Reproducción, alimentación y estacionalidad condicionan la rentabilidad de la raza Manchega
El desarrollo de un programa de gestión técnico-económica en las explotaciones constituye una fuente de información muy valiosa, siendo fundamental para la caracterización, tipificación y comparación de explotaciones, y en los procesos de asesoramiento, innovación y transferencia tecnológica, al permitir estudiar la influencia de diferentes factores en los sistemas productivos, conocer las causas de ineficiencia y los procesos de cambio en las explotaciones y su origen.
Conscientes de ello, desde la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Manchega (Agrama) se comenzó a esbozar la aplicación de estos programas en el año 2007, reforzándose a partir de 2014 a través de distintos proyectos en colaboración con otras entidades. Por lo tanto, se desarrolló un sistema de incorporación automática de los datos requeridos desde el software de Agrama, de manera que fuera mucho más sencillo agregarlos mensualmente al programa, según señala un artículo de Óscar García García, veterinario de Agrama, en el último número de la revista Consorcio Manchego.
Vista general de una explotación de raza ovina Manchega.
Con un análisis de los datos del año 2020, aunque en la rentabilidad de las explotaciones influyen muchos factores, hay tres índices que afectan de manera muy directa y que permiten asesorar en la toma de decisiones:
- Partos por hembra y año. Es un índice directamente proporcional a los ingresos.
- Índice de Alimentación. Relaciona entre sí los dos factores económicos de mayor peso (gastos de alimentación e ingresos por venta de leche) y guarda mucha relación con la rentabilidad de las explotaciones. Se calcula que el umbral del Índice de Alimentación para que una ganadería sea rentable se sitúa por debajo del 70%.
- Estacionalidad productiva. La producción en el segundo semestre del año condiciona la relación oferta-demanda y los precios, siendo deseable una distribución homogénea entre ambos semestres.