Ascensores y escaleras mecánicas en la movilidad urbana moderna
La movilidad urbana no solo se resuelve en las calles, sino también en el interior de los edificios. En un contexto en el que las ciudades buscan optimizar sus recursos y reducir su huella de carbono, las soluciones de transporte vertical innovadoras se convierten en un factor clave. Plataformas como Schindler MetaCore no solo transforman la forma en que las personas se mueven dentro de los inmuebles, sino que también permiten dar una segunda vida a estructuras existentes.
En la evolución de las ciudades, el papel de los ascensores, las escaleras mecánicas y los pasillos móviles trasciende la simple función de transporte vertical: conectan barrios, mejoran la accesibilidad, integran edificios con estaciones de transporte y contribuyen a la sostenibilidad y eficiencia energética de la ciudad.
Y es que, si bien, tradicionalmente, los ascensores urbanos respondían a la necesidad de salvar desniveles o facilitar el acceso a edificios, el avance de la tecnología ha convertido estos equipos en sistemas inteligentes, capaces de adaptarse al comportamiento de los usuarios y optimizar flujos.
En ciudades inteligentes, los ascensores son capaces de integrarse con sistemas de gestión de edificios (BMS) y pueden ser gestionados de manera remota. Estas innovaciones aumentan la eficiencia operativa, reducen costos y minimizan el impacto ambiental, al tiempo que garantizan accesibilidad para todos los ciudadanos, incluidos personas con movilidad reducida.
Hacia ciudades más inteligentes
Cada vez está más claro que el futuro de la movilidad urbana pasa por la integración total de la infraestructura vertical en los ecosistemas urbanos inteligentes. Los ascensores no solo deben mover personas: deben comunicarse con edificios, sistemas energéticos y servicios de transporte para optimizar la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad.
Ciudades como Singapur o Tokio ya demuestran cómo los ascensores inteligentes pueden gestionar grandes flujos de personas en rascacielos, adaptarse a eventos extraordinarios y mejorar la experiencia urbana. En España, a mucha menor escala, los proyectos recientes en estaciones de cercanías, barrios con topografía compleja y centros históricos muestran el potencial de estas tecnologías cuando se aplican de manera estratégica y coordinada.
Entonces, ¿por qué los ascensores siguen siendo los grandes ausentes de las políticas de movilidad urbanas?
Desafíos técnicos, administrativos y más
La exclusión frecuente de los ascensores urbanos en las políticas de movilidad urbana podría responder a una combinación de factores técnicos, administrativos y de concepto –al ser percibidos como una ‘infraestructura menor’:
De hecho, los ascensores y escaleras mecánicas se conciben, a menudo, como elementos complementarios, secundarios o ‘interiores’ al espacio urbano, en lugar de infraestructuras de movilidad estratégica. El resultado es que se priorizan carreteras, transporte público masivo o ciclovías, mientras que los ascensores quedan relegados a soluciones puntuales para desniveles o accesibilidad de edificios.
A ello hay que añadir una falta de visión integrada ya que, si bien la movilidad urbana moderna busca interconectar modos de transporte (metro, autobús, tren, bicicleta, peatón), los ascensores urbanos suelen gestionarse bajo competencias de obras públicas, patrimonio o servicios sociales, más que movilidad. Esta fragmentación administrativa dificultaría que se incluyan en planes de transporte urbano o redes de flujos peatonales.
Sin olvidar que la instalación y modernización de equipos, especialmente en edificios existentes o zonas patrimoniales, requiere inversiones importantes y que la exposición a condiciones climáticas adversas o el alto uso urbano demanda programas de mantenimiento predictivo y gestión continua.
Movilidad versus accesibilidad
Las políticas de movilidad suelen centrarse en desplazamientos rápidos y masivos, mientras que los ascensores urbanos representan accesibilidad y conectividad fina: barrios con desniveles, estaciones de transporte, plazas públicas. Esta ‘escala micro’, sumada a la falta de métricas y reconocimiento, hace que queden fuera de estrategias que miran la movilidad global de la ciudad.
No obstante, los ascensores y escaleras mecánicas aportan beneficios que trascienden la simple movilidad vertical al convertirse en herramientas de accesibilidad e inclusión social que permiten a personas mayores, familias con carritos o usuarios con discapacidad desplazarse con autonomía; cuando se integran en redes de transporte público, como estaciones de metro, autobús o pasarelas peatonales, favorecen una movilidad intermodal más fluida y eficiente; sus sistemas inteligentes, dotados de motores regenerativos y gestión energética, contribuyen a la sostenibilidad urbana al reducir la huella de carbono y facilitar certificaciones de edificación sostenible; la conectividad digital mejora la seguridad y la resiliencia mediante el monitoreo en tiempo real del estado del equipo y la coordinación de emergencias ante fallos o eventos climáticos extremos; y, finalmente, la experiencia del usuario se optimiza gracias a ascensores capaces de ofrecer información sobre tiempos de espera, densidad de ocupación o trayectos más eficientes, incrementando la comodidad y la percepción de modernidad en los espacios urbanos.
