización pura y dura, es decir, antes los puentes se hacían a base de cimbras, encofrados y mucha gente en la obra, y hoy esos puentes se hacen en las fábricas y se transportan. Por lo tanto, el concepto de la industrialización en el ámbito de la obra civil está consolidado. Donde no lo está es en residencial porque, como he comentado anteriormente, construimos como hace 100 años. Lo que queremos hacer es ese mismo camino que hicimos en la obra civil.
¿Las soluciones de prefabricados de hormigón podrían tener entrada en otro nicho del mercado como es la rehabilitación de edificios?
En Molins tenemos un abanico de negocios muy amplio desde producir cemento hasta vender hormigón y áridos o el prefabricado de hormigón, así que nuestros materiales están enfocados también a la rehabilitación de los edificios. Precisamente, una de las cosas que los edificios antiguos necesitan, más allá de la cosmética, es la rehabilitación energética. Generalmente son edificios con unas características de aislamiento bastante deficientes para los estándares actuales. Desde Molins tenemos una solución para generar unos mayores niveles de impermeabilización y de aislamiento térmico para los edificios. Es la tecnología SAP que es uno de los negocios que tenemos en Molins para la rehabilitación. Por ello, hacemos materiales y soluciones para que esta rehabilitación pueda ser integral también desde el punto de vista energético.
Por lo que se refiere a prefabricación ¿se está desarrollando alguna solución 'plug and play'?
En este momento estamos enfocados en la prefabricación de hormigón de gran formato.






















