Los quesos en Asturias deberían ser tan importantes como el vino en La Rioja
EL COMERCIO DE GIJÓN // Los quesos asturianos deberían ser en Asturias lo que es el vino en La Rioja»
Que Asturias es un paraíso natural está en boca de todos. Lo que ya no es tan conocido es que además es un paraíso quesero de primer orden. Según los expertos, ningún lugar en Europa atesora en tan poco espacio una 'mancha quesera' tan variada y de tanta calidad, un gran potencial «que no acaba de ser aprovechado en toda su magnitud».
En el Principado hay más de medio centenar de variedades de queso. Entre todos, el mejor del pasado año, a juicio de la Asociación de Cata de Quesos Plaganu, ha sido el de La Collada, una quesería del pueblo de Cirieñu, en el concejo de Amieva. Está hecho de leche de cabra pasterizada, con un 45% de materia grasa, tiene forma cilíndrica y cada unidad pesa en torno a medio kilo.
El premio se entregó ayer en la jornada de clausura de la Feria del Queso y el Vino de Avilés, bajo un sol radiante y, al igual que los días anteriores, con una gran afluencia de público, especialmente según iba avanzando la tarde.
Los diecisiete miembros del jurado tuvieron que afinar sus papilas gustativas antes de emitir su fallo. Durante el año pasado organizaron nueve catas. «Cada miembro del jurado hace una ficha de cada queso», explicó José Jiménez, presidente de Plaganu.
Lo que se valora es «el aspecto, el olor, el corte, el sabor y el regusto, que es la sensación que te queda tras ingerirlo», puntualiza. El de La Collada, «presenta un color blanco, con superficie uniforme, suave, de fino tacto y humedad moderada. De nula adherencia, destaca su correcta solubilidad, sus aromas primarios, su perfecto equilibrio y el buen paso de boca, con un regusto suave, variable en función de la maduración», matizó José Jiménez ayer durante la entrega de del premio.
Su intervención acabó en alegato. «Las queserías asturianas suponen un motor económico y de conservación del campo. Hay que apostar por ellas en un contexto turístico y gastronómico sostenible y de calidad, unos valores que en la actualidad están escasamente explotados. Los quesos asturianos deberían ser para Asturias lo que el vino a La Rioja».
José Jiménez considera que «estamos ante una actividad productiva viva y con mucha proyección y futuro. El queso es un alimento que habla, tal vez más que ningún otro, del valle o montaña en el que se produce, es el reflejo de su paisaje», concluyó.
La gran diversidad geográfica, con pastos a nivel del mar y a dos mil metros de altitud, ganadera -rebaños de mezclas muy diversa- y de formas de manejo y elaboración -cada valle tiene su propio proceso- están detrás del 'milagro quesero asturiano'. En estos momentos hay registradas en la región 122 queserías artesanales.
NEGOCIO FAMILIAR
Aurora González recogió el premio de manos de la concejala de Recursos Económicos del Ayuntamiento de Avilés, Ana Concejo. «Llevamos cinco años produciendo quesos, unos 12.000 kilos anuales. Somos mi marido, Ricardo Fernández, y yo, con la ayuda de nuestros hijos», manifestó la ganadora del mejor queso del año.
La concejala, por su parte, se mostró satisfecha. La feria se ubicó en la plaza de abastos y la primera valoración fue positiva. «Los datos definitivos no los tendremos hasta mañana (por hoy), pero creo que ha sido un gran éxito. El sitio es inmejorable. Además, el tiempo ha acompañado y la gente ha respondido. De todos formas, hay que esperar a conocer los resultados de los expositores», añadió. Es decir, a que hagan caja.
La feria cerró ayer sus puertas y los expositores comenzaban a poner en la balanza los gastos y los ingresos. En total fueron 78 los que acudieron a la Feria del Queso, el Vino y la Cerámica de Avilés a vender y a dar a conocer sus productos. 42 eran de queso, 16 de vino, 3 de pan y 17 de cerámica.