¿Hacia un cambio de paradigma?
Queda claro, por todo lo mencionado, que los ascensores urbanos son infraestructuras críticas para la movilidad inclusiva y la conectividad peatonal, pero su escasa visibilidad política, la fragmentación administrativa y la dificultad de medir su impacto los han mantenido al margen de los planes de movilidad urbana. Su integración efectiva requiere un cambio de paradigma: reconocer que la movilidad no es solo rapidez o capacidad, sino también accesibilidad, equidad y resiliencia urbana.
A la vez, los fabricantes y operadores deberán avanzar en la incorporación de tecnologías IoT, controles inteligentes y soluciones de eficiencia energética para reducir costes operativos y mejorar la predictibilidad del mantenimiento. Principales innovaciones en tecnología de ascensores
Mención aparte merece, en este sentido, las posibilidades de gestión del tráfico mediante inteligencia artificial (IA).
Los ascensores inteligentes actuales utilizan IA y aprendizaje automático para analizar los patrones de tráfico en tiempo real. Estos sistemas pueden anticipar los momentos de mayor demanda y ajustar sus operaciones en consecuencia. Por ejemplo, durante las horas punta de la mañana, ciertos ascensores pueden programarse para servir únicamente a determinados pisos, reduciendo la congestión y los tiempos de espera.
Yendo más allá, los ascensores conectados podrían coordinarse con otros dispositivos, como la señalización de transporte público, para ajustar el flujo de personas en función de la llegada de trenes o buses; los sistemas de gestión de emergencias, lo que permitiría evacuaciones más rápidas y seguras, con información en tiempo real a bomberos o servicios de seguridad; o sistemas de monitorización urbana, gracias a sensores de ocupación y tráfico que aporten datos a los planificadores sobre patrones de movilidad peatonal.
Esto transforma al ascensor en un nodo urbano más que en un equipo aislado.
Enclaves estratégicos
En España, las inversiones en ascensores y escaleras mecánicas se concentran en entornos urbanos muy diversos, reflejando tanto las necesidades de movilidad como las prioridades de las políticas públicas. En estaciones de metro y cercanías, por ejemplo, programas de la Comunidad de Madrid y de operadores como Renfe están instalando y renovando ascensores y escaleras mecánicas para conectar calles y andenes o eliminar barreras en los intercambiadores. Estas actuaciones buscan no solo la accesibilidad universal, sino también garantizar la eficiencia de los flujos de pasajeros en horas punta, como se observa en la renovación de varias estaciones madrileñas y en la inversión realizada en la estación de Cercanías de Tres Cantos.
Los nudos intermodales y grandes intercambiadores requieren soluciones verticales de mayor envergadura. Ascensores de gran capacidad y circuitos de escaleras mecánicas se diseñan para asegurar tanto la evacuación rápida como una experiencia de usuario fluida, integrando la movilidad vertical en la red de transporte urbano de forma coherente.
En barrios con topografía desfavorable, los ascensores urbanos cumplen una función social estratégica, actuando como ‘puentes verticales’ que conectan distintos niveles de la ciudad y reducen el aislamiento de ciertas zonas. Aunque no siempre visibles en el paisaje urbano, cada proyecto reciente responde a esta lógica de inclusión y mejora de la conectividad peatonal.
Las concesiones para instalar y mantener ascensores y escaleras mecánicas urbanas suelen adjudicarse a grandes multinacionales –avaladas por su experiencia internacional, solvencia técnica y capacidad de ofrecer mantenimiento a largo plazo– y, en menor medida, a empresas nacionales o regionales con conocimiento del entorno local y costes más competitivos, así como integradoras de movilidad urbana que gestionan sistemas completos de transporte vertical y flujos de personas. En algunos casos participan contratistas especializados que trabajan como subcontratas en instalación o mantenimiento.
Desafíos de futuro
A pesar de los avances tecnológicos, los ascensores urbanos y las escaleras mecánicas aún enfrentan varios desafíos. La inversión inicial elevada puede limitar su adopción, especialmente para desarrolladores pequeños o proyectos con presupuestos ajustados.
Además, la integración de estos sistemas con otros elementos inteligentes de la ciudad requiere protocolos estandarizados y una infraestructura robusta que garantice interoperabilidad y funcionamiento seguro.
La creciente recolección de datos también plantea la necesidad de proteger la privacidad de los usuarios y garantizar que la información se gestione de forma segura.
No obstante, a medida que los marcos de ciudades inteligentes se consolidan y los costes tecnológicos disminuyen, es de esperar que la adopción de soluciones de movilidad vertical avanzadas se acelere, consolidando su papel en la movilidad urbana eficiente y sostenible.
























